El Prado coloca los bodegones de la raz¨®n de Mel¨¦ndez frente a la mirada moderna

"Luis Mel¨¦ndez es el bodegonista puro". "Pinta los bodegones de la raz¨®n". "Ahora se someten a una mirada moderna". Son frases dichas ayer en el Museo del Prado durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n Luis Mel¨¦ndez. Bodegones. El montaje re¨²ne 40 obras de Mel¨¦ndez (1716-1780) y 26 objetos como los representados en los cuadros. La muestra parte de los fondos que tiene el museo, la tercera parte de su producci¨®n, junto a otros de coleccionistas europeos y americanos, que se ven por primera vez para comparar las distintas versiones.

La intenci¨®n de la exposici¨®n, seg¨²n el director del Prado, Miguel Zugaza, es reivindicar a "uno de los mejores pintores europeos de naturalezas muertas del siglo XVIII" y un g¨¦nero considerado menor, pero que form¨® parte de la revoluci¨®n cubista. "Es una forma de presentar la moderna experiencia de lo real", declar¨® Zugaza al comentar los precedentes de S¨¢nchez Cot¨¢n y Zurbar¨¢n y su propia herencia, que llega a C¨¦zanne "en la obstinada b¨²squeda de orden" y la simplificaci¨®n de los elementos de representaci¨®n en las geometr¨ªas.

Zugaza se?ala que sus bodegones se alejan de los "placeres sensuales" de las naturalezas muertas de artistas franceses y holandeses y de las vanitas de otros autores, para centrarse en la "mentalidad ilustrada" de su ¨¦poca, basada en el tacto y la vista.

El director adjunto de conservaci¨®n e investigaci¨®n del Prado, Gabriele Finaldi, se refiri¨® a los fondos que tiene el museo de Mel¨¦ndez, con 39 cuadros que realiz¨® para el Pr¨ªncipe de Asturias, futuro Carlos IV. Para completar la "mirada festiva", a la selecci¨®n de 14 de ellos se han unido otros 26 de colecciones de museos y particulares, con varias obras que nunca se han visto en Espa?a, como Bodeg¨®n con naranjas, nueces, caja de dulces y cesta, procedente de la National Gallery de Londres; Bodeg¨®n con peras, enfriador de vino, botella y cesta, de una colecci¨®n privada, y el Bodeg¨®n con higos y pan, comprada recientemente por la National Gallery de Washington. "Es un pintor por descubrir", asegura Finaldi.

Los comisarios de la exposici¨®n, Peter Cherry, profesor del Trinity College de Dubl¨ªn, y Juan J. Luna, jefe del departamento de pintura del siglo XVIII del Prado, que hace 22 a?os mont¨® una muestra de Mel¨¦ndez, han contado con la colaboraci¨®n de la historiadora Natacha Sese?a, que ha reunido 26 objetos de distintos museos y colecciones. Dentro de un mes tambi¨¦n publicar¨¢ el Prado un libro sobre las t¨¦cnicas utilizadas por el pintor, analizadas en el gabinete del museo, con un estudio de Carmen Garrido y Peter Cherry. La muestra, con la colaboraci¨®n de Philip Morris Spain, permanecer¨¢ hasta el 16 de mayo en las salas temporales del museo (salas 51a y 51b, entrada por Goya baja), y a finales de junio se colgar¨¢ en la Galer¨ªa Nacional de Irlanda, en Dubl¨ªn.

El montaje de los bodegones de Mel¨¦ndez se ha distribuido en dos salas, en una disposici¨®n que contrasta las distintas versiones, las parejas que ahora se juntan y una pared para los que incluyen paisajes, por lo general de N¨¢poles, donde el artista naci¨® en 1716 y regres¨® para continuar su formaci¨®n tras permanecer en Madrid al a?o de nacer, con el traslado de su familia. En el centro de la sala se han distribuido los objetos, como pucheros, platos de loza basta, meleros, chocolatera, enfriador de corcho, calderos y cucharas, que aparecen tambi¨¦n en los cuadros.

Peter Cherry se?ala que el repertorio de Mel¨¦ndez es limitado en sus conceptos formales y t¨¦cnicos, "pero, como pintor, su t¨¦cnica es insuperable". A?ade que como novedad de la muestra aparecen las variantes de los modelos, que el visitante puede seguir como un juego al comprobar ante los cuadros si est¨¢n sacados del natural, "la imitaci¨®n de la naturaleza" o son copias de otros ¨®leos. Juan J. Luna ofreci¨® algunos datos biogr¨¢ficos de Mel¨¦ndez, con los problemas de su padre, pintor y soldado, en la junta preparatoria de la Real Academia de Bellas Artes, que afect¨® a su formaci¨®n en la miniatura para joyas y el bodeg¨®n. "Sus trabajos tienen el esp¨ªritu de la Ilustraci¨®n, son bodegones de la raz¨®n. Cada pintura se distingue por su forma geom¨¦trica pura. En ellas no hay figuras humanas ni animales que no est¨¦n a punto de ser consumidos, tampoco hay insectos, salvo alguna mariposa, ni sirve en ellos el concepto de trofeo de caza o de guerra".

En los bodegones est¨¢n, seg¨²n Luna, las cocinas populares de su tiempo, como un repertorio, y s¨®lo falta unir a los objetos las frutas y verduras de hoy para comparar.