El maestro de los correos basura

Le llaman "ratero" y le acusan de fraude en los chats de Internet. Peter Francis-Macrae, experto en inform¨¢tica, tiene incluso a detectives de la polic¨ªa de Cambridge pis¨¢ndole los talones. Investigan al joven ingl¨¦s, de 22 a?os, por dos cauces paralelos. En primer lugar, por posible enga?o a los cientos de internautas que han establecido una relaci¨®n comercial con su compa?¨ªa electr¨®nica, .Eu Registry Services. La propia comisaria es la v¨ªctima directa del segundo posible delito de Francis-Macrae por alteraci¨®n del orden p¨²blico. La polic¨ªa a¨²n no ha presentado cargos, pero le ha citado para una pr¨®xima comparecencia e interrogatorio a finales de marzo.

Desde la sede de Internet de .Eu Registry, el presunto ladr¨®n se compromete a canalizar el registro de un nombre o una marca con el dominio europeo aprobado por las autoridades de la UE. La empresa cobra un m¨ªnimo en torno a los 70 euros por sus servicios. El problema radica en que el registro europeo ni est¨¢ a¨²n operativo, ni se han otorgado las licencias a los futuros operadores de las solicitudes. Todav¨ªa no hay una fecha concreta de la entrada en circulaci¨®n de las direcciones de Internet que concluyen en .eu.

El director de una base de datos recibi¨® varios millones de 'e-mails' en ataques que duraron hasta tres d¨ªas

"Estas personas son unos farsantes. Intentan enga?ar al p¨²blico para obtener los datos de sus tarjetas de cr¨¦dito", advierte una de las empresas especialistas del sector, DomainAvenue.com. Su nota de alarma a?ade que .Eu Registry opera con varias direcciones de correo electr¨®nico, como registereu.com, europeanregistry.biz o registryservices. La pol¨ªc¨ªa de Cambridge relaciona todas ellas con Peter Francis-Macrae.

Fue al detener al presunto criminal, el pasado oto?o, cuando la comisar¨ªa cay¨® v¨ªctima de las artima?as del experto profesional. De buenas a primeras, la centralita se vio inundada con miles de llamadas quej¨¢ndose de un tal Tom Lloyd, el mismo nombre y apellido del jefe de la polic¨ªa de Cambridge. Todas esas personas hab¨ªan recibido un correo electr¨®nico amenazando con retirar unos 550 euros de sus cuentas corrientes en pago por la compra de una consola de mano iPod, que permite descargar y escuchar m¨²sica.

El tel¨¦fono de contacto del e-mail conduc¨ªa directamente a la comisar¨ªa central de Cambridge, mientras que el supuesto director de servicios con el cliente no era otro que el m¨¢ximo responsable policial. Los agentes del orden sospechan que fue Francis-Macrae el autor del bombardeo con falsos correos que generaron del orden de 2.500 quejas telef¨®nicas al d¨ªa. Ser¨ªa su acto de venganza por haber sido detenido, y m¨¢s tarde puesto en libertad condicional, por el esc¨¢ndalo de los registros europeos.

Parece ser que no es la primera vez que Francis-Macrae lanza ofensivas por correo electr¨®nico. Se le considera el maestro por antonomasia de los correos basura, los llamados spams. Es una actividad en principio l¨ªcita, puesto que env¨ªa la propaganda comercial exclusivamente a empresas. Escapa as¨ª a la normativa europea que proh¨ªbe transmitir correos no solicitados a las direcciones personales de cualquier ciudadano.

Pero ¨¦l va m¨¢s lejos. Como sucedi¨® a la polic¨ªa de Cambridge, algunos internautas se quejan de haber recibido un bombardeo de mensajes d¨ªas despu¨¦s de cuestionar la integridad de .Euregistry u otras empresas electr¨®nicas atribuidas a Francis-Macrae. El diario The Times apuntaba en su edici¨®n de ayer que Adrian Dugan, director de un base de datos electr¨®nica, ha recibido entre "10.000 y varios millones de e-mails en ataques que duraron desde 15 minutos hasta 3 d¨ªas".

Nadie discute el talento de Francis-Macrae para la inform¨¢tica. Su inter¨¦s por el ciberespacio despert¨® a¨²n siendo un adolescente. De estudiante en el Cambridge Regional College, mont¨® con 18 a?os su primera empresa, de la que han surgido m¨²ltiples ramificaciones. De acuerdo con los datos oficiales, factur¨® unos 70.000 euros en el ¨²ltimo ejercicio fiscal, pero algunos estiman que sus ingresos reales son muy superiores.