Ronaldinho marc¨® la diferencia

Y el partido se acab¨® cuando Ronaldinho dijo basta. El brasile?o estaba jugando un partido plet¨®rico cuando, en el tramo final, le lleg¨® un bal¨®n de espaldas a la porter¨ªa y, a la media vuelta, empalm¨® una fant¨¢stica volea a la red. El Sadar se qued¨® mudo y a Osasuna se le agot¨® su capacidad de reacci¨®n. Ronaldinho lleg¨® justo a tiempo para liberar al Bar?a de sus nervios. Los azulgrana se hab¨ªan adelantado con un gol de Saviola al filo del descanso, pero el equipo rojillo empat¨® en la segunda parte con un gol de penalti de Pu?al cometido por Vald¨¦s. La victoria confirma la tendencia ascendente del equipo azulgrana en la Liga: tras sumar 13 de los ¨²ltimos 15 puntos se ha situado en la zona Champions. Los tres puntos tienen un gran valor porque demuestran que el equipo est¨¢ vivo cuando le aguarda un calendario de a¨²pa: Atl¨¦tico, Valencia y Deportivo.

El Bar?a no ganaba en El Sadar desde que jugaban juntos Romario y Laudrup. Once a?os despu¨¦s, Ronaldinho imit¨® a los dos. Ten¨ªa el d¨ªa y, cuando eso pasa, el Bar?a se agiganta. Ya antes de marcar el gol, el brasile?o hab¨ªa ofrecido su mejor repertorio con dos asistencias a lo Laudrup -sin mirar-a Saviola y Luis Garc¨ªa y al final le proporci¨®n¨® una tercera a Xavi. Pero como los goles no llegaban, Ronaldinho decidi¨® cerrar el partido. Marc¨® el gol y los azulgrana se llevaron la victoria de Pamplona por primera vez en diez a?os.

Algo parece cada d¨ªa m¨¢s claro. El Bar?a padece taquicardia cuando act¨²a en casa, pero fuera domina mucho m¨¢s el escenario. Como si se liberara de la angustia de fracasar en el Camp Nou. Y eso es lo que hizo ayer: controlar el centro del campo, tener el bal¨®n y esperar sus oportunidades. Llegaron a cuentagotas. No hizo gran cosa, pero es que Osasuna hizo menos. El equipo de Aguirre sali¨® paralizado. Se qued¨® atr¨¢s, agazapado, con mucha distancia entre l¨ªneas, esperando contraataques que no llegaron. Web¨® y Valdo apenas intervinieron. El Bar?a le super¨® en posesi¨®n, en control del juego y en actitud. Las ocasiones son otra historia. Cuando juega solo Saviola en punta, sin el lesionado Kluivert, es una loter¨ªa. La esperanza del Bar?a resid¨ªa en Ronaldinho, que empez¨® a lanzar avisos: nada m¨¢s salir dio un pase al pibito que chut¨® angelicalmente a las manos de Sanzol. Y luego dio el segundo, sin mirar a Luis Garc¨ªa, pero Antonio L¨®pez frustr¨® el chut a tiempo.

Ni Ronaldinho ni M¨¢rquez encontraron a Saviola. S¨®lo lo hizo Xavi. El medio centro hizo un amago al borde del ¨¢rea y conect¨® con el argentino, que col¨® el bal¨®n entre las piernas de Sanzol. Osasuna se qued¨® mudo. No ten¨ªa m¨¢s remedio que reaccionar y, en la segunda parte, Aguirre quit¨® a Webo y dio entrada a Bakayoko. Alfredo y Puyal actuaron en el doble pivote y pugnaron por el medio del campo. Ah¨ª empez¨® otro partido. Y qued¨® la gran duda: saber si el Bar?a aprobar¨ªa una de sus asignaturas pendientes del a?o: dejar los partidos abiertos a expensas del rival y no cerrarlos.

El interrogante qued¨® despejado en un cuarto. Osasuna sali¨® con fuerza, empez¨® a abrir el juego por las bandas y oblig¨® a Vald¨¦s a actuar por primera vez. Ronaldinho teji¨® medio gol pero Luis Garc¨ªa no pudo combinar con Saviola. Y luego todo fue r¨¢pido. Valdo fue probando a todos los zagueros del Bar?a hasta que forz¨® el penalti de Vald¨¦s que supuso el empate.

Rijkaard cambi¨® sus dos hombres de ataque y dio entrada a Quaresma y Luis Enrique en busca de m¨¢s agresividad. Pero anoche era el d¨ªa de Ronaldinho. No desperdici¨® su primera y ¨²nica ocasi¨®n de gol. Fue un tanto fant¨¢stico: Davids remat¨® y el brasile?o control¨® el bal¨®n, se lo acomod¨® y lo empalm¨® a la media vuelta a la red. A Osasuna se le acab¨® el gas y el Bar?a perdon¨® un tercer gol que Ronaldinho le hab¨ªa regalado a Xavi. Las expulsiones de Luis Enrique y Alfredo acbaron siendo una an¨¦cdota ante el gol de Ronaldinho.