Un penalti salva al Zaragoza

El Zaragoza es un equipo blando. Un conjunto lleno de buenos prop¨®sitos pero sin pegada. Amaga y amaga, baila en el centro del campo, pero no tiene profundidad. En defensa le sucede lo mismo. Milito y ?lvaro van muy bien al cruce, saben sacar la pelota correctamente y no se sit¨²an mal. Pero no asustan. La Real, que ayer tampoco estaba para dar muchos sustos a nadie, apenas toc¨® la pelota y dispar¨® a puerta en contad¨ªsimas ocasiones. As¨ª, el choque se tuvo que resolver por un lanzamiento de penalti favorable al Zaragoza en el suspiro final. Eso, a pesar de dominar los noventa minutos. El equipo aragon¨¦s hab¨ªa sido incapaz de marcar en alguna de sus muchas ocasiones, con la excepci¨®n de su tempranero primer gol.

Antes de cumplirse el minuto cinco el Zaragoza ya hab¨ªa anotado su primer tanto. Un eslalom de Savio por el centro que acab¨® con una mirada al punto de penalti y un bal¨®n suave a la carrera de Villa para que se adelantase a la salida de Westerveld y marcara de un tiro raso ajustado al palo. Un tanto milagroso si se examinan las dificultades del conjunto aragon¨¦s para meter el bal¨®n entre los tres palos.

Poco a poco, con la p¨¦rdida de protagonismo de Movilla, el equipo donostiarra se fue apropiando de la pelota. Tampoco es que se le ocurriese hacer nada da?ino con ella, pero al menos tocaba un poco m¨¢s. De hecho, el tanto de Xabi Alonso coincidi¨® con el primer lanzamiento a puerta de la Real. Un fallo de los centrales del Zaragoza que dejaron perfilarse con todo el tiempo del mundo al medio.

En el segundo tiempo, el Zaragoza persisti¨® en su idea de manosear el bal¨®n, con Movilla resurgido, y la Real en la suya de esperar su oportunidad economizando cualquier esfuerzo. As¨ª, Movilla tocaba y tocaba tirando de manual, abriendo a las bandas o metiendo alg¨²n bal¨®n interior. Pero la jugada mor¨ªa en el costado o en la frontal. En ocasiones, s¨®lo la habilidad para el regate de Savio hac¨ªa prosperar los impulsos zaragocistas. El brasile?o, an¨¢rquico como siempre, se meti¨® por el centro buscando la superioridad que da el uno contra uno y las paredes con Villa y Dani. Y de esas incursiones inesperadas surgi¨® casi todo lo bueno del Zaragoza. As¨ª se encontr¨® Villa con un bal¨®n en el pico del ¨¢rea y todo el tiempo para disponer de ¨¦l. Pero su lanzamiento lo detuvo Westerveld. Dani tambi¨¦n dispuso de algunas oportunidades, pocas, como un cabezazo picado y un tiro raso cuando el encuentro ya languidec¨ªa.

Xabi Alonso apareci¨® con cuentagotas. Lo mismo que Karpin. Pero cuando tocaban el bal¨®n, el Zaragoza temblaba. La banda derecha, la de Karpin, la defendi¨® hasta el minuto 51 Toledo, cuando fue sustituido por Rebosio. Y lo hizo fatal. Casi todo el peligro de los donostiarras lleg¨® por ese lado. Ni Gabilondo, ni Nihat, ni Alkiza, sin embargo, colaboraron m¨ªnimamente en los escasos intentos ofensivos de su equipo. Adem¨¢s, Alkiza estuvo bastante lento a la hora de taponar a Movilla y le dej¨® maniobrar con mucha libertad.

Sin embargo, a pesar de la poca presencia en el ¨¢rea ajena de la Real, la mejor oportunidad de todo el segundo tiempo, con la excepci¨®n del penalti, fue un lanzamiento de falta de Nihat. Con la pelota a diez cent¨ªmetros de la l¨ªnea del ¨¢rea grande, el turco la peg¨® con rosca, a media altura, y ajustada al palo izquierdo de Lainez. Pero el portero del Zaragoza sac¨® una mano magn¨ªfica.

El Zaragoza, cuando ya daba por perdidos dos puntos por su falta de punter¨ªa se encontr¨® con un penalti salvador.