Apuesta por el modelo europeo de bienestar
Hace unos d¨ªas present¨¦ en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid un libro, editado por Bancaja, que se titula Una Apuesta por el Modelo Europeo de Bienestar y que en los pr¨®ximos d¨ªas espero presentar en Valencia.
Lo que he querido decir con este t¨ªtulo es que el Estado de Bienestar no est¨¢ en cuesti¨®n, aunque los socialistas piensen lo contrario. Cuando en 1994 Pedro Solbes, a la saz¨®n ministro de Econom¨ªa, declar¨® que la Seguridad Social espa?ola entrar¨ªa en quiebra en el a?o 2016, escrib¨ª que no cab¨ªa hablar de quiebra de la Seguridad Social por el simple hecho de que las cotizaciones no alcanzasen a cubrir las prestaciones prometidas, como no cabe hablar de quiebra de la Universidad porque las tasas acad¨¦micas no alcancen a cubrir sus gastos.
Por eso, no se trata ahora de discutir si el modelo de bienestar es o no viable, sino, m¨¢s bien, de reforzar sus cimientos, de "traducir los resultados econ¨®micos alcanzados en pol¨ªticas sociales cada vez m¨¢s avanzadas" (Muller Armack). Para eso es condici¨®n sine qua non conocer los desaf¨ªos a los que nos enfrentamos, porque no se puede "proceder a la transformaci¨®n de la vida p¨²blica sin un repertorio de ideas con las que enfrentar la existencia nacional en todos sus ¨®rdenes" (Ortega y Gasset).
El diagn¨®stico de c¨®mo va a evolucionar la realidad de la Uni¨®n Europea (a 15) en los pr¨®ximos a?os agota la primera parte de mi libro. Se?alo, en primer lugar, que la poblaci¨®n mundial crecer¨¢ mucho m¨¢s en los pa¨ªses pobres que en los pa¨ªses ricos, lo que supone que nos enfrentaremos a una mayor competencia de los bienes producidos en los pa¨ªses emergentes, a un desplazamiento de muchas empresas a pa¨ªses con mano de obra barata y a migraciones masivas desde los pa¨ªses m¨¢s pobres hacia la UE. Para dar una idea de hasta qu¨¦ punto crecer¨¢ la tentaci¨®n migratoria baste se?alar que la edad media en Marruecos es de 23 a?os y que su renta per c¨¢pita es 20 veces inferior a la de la UE. Pero es a¨²n m¨¢s estremecedor constatar que habr¨ªa que crear 40 millones de empleos en los pr¨®ximos 10 a?os en los pa¨ªses de la ribera sur del Mediterr¨¢neo, s¨®lo para mantener su ¨ªnfimo nivel de ocupaci¨®n actual.
En segundo lugar, subrayo que la poblaci¨®n de la UE crecer¨¢ muy lentamente hasta el a?o 2023, a?o en el que empezar¨¢ a decrecer a pesar del empuje de la inmigraci¨®n. Esta anemia demogr¨¢fica se traducir¨¢ en una contracci¨®n generalizada de la mano de obra a partir del a?o 2010, al mismo tiempo que aumentar¨¢ la poblaci¨®n jubilada. Eso quiere decir que, si a d¨ªa de hoy hay cuatro personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 65 a?os, en el a?o 2025 s¨®lo habr¨¢ 2,77 y en el 2050 tan s¨®lo 2,04. Concluyo esta parte del libro se?alando que los gastos derivados del envejecimiento absorber¨¢n dentro de 50 a?os casi 6 puntos m¨¢s del PIB que hoy d¨ªa.
En la segunda parte intento explicar que la UE supone un cors¨¦ muy estrecho para las pol¨ªticas nacionales, porque cualquier subida de las cotizaciones sociales se traduce en un mercado sin fronteras en p¨¦rdidas de competitividad y en un aumento del desempleo. Para poder cumplir con holgura las obligaciones derivadas del Pacto de Estabilidad, ser¨ªa conveniente empezar a tener en cuenta las obligaciones derivadas del envejecimiento a la hora de definir lo que se entiende por equilibrio presupuestario y, adem¨¢s, seguir reduciendo la deuda p¨²blica para liberar recursos con los que hacerlas frente. Puesto que la creaci¨®n de empleo es clave para sostener el estado de bienestar, postulo que se utilice, en otro orden de cosas, la tasa de ocupaci¨®n como criterio complementario al de la renta por habitante para acceder a los fondos estructurales, lo que por otra parte nos vendr¨ªa muy bien a los valencianos.
?D¨®nde encontrar los recursos financieros necesarios para hacer frente al aumento de los gastos sociales? Poco se puede esperar del impuesto sobre la renta porque mientras subsistan desigualdades importantes entre los pa¨ªses, el que quiera dar la nota corre el riesgo de ahuyentar el ahorro y entrar en el Libro Guinness de los Records exhibiendo el tipo m¨¢s progresivo del mundo con la menor recaudaci¨®n. Tampoco se puede esperar demasiado del impuesto sobre sociedades, porque el que quiera distinguirse asistir¨¢ a una emigraci¨®n masiva de empresas. No es opci¨®n mejor el impuesto sobre la energ¨ªa, porque colocar¨ªa en una mala posici¨®n a las industrias europeas respecto a las de terceros pa¨ªses -mucho menos preocupados por cuestiones ecol¨®gicas- y, a la postre, aumentar¨ªa el desempleo, como bien saben, entre otros, los azulejeros de Castell¨®n.
Para finalizar, propongo un programa para la acci¨®n con las siguientes medidas: pol¨ªticas de natalidad y conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral; control de la inmigraci¨®n; retraso de la edad de jubilaci¨®n; pol¨ªticas activas de empleo para los grupos con baja tasa de actividad (mujeres, j¨®venes, mayores de 55 a?os); mejora de la productividad dedicando m¨¢s recursos a la inversi¨®n y a la educaci¨®n; reducci¨®n de la deuda p¨²blica; reforma de los mercados en l¨ªnea con la estrategia de Lisboa y potenciaci¨®n de los fondos de pensiones privados como complemento -nunca como sustitutivos- del sistema p¨²blico de pensiones. En el terreno estrictamente fiscal, postulo la armonizaci¨®n de los impuestos directos para dar mayores m¨¢rgenes de maniobra a los pa¨ªses miembros sin riesgo de elusi¨®n fiscal. Y, mientras esto no sea posible, propongo recurrir al Impuesto sobre el Valor A?adido para financiar los nuevos gastos sociales, en lugar de confiar en el impuesto sobre sociedades, ya que penaliza las inversiones, la eficiencia empresarial y las exportaciones, en vez de aumentar las cotizaciones sociales, porque constituyen un aut¨¦ntico impuesto al empleo.
Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo es vicepresidente de la Comisi¨®n de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios.
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