Montesinos vuelve al banquillo

Vladimiro Montesinos, el asesor predilecto del ex presidente peruano Alberto Fujimori, que durante una d¨¦cada manej¨® todos los resortes del poder en el pa¨ªs andino, fue el cabecilla del tr¨¢fico de 10.000 fusiles a la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), seg¨²n declar¨® el antiguo teniente Jos¨¦ Luis Aybar Cancho, uno de los testigos clave en el nuevo juicio contra el otrora todopoderoso jefe de los servicios secretos. Treinta meses despu¨¦s de su detenci¨®n, Montesinos afronta junto a otros 35 procesados el primer juicio de envergadura en el que puede ser condenado a 20 a?os de prisi¨®n. Los tribunales ya le han impuesto cuatro condenas, que al no ser acumulativas, no superan los nueve a?os.

Sentado en la ¨²ltima fila del banquillo, Montesinos escucha impert¨¦rrito la lectura del resumen del expediente. La escena transcurre en la sala especial construida para el juicio en la mastod¨®ntica Base Naval del Callao. En sus tiempos de gloria Montesinos orden¨® construir en este recinto la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Per¨² para albergar a los principales dirigentes de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), que sembraron el terror en los a?os ochenta y principios de los noventa. Parad¨®jicamente, el ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) ocupa hoy una de esas celdas.

El juicio comenz¨® el 22 de enero. Por la magnitud y el ritmo de los interrogatorios se estima que durar¨¢ varios meses. Montesinos y todos los dem¨¢s procesados tienen que abandonar la sala cuando el tribunal llama a declarar al tambi¨¦n procesado Aybar Cancho. La sesi¨®n dura toda la jornada despu¨¦s de una exhaustiva rueda de preguntas por parte del fiscal, procurador, miembros del tribunal y abogado defensor.

El ex teniente fue uno de los cabecillas que Montesinos present¨® ante la prensa en 2000 al anunciar el desbaratamiento de un desv¨ªo de fusiles con destino a las FARC. Todo result¨® ser un montaje para ocultar un operativo de tr¨¢fico de armas con ramificaciones en varios pa¨ªses. El juicio deber¨¢ desentra?ar numerosos interrogantes, como por ejemplo si la CIA tuvo conocimiento de la operaci¨®n. Montesinos trabaj¨® como agente de la central de inteligencia estadounidense, y la defensa del procesado ha pedido que se cite a declarar al director de la CIA, George Tenet.

Aybar admiti¨® haber viajado varias veces a Jordania, de donde partieron las armas. Dijo haber recibido ¨®rdenes de Montesinos para controlar el env¨ªo de "equipos de comunicaciones" para las Fuerzas Armadas de Per¨². Nada sab¨ªa, dijo, de que en las cajas no hab¨ªa esos equipos y s¨ª miles de fusiles que fueron desviados desde Iquitos, en la selva amaz¨®nica, con destino a las FARC.

El turno de Montesinos todav¨ªa no ha llegado en este juicio, aunque es previsible que se niegue a declarar o lo haga a trav¨¦s de su abogada. Han transcurrido dos a?os y medio desde su detenci¨®n en Venezuela y extradici¨®n a Per¨², y la sombra del ex asesor de Fujimori sigue planeando sobre la pol¨ªtica peruana. El Gobierno de Alejandro Toledo, profundamente debilitado por la ca¨ªda en picado en las encuestas y por distintas crisis, acusa a "la Mafia fuji-montesinista" de todos los males del pa¨ªs. Hasta d¨®nde llega la influencia del hombre m¨¢s denostado de Per¨² es una inc¨®gnita. Pero pocos dudan de que todav¨ªa es significativa en algunos sectores del Poder Judicial, las Fuerzas Armadas y en ciertos medios de comunicaci¨®n.