Protestas separadas

Consciente de su papel de capital legal internacional, La Haya se esforz¨® ayer en canalizar con civismo la ira de palestinos e israel¨ªes. Ambas partes quer¨ªan manifestarse ante el Palacio de la Paz, en el centro de la ciudad, y el Ayuntamiento permiti¨® las marchas con una condici¨®n, que fueran por separado y a distintas horas. Los primeros en echarse a la calle fueron los israel¨ªes. Eran unos 1.600, seg¨²n la polic¨ªa local, y llevaban pancartas con los rostros de las "v¨ªctimas del terror". Casi un millar de personas muertas en ataques suicidas palestinos desde que comenzara la segunda Intifada, hace cuatro a?os. Para reforzar la tesis del muro como barrera defensiva, plantaron frente a la explanada del Tribunal Internacional de Justicia el autob¨²s destrozado el 29 de enero en Jerusal¨¦n en un atentado donde perecieron 11 personas. "Ayer vol¨® por los aires otro autob¨²s. La barrera es la ¨²nica protecci¨®n", se?al¨® Ronny Naftaniel, director del Centro holand¨¦s de Informaci¨®n y Documentaci¨®n sobre Israel.

A los palestinos les lleg¨® el turno a mediod¨ªa. Sumaban unos 600 y portaban banderas y carteles pidiendo el derribo del muro. Salieron de la plaza del Parlamento holand¨¦s y en su cabecera destacaba Greta Duisenberg, esposa del ex presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg. Cuando llegaron frente al Palacio de la Paz, el autob¨²s roto ya hab¨ªa sido retirado. La polic¨ªa despleg¨® desde temprano a sus efectivos antidisturbios, pero se limitaron a observar el paso de todos.