La segunda dimisi¨®n del l¨ªder

La c¨²pula de Esquerra Republicana (ERC) despej¨® oficialmente ayer la duda que asaltaba a la formaci¨®n tras la crisis desatada por la entrevista de su l¨ªder, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, con la organizaci¨®n terrorista ETA. En realidad, la direcci¨®n de ERC ya hab¨ªa resuelto en la noche del mi¨¦rcoles que Josep Bargall¨®, consejero de Ense?anza del Gobierno catal¨¢n, ser¨ªa quien sustituyese a Carod como conseller en cap. Era la segunda dimisi¨®n del l¨ªder, propiciada como mal menor por sus socios de tripartito: PSC e Iniciativa per Catalunya.

Ganaban los partidarios de mantener la inversi¨®n a largo plazo en el Gobierno tripartito por encima de quienes ve¨ªan en Carod el principal capital pol¨ªtico de Esquerra. Y, sin pol¨¦mica, fue Carod quien ayer escor¨® la reuni¨®n de la permanente de ERC hacia el Ejecutivo de izquierdas.

No hubo debate sobre relevos al frente de la secretar¨ªa general del partido y tampoco se plante¨® que el l¨ªder de Esquerra Republicana dejara de ser cabeza de cartel en las pr¨®ximas elecciones legislativas. Se trataba de resolver un problema y no de tocar "todos los asuntos pendientes que tiene el partido", en boca de uno de los asistentes. Para los defensores a ultranza de Carod est¨¢ claro que ¨¦ste ha pagado con creces su "error personal".

Ninguna de las familias pol¨ªticas republicanas desenterr¨® pues ayer las hachas de guerra. Se trataba de dejar resoluciones de mayor calado para m¨¢s adelante. El relevo de Carod al frente de la secretar¨ªa general quedar¨¢ pospuesto, por lo menos, hasta el congreso que los independentistas celebrar¨¢n el pr¨®ximo mes de septiembre. Joan Puigcerc¨®s, hombre fuerte del aparato de Esquerra y virtual sucesor de Carod, compareci¨® en rueda de prensa tras el l¨ªder del partido, visualizando as¨ª la unidad y el cierre de filas de los republicanos. Puigcerc¨®s ya fue durante la primera gran crisis del Gobierno catal¨¢n -a finales del pasado mes de enero- el hombre que fij¨® como objetivo los intereses del tripartito por encima de la continuidad de las personas.

Puigcerc¨®s -el arquitecto de la alianza gubernamental por parte de ERC - se siente c¨®modo al frente de la maquinaria del partido y no tiene, de momento, entre sus objetivos formar parte del Ejecutivo. Pero ayer cualquier eventual debate sobre el futuro de Carod qued¨® aparcado.

Los dos candidatos a la cartera de Ense?anza -Marta Cid- y al cargo conseller en cap -Josep Bargall¨®- son personas de la m¨¢xima confianza de Carod. No se trataba de minar la moral de un l¨ªder psicol¨®gicamente hundido que puede tirar la toalla, aseguran quienes le conocen, si persiste la situaci¨®n de acoso pol¨ªtico que sufre.

El propio Puigcerc¨®s en declaraciones a la cadena SER reconoci¨® que Carod "est¨¢ triste". "Tiene un poco la sensaci¨®n de que tom¨® una decisi¨®n personal que no calcul¨®; el error que ha asumido es que no calcul¨® el riesgo y c¨®mo pod¨ªa ser manipulado este hecho", dijo el tambi¨¦n diputado de ERC y agreg¨®: "Carod no quiere ser recordado como el hombre que se reuni¨® con ETA".

Con la moral del l¨ªder baja, la reuni¨®n de la direcci¨®n de ERC fue una balsa de aceite. Los dirigentes del partido reconocieron el capital pol¨ªtico que supon¨ªa Carod para Esquerra e incluso dijeron que pod¨ªa aspirar a ser nuevamente candidato a la presidencia de la Generalitat en el a?o 2007, si se cumplen las previsiones sin mayores sobresaltos.

Pero el presente est¨¢ claro: la vuelta de Carod Rovira al Gobierno catal¨¢n no es negociable, sean cuales sean los resultados que obtengan los republicanos en las elecciones del 14-M . En la reuni¨®n del tripartito de ayer -tras la de la permanente de ERC- quedaron tan claros los nombres de Josep Bargall¨® y Marta Cid como el hecho de que la salida de Carod era una v¨ªa de no retorno en la presente legislatura.