"Hay mucho intrusismo"

La casualidad catapult¨® a Cintia, con tan solo 16 a?os, hasta el conf¨ªn del mundo. Anchorage (Alaska) fue su residencia desde agosto de 1996 hasta junio del 97. Fue la primera etapa importante de un viaje inici¨¢tico como estudiante a la b¨²squeda de futuro profesional. "Ingres¨¦ en una School Secundary para cursar lo que en Espa?a ser¨ªa tercero de bachillerato", comenta la joven diplomada en turismo. "Era un centro algo at¨ªpico por el n¨²mero de alumnos, en comparaci¨®n con otros de Estados Unidos en los que pueden llegar a juntarse m¨¢s de 2.000 alumnos, y me sorprendi¨® encontrar en las aulas gente de diferentes edades, dado que", aclara, "se utiliza el criterio del nivel acad¨¦mico para la composici¨®n de los cursos. En cuanto a conocimientos, el nivel era inferior al espa?ol pero, sin embargo, se apostaba por el conocimiento pr¨¢ctico...".

La aventura le report¨® un buen conocimiento del ingl¨¦s y un crecimiento personal imprescindible para el oficio al que quer¨ªa dedicarse, pero tambi¨¦n una p¨¦rdida del h¨¢bito de estudio que a su vuelta le oblig¨® a repetir un curso. Superado COU, se decidi¨® por los estudios de turismo. A Cintia, inquieta, curiosa y de una actividad desbordante, le atra¨ªa la idea de conocer y relacionarse con otras culturas, gentes, viajar. "Formo parte de la primera generaci¨®n de estudiantes de turismo de la Universidad de Valencia", explica y asegura con media sonrisa: "Result¨® una experiencia decepcionante". "Durante los tres a?os de facultad", contin¨²a, "no hubo tiempo de profundizar en nada, tuvimos un profesorado mal preparado, disperso acad¨¦micamente, que creo que nos orient¨® mal para el sector... Me sorprendi¨® la poca dedicaci¨®n al estudio de idiomas hasta el punto que hac¨ªa falta buscarse la vida en academias privadas y cosas por el estilo. En general", concluye, "hab¨ªa pocas conexiones con el mundo real y paradojalmente lo m¨¢s alucinante era pensar, que hasta la fecha, el Pa¨ªs Valenciano no se hubiera dotado de un centro p¨²blico para preparar profesionales del turismo".

Cintia empez¨® su andadura como diplomada en 2002. Trabaj¨® en una importante agencia de viajes, donde los conocimientos adquiridos no le sirvieron, confiesa, de mucho. En su opini¨®n, la diplomatura de Turismo "viste poco" y, puestos a escoger, "a los empresarios les atrae mucho m¨¢s el titulo de Empresariales". Como s¨ªntoma de hasta qu¨¦ punto es desconocido y poco valorado el t¨ªtulo, bromea con un ejemplo: "Un dia pas¨¦ por las oficinas del Servef y no encontraron la referencia de mi titulaci¨®n". Finalmente, aprendi¨® dise?o gr¨¢fico para aportar algo a la peque?a agencia de publicidad que regenta su familia y en la que ahora trabaja. "No descarto volver a dedicarme al turismo, especialmente al sector rural o trabajar en el ¨¢mbito de las agencias de desarrollo local", dice, pero con reservas: "En estos momentos, si no eres alguien, nuestro trabajo se paga mal y es muy esclavo". El caso es que para Cintia, el turismo en Valencia a¨²n no mira a los que podr¨ªan ser su principal motor profesional. "Hay mucho intrusismo. Si no, prueba a pasar un dia por los hoteles de Benidorm y ver¨¢s una imagen exterior marcada por el sun, sex, sea, poca diversificaci¨®n de la oferta, y tambi¨¦n, claro, todo un futuro por delante". Conf¨ªa en que "las cosas puedan cambiar" y cree que "algo se est¨¢ haciendo" en ese sentido. ?Su apuesta personal? "El turismo rural".