Un par de robots muy miedosos

Pese a lo intr¨¦pidos que puedan parecer los dos robots solitarios que exploran territorio desconocido en Marte, Spirit y Opportunity son en realidad muy miedosos, extremadamente cautos. No se atreven con pendientes de inclinaci¨®n superior a 30 grados aunque pueden con cuestas de hasta 45 grados; si una roca les parece demasiado para ellos se queda parados, si creen que hay alg¨²n problema se ponen en modo de seguridad (quietos) y piden ayuda a casa, se mueven a la muy moderada velocidad de cuatro cent¨ªmetros por segundo y cuando se desplazan con su sistema de navegaci¨®n aut¨®nomo se paran cada 33 cent¨ªmetros para inspeccionar lo que tienen delante.

"Realmente el robot es muy conservador", dice Chris Voorhees, ingeniero del proyecto. O m¨¢s bien los hacen comportarse as¨ª sus controladores en la Tierra. "Nosotros determinamos c¨®mo tienen que ser de valientes y los hacemos ser extracautos para no ponerlos en peligro. Desde luego no queremos que los robots se pongan en una situaci¨®n en que tengan que emplear sus capacidades al l¨ªmite, siempre es mejor que sobre un poco por si lo llegas a necesitar", contin¨²a. "Pero si vi¨¦ramos que es excesivamente miedoso, que ni siquiera se mueve porque todo le parece un peligro, podemos hacer que sea un poco m¨¢s valiente", explica John Wright, del equipo de conductores de los veh¨ªculo. Como casi todo, es una cuesti¨®n de software y eso se puede cambiar desde la Tierra en funci¨®n de las circunstancias.

?Realmente cu¨¢les son los mayores peligros? Para Spirit y Opportunity lo peor ha pasado ya, coinciden los expertos, porque la parte m¨¢s arriesgada de la misi¨®n era el descenso y despliegue en Marte, con una sucesi¨®n rapid¨ªsima de operaciones de entrada en la atm¨®sfera marciana y frenado con escudo t¨¦rmico, cohetes, paraca¨ªdas, airbag y rebotes en el suelo que exig¨ªan una precisi¨®n extrema. Una vez en la superficie, ten¨ªan que abrirse los m¨®dulos de descenso en los que iban plegados los veh¨ªculos. "Ten¨ªan que activarse unos 40 mecanismos motorizados en todo el proceso, hab¨ªa 150 dispositivos pirot¨¦cnicos para cortar cables, separar interfaces, desplegar piezas, articular mecanismos... ha sido todo un reto", afirma Voorhees. "Se ensayaron 530 modalidades diferentes de salida del m¨®dulo, con m¨²ltiples plegamientos posibles de los airbag, con piedras, con obst¨¢culos", dice este ingeniero. "Y pese a ello, con Spirit nos encontramos una situaci¨®n ligeramente diferente a todas las previstas, con los airbag mal replegados. Con Opportunity fue todo mucho m¨¢s f¨¢cil".

Una vez en el suelo, una roca m¨¢s grande de lo que el todoterrreno puede superar es un riesgo, pero a¨²n lo es m¨¢s que afronte una pendiente excesiva y vuelque, porque no hay nadie ah¨ª para ponerlo derecho o para sacarlo de un agujero. "Otro problema puede ser una zona con polvo muy fino y profundo en que el veh¨ªculo se hunda", se?ala Wright.

El veh¨ªculo tiene que tener cuidado tambi¨¦n para que no resulten da?ados los instrumentos cient¨ªficos. Mark Adler, jefe de la misi¨®n, se?ala que cuando se desplaza el robot lleva encogido y protegido el brazo con los equipos de investigaci¨®n, pero va muy cerca del suelo, y podr¨ªa golpearlo fatalmente una piedra que pudieran sortear las ruedas.