Inversi¨®n p¨²blica y deslocalizaci¨®n
Todo gobierno, central, aut¨®nomo o municipal, tiene la responsabilidad de establecer las mejores condiciones para que empresas productivas se establezcan en su ¨¢rea geogr¨¢fica de competencia. Si bien es preferible que las iniciativas sean locales, no podemos obviar en un mundo econ¨®micamente globalizado que las grandes corporaciones son las que son y que su establecimiento en un territorio determinado aporta riqueza. La econom¨ªa productiva genera ocupaci¨®n directa e indirecta en sus proveedores, promueve inversiones, atrae a otras empresas, aporta sus impuestos a una sociedad... A pesar de los l¨ªmites que los acuerdos internacionales de defensa de la competencia comportan, la Administraci¨®n puede contribuir urban¨ªsticamente y mediante subvenciones a la investigaci¨®n y al desarrollo de las compa?¨ªas que decidan establecerse en una comunidad determinada.
Con las subvenciones se favorece la implantaci¨®n de empresas que mantienen el PIB y miles de puestos de trabajo
La globalizaci¨®n econ¨®mica y comercial, as¨ª como el af¨¢n de lucro que los nuevos criterios burs¨¢tiles exigen de forma sostenida, provocan la denominada deslocalizaci¨®n de las industrias. Ejemplos recientes en Catalu?a, como los de Lear, Philips y Samsung, han disparado la alarma en la opini¨®n p¨²blica; detr¨¢s del nombre de cada corporaci¨®n y de los procesos de despido se esconden centenares de dramas personales y familiares, en muchos casos de dif¨ªcil superaci¨®n. Para pocos estas decisiones empresariales pueden suponer una sorpresa, pues son una consecuencia habitual en la l¨®gica neocapitalista actual.
Nuestra reflexi¨®n quiere centrarse en un ¨²nico aspecto, sin minusvalorar por ello la importancia de las dem¨¢s consecuencias. Seg¨²n leemos en la prensa, Samsung, por ejemplo, ha percibido un total de subvenciones directas de la Generalitat, "para incentivar la inversi¨®n industrial", por valor de 3,47 millones de euros desde 1993. A dichas ayudas deber¨ªamos sumar los beneficios fiscales en el impuesto de sociedades para investigaci¨®n y desarrollo (I+D) y otras ayudas, como fueron en su momento las condiciones del suelo p¨²blico en que se ubic¨® su f¨¢brica. Es obvio que gracias a ayudas urban¨ªsticas, beneficios fiscales y subvenciones se ha favorecido la implantaci¨®n de muchas empresas productivas que mantienen el crecimiento del producto interior bruto catal¨¢n en el contexto europeo as¨ª como miles de puestos de trabajo.
Con todo, ?y si parte de dichas inversiones se realizase en educaci¨®n?, ?y si se invirtiese en formaci¨®n profesional cualificada? Ello supondr¨ªa un mayor aliciente para la implantaci¨®n de industrias de alto valor a?adido en nuestro pa¨ªs.
Con 3,47 millones de euros, ?cu¨¢ntos puestos de trabajo se consolidar¨ªan desde el tercer sector, el de las entidades no lucrativas? Fundaciones, asociaciones y cooperativas vienen creando centenares de puestos de trabajo que revierten en el bienestar ciudadano y en la atenci¨®n a los m¨¢s desfavorecidos. Con sumas mucho menores se mantienen talleres para que puedan trabajar personas con discapacidades, porque a pesar de la legislaci¨®n vigente, mucha industria convencional no incorpora a la plantilla el 2% de personas con disminuciones como la norma vigente requiere. Con el importe de la subvenci¨®n a Samsung, seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s, se podr¨ªa reducir el 20% el coste de los casals d'estiu y las colonias de vacaciones de toda la poblaci¨®n catalana de 3 a 12 a?os durante el mes de julio. Y podr¨ªamos citar, por ejemplo, la precariedad de la asistencia domiciliaria a ancianos sin recursos y de tantos otros servicios necesarios y que crean ocupaci¨®n.
En Catalu?a, en concreto en el entorno del nuevo Gobierno, disponemos de economistas, expertos universitarios y asesores econ¨®micos suficientemente preparados para fijar priorida-des. A buen seguro conviene mantener el apoyo a la industria global para que se mantenga e implante en nuestro pa¨ªs, pero de ninguna forma se puede olvidar a las entidades sociales sin ¨¢nimo de lucro que prestan servicios imprescindibles para la cohesi¨®n social y el bienestar ciudadano.
Esa labor la realizan con infraestructuras insuficientes y recursos m¨ªnimos, generalizando la prestaci¨®n de muchos servicios imprescindibles en una sociedad moderna. Confiemos en que ejemplos desafortunados como la marcha de Samsung provoquen reflexiones positivas para el conjunto de los ciudadanos de Catalu?a e incrementen el apoyo gubernamental a las organizaciones no lucrativas generadoras de ocupaci¨®n en la prestaci¨®n de servicios sociales.
Josep Oriol Pujol i Humet es director gerente de la Fundaci¨® Pere Tarr¨¦s.
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