Carlos Fuentes reflexiona sobre el arte, con Piero y Vel¨¢zquez como modelos, en 'Viendo visiones'

El escritor mexicano Carlos Fuentes present¨® Viendo visiones, su ¨²ltimo libro, una colecci¨®n de ensayos sobre el arte editada por el Fondo de Cultura Econ¨®mica (FCE) en un lujoso volumen. El italiano Piero della Francesca (1420-1492) y el espa?ol Diego de Vel¨¢zquez (1599-1660) constituyen el marco de referencia de un libro de 512 p¨¢ginas y 250 reproducciones en el que Fuentes derrocha erudici¨®n. La primera edici¨®n de la obra fue de 9.000 ejemplares para la Fundaci¨®n BBVA-Bancomer, y otros 4.000 para el FCE, de venta al p¨²blico.

El libro abarca escritos y reflexiones efectuadas durante m¨¢s de 30 a?os y supone la vuelta de Fuentes al FCE, casi 50 a?os despu¨¦s de que esa editorial lo lanzara al estrellato con La regi¨®n m¨¢s transparente (1958). "Viendo visiones no pretende ser una historia del arte, ni mucho menos; es un libro que se ha hecho a la medida de mi vida, a la medida de que iba visitando museos o redactando solicitudes de pr¨®logos de aquellos autores que me gustan", dijo el autor la tarde del lunes en conferencia de prensa. "Sobre lo que no me gusta, no tengo nada que decir. Los modelos que he seguido para escribir este libro son dos grandes pintores de mi preferencia".

Se trata de los frescos de Arezzo y Sansepolcro de Piero della Francesca, y Las meninas, de Diego de Silva Vel¨¢zquez. "Casi no hay p¨¢gina en la que estos artistas y sus obras no aparezcan en el centro de la escena a veces, otras en bambalinas y, en ocasiones, tambi¨¦n sentados en sus plateas". Della Francesca es para Fuentes el revolucionario que crea el arte moderno a partir del Renacimiento, al romper la tradici¨®n bizantina de los iconos que miran frontalmente al espectador. "En Della Francesca no s¨®lo aparecen los espacios, los lugares, las cosas, sino que los personajes tienden a mirar fuera del cuadro. No nos est¨¢n mirando de frente, est¨¢n mirando hacia un lado, hacia el otro, o est¨¢n durmiendo a veces".

El escritor mexicano cree que Vel¨¢zquez pint¨® "el m¨¢s grande cuadro que se ha pintado jam¨¢s: Las meninas". "Por muchos motivos", explic¨®. Entre ellos, el car¨¢cter din¨¢mico de la extraordinaria pintura. "Tenemos a la infanta con sus due?as, con su enana, y tenemos a un caballero misterioso, que no sabemos si va o viene; tenemos un espacio al fondo de la pintura con los reyes de Espa?a, y sobre todo tenemos a Diego de Silva Vel¨¢zquez pintando un cuadro que no vemos, una tela que nos da la espalda y nos propone el misterio". Para Carlos Fuentes, Vel¨¢zquez consigue que la pintura salga de la pintura y se instale entre quienes la observan. La afici¨®n del escritor por el arte es temprana: su padre la promovi¨® llev¨¢ndole de ni?o a visitar museos. De adolescente, en Santiago de Chile, conoci¨® al muralista Siqueiros y, a?os despu¨¦s, de regreso a M¨¦xico y en sucesivos viajes a Europa, cobrar¨ªa fuerza la pasi¨®n por la pl¨¢stica, lo que refleja con su prosa en Viendo visiones. "C¨®mo le envidio a usted su imaginaci¨®n verbal", le dijo en una ocasi¨®n Luis Bu?uel, a quien sobraba la visual. "Cuando le escribo una carta a mi madre, le digo: 'Querida madre, te escribo para decirte que te estoy escribiendo".