El debate sobre la moralidad y la censura llega al Congreso de EE UU

Como el pecho gigante que persegu¨ªa a Woody Allen en Todo lo que usted quer¨ªa saber sobre el sexo, el pez¨®n de Janet Jackson ha cobrado vida propia. Ha viajado hasta el Capitolio, ha desbarajustado la retransmisi¨®n de los Grammy y de los Oscar, ha encendido el debate sobre moralidad y decencia en televisi¨®n e incluso ha relegado los v¨ªdeos de Britney Spears a horarios de medianoche. El pez¨®n ha tomado dimensiones inesperadas, casi desproporcionadas. Hollywood y Washington, una vez m¨¢s, han preferido pecar de conservadores para evitar herir las susceptibilidades del p¨²blico estadounidense.

La ¨²ltima v¨ªctima del esc¨¢ndalo es Britney Spears. MTV ha decidido que el ¨²ltimo v¨ªdeo de Spears, Toxic, s¨®lo se retransmitir¨¢ a partir de las diez de la noche. "A la vista de la sensibilidad especial que existe en estos momentos, preferimos ser m¨¢s prudentes", ha dicho un portavoz de la cadena. La decisi¨®n tambi¨¦n afecta a los grupos de rock alternativos como Blink 182 y Maroon 5, y a la banda de rap Incubus. "Lo ocurrido en la Super Bowl es uno de los momentos m¨¢s lamentables de la televisi¨®n y el ¨²ltimo ejemplo de una serie de incidentes cada vez m¨¢s numerosos", volvi¨® a denunciar el mi¨¦rcoles ante el Congreso Michael Powell, el presidente de la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones (FCC). "Como padre de familia, comparto el malestar de millones de estadounidenses por la erosi¨®n de los est¨¢ndares de decencia com¨²n. La industria debe empezar a limpiar su propia casa".

El Congreso se ha cebado en el asunto. Estamos en a?o electoral y las cuestiones de moralidad cuentan mucho

El FCC ha recibido m¨¢s de 200.000 quejas y ha lanzado una investigaci¨®n para decidir si impone a la CBS, la cadena que retransmiti¨® el evento, una multa de 27.500 d¨®lares por indecencia, una cifra que podr¨ªa aumentar.

El Congreso se ha cebado en el asunto. Estamos en a?o electoral y las cuestiones de moralidad cuentan mucho. Recordemos brevemente el incidente. Hace casi dos semanas, el primer domingo de febrero, durante una de las actuaciones de la Super Bowl, la final de la liga de f¨²tbol americano que fue vista por m¨¢s de cien millones de espectadores, el cantante Justin Timberlake, hacia el final de su d¨²o con Janet Jackson, arranc¨® parte del escote de la cantante, desvelando no el sujetador de lencer¨ªa roja como parec¨ªa estar previsto, sino un pecho desnudo coronado por una estrella de plata pegada al pez¨®n. Jackson, tras alegar un fallo de vestuario, reconoci¨® luego que el incidente hab¨ªa sido provocado y se disculp¨® ante sus admiradores.

Durante la comparecencia del mi¨¦rcoles, algunos congresistas criticaron sin piedad a Mel Karmazin, presidente de Viacom, el conglomerado due?o de CBS y MTV. "Usted sab¨ªa lo que hac¨ªa, sab¨ªa que la provocaci¨®n y la indecencia aumentar¨ªan la audiencia", dijo con voz acusadora la representante republicana Heather Wilson al dirigirse a Karmazin, que volvi¨® a negar estar al corriente de las intenciones de Jackson. Muchos se han apresurado a comentar que el esc¨¢ndalo (y el pecho) de Jackson han tomado proporciones exageradas. Estados Unidos no es ajeno al sexo en la televisi¨®n, pero lo ha relegado a las cadenas por cable. Series como la muy popular Sexo en Nueva York han basado su enorme popularidad en di¨¢logos y situaciones expl¨ªcitas. "Consumimos m¨¢s pornograf¨ªa que ning¨²n otro pa¨ªs del mundo, pero no somos capaces de afrontarlo", comenta Willam Drummond, experto en comunicaci¨®n de la Universidad de Berkeley.

Hace unos d¨ªas, durante el tradicional almuerzo celebrado en Beverly Hills con todos los nominados a los Oscar, volvi¨® a salir el tema. "Creo que somos una sociedad suficientemente madura", coment¨® el actor Tim Robbins. "No creo que los ni?os vayan a quedarse marcados por haber visto a Janet Jackson; en todo caso, se van a quedar con la duda de si todos los pezones se parecen a ¨¦se".