Moncloa reescribe las razones de la guerra

El Gobierno no est¨¢ dispuesto a dar explicaciones al Parlamento sobre las razones que le llevaron a apoyar la invasi¨®n de Irak. Pero ha llegado a la conclusi¨®n de que es imposible evitar que la pol¨¦mica salpique la campa?a. Para evitar que cada candidato del PP vaya por libre, Moncloa ha elaborado un documento en el que les instruye sobre los argumentos que justificar¨ªan la posici¨®n del Ejecutivo.

Curiosamente, el texto no recoge ni una sola declaraci¨®n de miembros del Gobierno, aunque s¨ª del responsable de la Pol¨ªtica Exterior de la UE, Javier Solana, del presidente franc¨¦s Jacques Chirac, e incluso de la Internacional Socialista.

"A lo largo de toda la crisis de Irak", dice el texto, "el Gobierno espa?ol s¨®lo invoc¨®:

Aznar asegur¨® tener "informaci¨®n de car¨¢cter reservado" sobre el arsenal de Irak

- Las afirmaciones contenidas en los informes de los inspectores de la ONU.

- Las obligaciones impuestas a Irak en las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En particular, la obligaci¨®n de demostrar que hab¨ªa dejado de disponer de las armas de destrucci¨®n masiva de las que constaba su existencia anterior.

- El inter¨¦s nacional de Espa?a, mejor defendido con una actitud de firmeza frente a toda amenaza y todo quebrantamiento de la legalidad internacional, junto a los pa¨ªses que son aliados y amigos de nuestro pa¨ªs".

En el documento, fechado el pasado lunes, se afirma taxativamente: "Jam¨¢s el Gobierno espa?ol utiliz¨® como argumento ninguna afirmaci¨®n contenida en ning¨²n informe de ning¨²n servicio secreto".

Sin embargo, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar dio a entender que dispon¨ªa de informaci¨®n de los servicios de inteligencia en sus primeras declaraciones sobre este tema, el 2 de febrero de 2003, a la agencia Europa Press.

"Todos los gobiernos tienen informaci¨®n de car¨¢cter reservado", dijo Aznar. "El Gobierno espa?ol tiene informaci¨®n, evidentemente, de que el r¨¦gimen de Sadam Husein supone una amenaza para la paz y la seguridad del mundo y tambi¨¦n de Espa?a".

Tres meses antes, en noviembre de 2002, el Gobierno remiti¨® por conducto parlamentario al l¨ªder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, asumi¨¦ndolo como propio, el documento de los servicios secretos brit¨¢nicos en el que se aseguraba que el r¨¦gimen de Sadam pod¨ªa desplegar armas qu¨ªmicas en 45 minutos.

El 5 de febrero, en su primer debate en el pleno del Congreso, Aznar aludi¨® tambi¨¦n a "las relaciones de Sadam Husein con Al Qaeda" y, en particular, las detenciones de 16 argelinos y marroqu¨ªes a finales de enero en Catalu?a. "Hemos visto hace pocos d¨ªas en Londres y tambi¨¦n, por desgracia, en Barcelona que hay grupos terroristas dispuestos a causar el mayor da?o y destrucci¨®n posibles y que cuentan con sustancias que podr¨ªa causar centenares, si no miles, de muertos".

Las detenciones de Catalu?a fueron esgrimidas ese mismo d¨ªa ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, quien present¨® las supuestas pruebas de la posesi¨®n de armamento prohibido por parte de Irak, que la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio calific¨® en ese foro de "contundentes".

Sin embargo, todos los detenidos en Catalu?a fueron puestos en libertad semanas despu¨¦s tras confirmarse que las sustancias sospechosas que almacenaban eran en realidad productos de limpieza. El propio director del servicio secreto espa?ol, Jorge Dezcallar, tanto en una conferencia p¨²blica, en septiembre de 2002, como ante la Comisi¨®n de Fondos Reservados del Congreso, un a?o despu¨¦s, puso en duda las supuestas relaciones del r¨¦gimen de Sadam con la red dirigida por el saud¨ª Osama Bin Laden.

Pero Aznar desoy¨® al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), tanto en este punto como en su advertencia, reiterada en varios informes, de que no hab¨ªa pruebas del supuesto arsenal de armas prohibidas de Irak.

Tal como sostiene el argumentario, el Gobierno apoy¨® la mayor¨ªa de sus declaraciones p¨²blicas en los informes de la ONU, aunque d¨¢ndoles una interpretaci¨®n particular. "Todos sabemos que Sadam tiene armas qu¨ªmicas", dijo Aznar en el Congreso el 5 de febrero, "los informes de enero de 1999 de los inspectores de las Naciones Unidas expulsados de Irak no dejan lugar a dudas: sus arsenales conten¨ªan m¨¢s de 3.000 toneladas de precursores qu¨ªmicos, 300 toneladas de agentes qu¨ªmicos en bruto y 30.000 municiones especiales para la guerra qu¨ªmica y biol¨®gica".

Sin embargo, el informe de los inspectores (S/1999/94) no dec¨ªa que Irak tuviera en su poder dichas armas, sino s¨®lo que no hab¨ªa podido verificarse su destrucci¨®n. Como explic¨® el propio jefe de los inspectores, Hans Blix, "decir que Irak no ha rendido cuentas de lo que ha hecho con estas armas no es lo mismo que decir que existan. Puede que existan, puede que no".

El argumentario del Gobierno concluye que "toda la comunidad internacional estaba de acuerdo en que Irak deb¨ªa ser desarmado.

La disensi¨®n en su seno se produjo sobre si se le deb¨ªa dar m¨¢s tiempo a los inspectores o no". Es decir, entre quienes decidieron iniciar la guerra (EE UU, Reino Unido y Espa?a) y quienes quer¨ªan darle una oportunidad a la diplomacia.