La oposici¨®n pide la dimisi¨®n de Blair por sus exageraciones

El l¨ªder del Partido Conservador, Michael Howard, pidi¨® ayer la dimisi¨®n del primer ministro, Tony Blair, por las contradicciones mostradas por el Gobierno en torno al pol¨¦mico informe de septiembre de 2002, en el que se denunciaba que Sadam pod¨ªa lanzar en 45 minutos un ataque con armas de destrucci¨®n masiva.

Blair provoc¨® la indignaci¨®n de la oposici¨®n al reconocer en el debate parlamentario del mi¨¦rcoles que cuando el 18 de marzo autoriz¨® la invasi¨®n de Irak no sab¨ªa si el dato de los 45 minutos se refer¨ªa a un ataque con misiles de larga distancia o a un ataque con artiller¨ªa en el campo de batalla. El ministro de Defensa, Geoff Hoon, asegur¨® que ¨¦l sab¨ªa que las capacidades de Sadam de lanzar un ataque con tanta rapidez se limitaban al campo de batalla, con lo que el dato perd¨ªa casi toda su importancia.

En el momento de hacerse p¨²blico ese informe, la prensa brit¨¢nica difundi¨® con alarmismo la noticia de que Sadam pod¨ªa atacar las bases brit¨¢nicas en Chipre con armas qu¨ªmicas o bacteriol¨®gicas. El Gobierno, sin embargo, no desminti¨® ese dato a pesar de que los servicios de inteligencia y el Ej¨¦rcito sab¨ªan que era falso. "En aquel momento, ese asunto no ten¨ªa relevancia y es adem¨¢s muy dif¨ªcil conseguir que la prensa rectifique una noticia", se defendi¨® ayer Hoon en una nueva comparecencia parlamentaria.

Pasividad del Gobierno

Pero la pasividad del Gobierno en un asunto tan delicado es un indicio m¨¢s de que Downing Street quer¨ªa fomentar el mayor alarmismo posible sobre los arsenales de Sadam. Robin Cook, que abandon¨® el Gobierno de Blair en v¨ªsperas de la invasi¨®n, explic¨® que ¨¦l sab¨ªa que el dato de los 45 minutos se refer¨ªa a un ataque en el campo de batalla, porque cuando era ministro de Exteriores se lo pregunt¨® al jefe del Comit¨¦ Conjunto de Inteligencia. "Me parece muy dif¨ªcil creer que el primer ministro no se enterara de ese dato durante los meses que pasaron entre la publicaci¨®n del informe en septiembre de 2002 y el debate del 18 de marzo de 2003", cuando el Parlamento aprob¨® la invasi¨®n.

En una muestra m¨¢s de la crispaci¨®n que sigue dominando la vida pol¨ªtica brit¨¢nica, cientos de trabajadores de la BBC se manifestaron por todo el pa¨ªs para protestar por la dimisi¨®n de su director general, Greg Dyke, y en defensa de la independencia de la corporaci¨®n. "Manos fuera de la BBC" y "no influencia pol¨ªtica" rezaban muchas de las pancartas que portaban los manifestantes, convocados por el Sindicato Nacional de Periodistas. Dyke abandon¨® la corporaci¨®n al comprobar que el Consejo de Gobernadores le hab¨ªa retirado la confianza.