Por el humo se sabe...

La estupidez humana es ilimitada, lo asombroso est¨¢ en que encuentre nuevas formas de expresarse. Debe de haber por ah¨ª una conjura de los necios rumiando constantemente c¨®mo dar con bobadas in¨¦ditas. La pen¨²ltima que han encontrado se llama Promess Organic AB, una empresa sueca cuyo negocio consiste en vender, como lo ¨²ltimo, la degradaci¨®n ecol¨®gica de cad¨¢veres humanos. Al parecer, congelar¨ªan los fiambres con nitr¨®geno l¨ªquido y los romper¨ªan en trocitos para utilizarlos como abono en jardines y macetas. La paternidad sueca del invento se nota en el manejo del fr¨ªo, y la mano de la Internacional de la Estupidez, en el tortuoso camino que emplean para lograr algo que ya ocurre de manera natural, pues la descomposici¨®n de los cad¨¢veres es un proceso que viene d¨¢ndose de antiguo sin que nadie se haya atrevido a llamarlo nunca ecol¨®gico. Cierto, ahora est¨¢ prohibido llevarse el difunto con caja y todo a casa para que se pudra encima de los geranios. Tambi¨¦n es cierto que si se dejan en el cementerio es s¨®lo para que lo aprovechen cuatro hierbajos, alg¨²n cipr¨¦s y seis tiestos, que no lo necesitan porque el respetable ha encontrado que resultan m¨¢s f¨¢ciles de mantener las flores de pl¨¢stico. Pero, claro, cargar con 80 kilos de abono humano congelado tambi¨¦n presenta sus inconvenientes, ya que, a menos que se traslade en neveras port¨¢tiles, cabe presumir un viaje asqueroso con los pedacitos del t¨ªo Andoni derriti¨¦ndose en el maletero. ?No ser¨¢ m¨¢s bien que los padres del invento est¨¢n haci¨¦ndose los suecos para no reconocer que las cenizas de un finado cumplen el mismo cometido de manera menos engorrosa? Hombre, tambi¨¦n puede uno estornudar si las inhala al esparcirlas, pero al menos no tienen fecha de caducidad y se pueden transportar a los confines del mundo donde m¨¢s abono haga falta y tenga mayor sentido la palabra ecolog¨ªa.

Lo ¨²nico que demuestra esta idiotez venida del fr¨ªo es lo f¨¢cil que se puede vender humo a condici¨®n de que se empaquete bien o se toque la tecla adecuada del coraz¨®n humano. Y esto es lo que acaba de poner al descubierto la Uni¨®n Europea tras correr la cortina de humo que le tend¨ªan. De acuerdo, la el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo no ha dicho respecto a la Ley de Partidos lo que dice el ministro Michavila; a saber, que habr¨ªa dado su aval al contenido de la misma, pero tampoco se puede concluir que haya dicho solamente que no admite la denuncia del Gobierno vasco por una cuesti¨®n de forma, ya que lo que ha dicho al rechazar el recurso es que no puede admitirla porque la ha interpuesto una parte del Estado espa?ol contra otra parte del Estado espa?ol, y eso no lo permite el reglamento. Es decir que, el tribunal ha recordado a Ibarretxe, por si lo hubiera olvidado, que ¨¦l, su Gobierno y su partido forman parte del Estado espa?ol, con todas las consecuencias. O sea que ya va siendo hora de que se quite algunos humos.

La cosa no queda ah¨ª porque la UE ha vuelto a insistir por boca de Prodi. Puede que Prodi s¨®lo haya dicho que Ibarretxe no puede sustentar su plan en el Tratado de la Uni¨®n, vamos, que no puede utilizarlo como base legal para su plan y, puede tambi¨¦n, que Ibarretxe no hubiera intentado que la UE le avalase; pero el recordatorio de Prodi vuelve a poner sobre la mesa el hecho de que Ibarretxe, su plan, su partido y su gobierno forman parte de Espa?a, y s¨®lo desde ese supuesto se puede sostener, como ha hecho alg¨²n comentarista, que la UE no dispone de ordenamiento jur¨ªdico que establezca c¨®mo han de organizarse internamente los Estados. Pues bien, si el plan Ibarretxe s¨®lo afecta a la redistribuci¨®n interior de competencias, ?por qu¨¦ incluye una cl¨¢usula de rescisi¨®n por la que se reserva el derecho a salirse de Espa?a en cuanto el Estado rechace el plan por anticonstitucional y secesionista? Y si m¨¢s all¨¢ del humo lo que quiere Ibarretxe es irse, ?no deja bien claro el borrador de Constituci¨®n europea que no se puede ir contra la integridad territorial de los Estados que la suscriben? Pues eso, que para ahumados, el salm¨®n.