El Ej¨¦rcito israel¨ª mata a 15 palestinos en la franja de Gaza

El reciente anuncio por parte de Ariel Sharon de que evacuar¨¢ las colonias situadas dentro de la franja de Gaza parece haber dado rienda suelta al Ej¨¦rcito para efectuar nuevas operaciones de castigo. Al menos 15 palestinos, entre ellos 10 milicianos armados, fallecieron y otras 50 personas resultaron heridas en el transcurso de dos incursiones registradas en el barrio de Shiyaia y en la localidad fronteriza de Raf¨¢.

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, conden¨® lo ocurrido durante su visita a Roma, desde donde neg¨® haber vendido hormig¨®n a las empresas que construyen el muro de separaci¨®n. Tal como ya le ocurriera a su predecesor, el laborista Ehud Barak, cuando decidi¨® retirarse del sur de L¨ªbano en la primavera de 2000, Sharon tendr¨¢ que enfrentarse con la c¨²pula castrense, que parece resistirse al desmantelamiento de los asentamientos de Gaza.

Un d¨ªa despu¨¦s de que el jefe del servicio de inteligencia militar, Aar¨®n Zeevi, declarara ante la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores y Defensa de la Kneset (Parlamento) que esta medida ser¨¢ interpretada como una "recompensa al terrorismo", el Ej¨¦rcito efectu¨® dos redadas casi simult¨¢neas. Si hay que evacuar la franja, que no sea mediante un gesto de debilidad, sino desde una posici¨®n de fuerza, vendr¨ªa a ser el mensaje.

El coronel al cargo de la Brigada Norte (estacionada en el kibutz de Nahal Oz y en el asentamiento de Netzarim), Yoel Strick, justific¨® la operaci¨®n del barrio de Shiyaia: "En las ¨²ltimas semanas hemos apreciado un considerable aumento en el lanzamiento de cohetes y morteros, as¨ª como en la colocaci¨®n de explosivos en las cunetas".

Mientras los soldados, con las caras todav¨ªa pintadas de negro, se despojaban de sus equipos de combate y las gr¨²as se llevaban los veh¨ªculos blindados, Strick no quiso especificar los efectivos empleados. "Fue una fuerza peque?a, pero altamente cualificada", se limit¨® a decir. Antes de su salida de la base para atender a los medios de comunicaci¨®n, se pod¨ªa ver en una esquina a cuatro palestinos de entre 20 y 30 a?os en cuclillas, esposados y con los ojos vendados. "Todos ellos eran miembros de una misma familia de la que sab¨ªamos estaba implicada en el lanzamiento de morteros y en la preparaci¨®n de explosivos", afirm¨® Strick. Tras asegurar que al entrar en el inmueble hab¨ªan encontrado un cintur¨®n bomba y otros artefactos, el coronel confirm¨® que dinamitaron la vivienda, de dos pisos de altura.

Cohetes Qassam

Una vez que los oficiales volvieron a entrar en la base, uno de los artificieros que hab¨ªan participado en la demolici¨®n no ocult¨® su satisfacci¨®n. "Al colocar las cargas nos estaban disparando por todas partes, pero yo no dud¨¦ en asumir el riesgo", coment¨®, prefiriendo no identificarse. "Mire, a mi mejor amigo lo mataron en un atentado hace tres meses, as¨ª que no dud¨¦ en hacer mi trabajo", agreg¨® a escondidas de sus mandos este soldado, quien con s¨®lo 18 a?os ya luce una gorra de la prestigiosa Brigada Givati sobre su hombro. La conversaci¨®n se vio interrumpida por la ca¨ªda en un descampado adyacente a la base de dos cohetes de fabricaci¨®n casera modelo Qassam.

Entre los muertos enterrados ayer en la ciudad de Gaza figuraba un hijo de Ahmed Hilles, el l¨ªder del movimiento Al Fatah en la franja, que trabajaba como agente de polic¨ªa. Tambi¨¦n un dirigente del movimiento islamista radical Ham¨¢s, Hani Abu Skalia, quien ya hab¨ªa sido previamente objeto de dos intentos fallidos de asesinato por parte del Ej¨¦rcito israel¨ª. Del medio centenar de heridos nueve lo fueron de gravedad, entre ellos, tres adolescentes que salieron a la calle para presenciar los tiroteos. Como en anteriores ocasiones, los f¨¦retros fueron conducidos al cementerio por una multitud clamando venganza.

La segunda incursi¨®n -que se sald¨® con dos muertos- tuvo lugar en la localidad de Raf¨¢, situada en la frontera con Egipto. Seg¨²n la oficina del portavoz del Ej¨¦rcito, el objetivo de la misma consisti¨® en "neutralizar t¨²neles utilizados para el contrabando de armas y explosivos".

La incursi¨®n fue efectuada por una docena de tanques y excavadoras, que durante los ¨²ltimos tres a?os han destruido cientos de viviendas supuestamente utilizadas como parapeto por los francotiradores o para esconder las entradas de los t¨²neles.