Miedo en Hait¨ª
Casi diez a?os despu¨¦s de que soldados de EE UU invadieran Hait¨ª para apoyar la democracia, la pobre media isla caribe?a vuelve a estar sumida en el caos, la violencia y el miedo. La Administraci¨®n de Clinton mand¨® invadir la isla en 1994 en la Operaci¨®n Mantener la Democracia, para reponer en la presidencia a Jean Bertrand Aristide. En 2000 se retiraron las ¨²ltimas tropas de EE UU, convertidas en cascos azules de la ONU, y poco despu¨¦s, Aristide ganaba unas elecciones fraudulentas. De nada ha servido aquella intervenci¨®n de 1994, porque no hubo perseverancia en el esfuerzo. Uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de la Tierra fue, de nuevo, abandonado a su terrible suerte.
Aristide, el l¨ªder populista que tantas esperanzas hab¨ªa despertado, no consigui¨® sino m¨¢s miseria para los ocho millones de habitantes de este castigado pa¨ªs. Hace unas semanas estall¨® una rebeli¨®n en la hist¨®rica ciudad de Gonaives, en la que participan grupos armados en su d¨ªa por el propio Aristide y otros supuestamente infiltrados desde la vecina Rep¨²blica Dominicana, al mando de
Louis Jodel Chamblain. Este ¨²ltimo fue el jefe de los paramilitares en la dictadura de Ra¨²l Cedras que derroc¨® a Aristide en 1991. El secretario de Estado, Colin Powell, se ha opuesto "a toda salida que sea contraria a la constituci¨®n o a todo intento de desalojar de forma ilegal al presidente electo".
La violencia, con un balance que sobrepasa ya la cincuentena de muertos, amenaza con desestabilizar al conjunto de un pa¨ªs con graves problemas de suministro de alimentos. La comunidad internacional, empezando por el Caricon (Comunidad del Caribe) y la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), debe tomar medidas urgentes para asegurar la viabilidad de una democracia que, necesariamente, requiere un desarrollo econ¨®mico y medios para lograrlo. Hait¨ª viene a vaciar de contenido toda la palabrer¨ªa actual sobre la "construcci¨®n de naciones".
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