Fabra lleva ocho meses sin pedir autorizaci¨®n para actividades privadas que la requieren

"La compatibilidad para desempe?ar actividades privadas remuneradas queda sometida al cumplimiento de dos requisitos: el car¨¢cter marginal de la segunda ocupaci¨®n y la declaraci¨®n formal de compatibilidad a cargo del pleno de la Corporaci¨®n". El informe sobre la compatibilidad del cargo de presidente de la Diputaci¨®n con el ejercicio de actividades privadas remuneradas, encargado por la Corporaci¨®n provincial de Castell¨®n en 1996 al catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad de Valencia Jos¨¦ Mar¨ªa Ba?o Le¨®n e invocado repetidamente por el PP en defensa de su presidente, Carlos Fabra, es claro y rotundo: "La dedicaci¨®n exclusiva no es incompatible con el ejercicio privado de actividades remuneradas", pero ¨¦stas deben ser aprobadas por el pleno. Fabra, elegido en mayo concejal del Ayuntamiento de la ciudad y, posteriormente, nombrado presidente de la Corporaci¨®n provincial, cargo del que tom¨® posesi¨®n en junio, no tiene aprobada la compatibilidad.

S¨ª present¨® el registro de intereses sobre causas de posible incompatibilidad y actividades en junio de 2003, pero no se ha sometido a la aprobaci¨®n del pleno para ejercerlas, a la vez que cobra una dedicaci¨®n exclusiva que le reporta 6.000 euros mensuales.

La compatibilidad de Carlos Fabra en el ejercicio de sus actividades privadas y su cargo como presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n ha sido puesta en duda despu¨¦s de que el empresario Vicente Vilar le denunciara por el supuesto cobro de favores pol¨ªticos para acelerar la tramitaci¨®n de autorizaciones para la fabricaci¨®n de productos fitosanitarios. Actualmente, el presidente del PP castellonense est¨¢ inmerso en dos procedimientos como presunto autor de uno o varios delitos contra la Administraci¨®n p¨²blica y contra la salud p¨²blica.

Una de las conclusiones del informe se?ala que la compatibilidad del ejercicio de la abogac¨ªa con el cargo de diputado es posible, "siempre que se renuncie a intervenir de forma directa en procedimientos administrativos y judiciales". En 2002, Fabra defendi¨® los intereses de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fitosanitarios y Sanidad Ambiental (Aefisa) en la tramitaci¨®n de la Ley de Sanidad Vegetal. El l¨ªder del PP de Castell¨®n intervino, ante diputados de su partido, para tratar de modificar el proyecto del Gobierno, que perjudicaba a las peque?as y medianas firmas del sector. Esta intervenci¨®n fue reconocida por la socia de la esposa de Fabra y ex c¨®nyuge de Vilar, Monserrat Vives.