M¨®stoles busca ¨¢rbitros a los que les sobre ilusi¨®n
Una veintena de j¨®venes siguen un curso de juez deportivo para pitar los partidos municipales de la pr¨®xima temporada
Vestirse de negro, saltar a un terreno de juego e imponer autoridad a toque firme de silbato puede verse compensado por un sueldo m¨¢s o menos digno y la satisfacci¨®n de participar de forma activa, por ejemplo, en momentos tan inolvidables como una final de la Copa de Europa.
Pero cuando se trata de pitar el juego de futbolistas que le pueden doblar la edad y los kilos al ¨¢rbitro, sin c¨¢maras de televisi¨®n por medio y frente a un p¨²blico dispuesto a lanzar improperios ante una sanci¨®n algo dudosa, la vocaci¨®n mengua hasta hacerse casi inexistente. El concejal de Deportes de M¨®stoles, Eduardo de Santiago, del PP, resume el poco atractivo que tiene arbitrar en una liga municipal de F¨²tbol-7, con una frase lapidaria: "Todos prefieren jugar en el peor de los equipos a pitar el mejor de los partidos".
"Es un reto, porque as¨ª podr¨¦ demostrar que las chicas tambi¨¦n sabemos de f¨²tbol y tenemos car¨¢cter"
Con todo, los responsables municipales no se rinden, as¨ª que se han propuesto desmitificar la imagen negativa de los ¨¢rbitros montando un cursillo en el que ya se han inscrito 23 j¨®venes.
Con el fin de atraer al mayor n¨²mero de interesados, han puesto requisitos f¨¢ciles de cumplir: pueden participar hombres y mujeres, de 20 a 35 a?os, con un buen expediente deportivo y los s¨¢bados y domingos libres. Otro gancho es el sueldo. "Los que aprueben cobrar¨¢n m¨¢s que los ¨¢rbitros de la Federaci¨®n Madrile?a de F¨²tbol aunque, eso s¨ª, tendr¨¢n menos proyecci¨®n", reconoce el edil. Y, por ¨²ltimo, tranquiliza a los aspirantes: "En M¨®stoles nunca hemos tenido incidentes destacables en los campos de f¨²tbol porque al principio de temporada hablamos con los equipos y les pedimos su colaboraci¨®n".
El curso, que dispone de una parte te¨®rica, una pr¨¢ctica y unos ex¨¢menes finales, arranc¨® hace una semana en el pabell¨®n El Soto, de M¨®stoles. El profesor Giorgio Mariscotti, nacido en Argentina y nacionalizado italiano, empez¨® la clase con fuerza dial¨¦ctica: "No sean chulos ni autoritarios, ni en el terreno de juego ni en la vida en general", aleccion¨®. "Tengan en cuenta que, cuando os piten una jugada pol¨¦mica, les saldr¨¢ alg¨²n jugador con las pulsaciones a 5.000 revoluciones y malas formas. Su misi¨®n es no perder los nervios ni la seguridad ante situaciones de ese tipo", a?adi¨®.
El apartado de teor¨ªa del cursillo no s¨®lo incluye los consejos del profesor, sino que los alumnos han de aplicarse con el reglamento. "La regla n¨²mero cinco es muy importante porque habla de las jugadas y faltas de respeto que merecen una tarjeta amarilla, y la n¨²mero siete trata sobre el tiempo del partido; que nadie les venga con pavadas de parar el cron¨®metro porque esto no es baloncesto", apunt¨®.
Nuria G¨®mez, de 21 a?os, segu¨ªa con atenci¨®n las explicaciones docentes al tiempo que punteaba con su bol¨ªgrafo cada regla que citaba Mariscotti. Esta joven que juega de mediocentro en un equipo madrile?o se apunt¨® al cursillo sobre todo por curiosidad. "Espero poder entender un poco m¨¢s las situaciones con las que se topan los ¨¢rbitros de Primera Divisi¨®n y que, por ejemplo, por televisi¨®n, apenas se perciben", coment¨® al t¨¦rmino de la clase. Nuria no oculta su "reparo, no miedo" a pitar partidos de la categor¨ªa senior.
"Al fin y al cabo es un reto porque as¨ª podr¨¦ demostrar que las chicas tambi¨¦n sabemos de f¨²tbol, sabemos arbitrar y tenemos car¨¢cter", sentenci¨®. A su lado, Sergio Rup¨¦rez admiti¨® que su objetivo con el cursillo es conseguir "un dinerillo extra" los fines de semana.
Este central de la Agrupaci¨®n Deportiva Pique?as siempre da muchos quebraderos de cabeza a los ¨¢rbitros, por eso ha decidido ponerse al otro lado. "Yo ahora les protesto much¨ªsimo; quiz¨¢ cuando acabe el curso les entender¨¦ algo mejor", puntualiz¨® Rup¨¦rez, cuyo sue?o ser¨ªa pitar la final de un mundial con Espa?a jugando.
Sin embargo, ese deseo no se cumplir¨¢ con el curso de ¨¢rbitro que brinda el Ayuntamiento de M¨®stoles. El concejal de Deportes lo deja muy claro: "Necesitamos, al menos, diez ¨¢rbitros para pitar la competici¨®n municipal. Los que aspiren a arbitrar partidos de m¨¢s nivel han de pasar por el cursillo de la Federaci¨®n de F¨²tbol correspondiente". La consabida escasez de jueces deportivos en M¨®stoles se torn¨® en necesidad perentoria esta temporada. "Ya no suspend¨ªamos ning¨²n partido por barro porque conseguimos mejorar los campos, pero apenas hab¨ªa ¨¢rbitros. Eso ocasion¨® una lista de espera de 42 equipos de f¨²tbol-7", comenta el Jefe de Servicios de Deportes de M¨®stoles, Rafael Guti¨¦rrez.
Los cursillos de la federaci¨®n
La Federaci¨®n Madrile?a de F¨²tbol es veterana en la organizaci¨®n de cursos t¨¦cnicos de ¨¢rbitro. Convoca dos anuales que pueden aumentar si la demanda se dispara y consta de clases te¨®ricas que se imparten los lunes y jueves, y un apartado pr¨¢ctico, los s¨¢bados por la ma?ana.
El coordinador de los cursos, Jos¨¦ Luis Carcel¨¦n, diferencia los contenidos y fines de la ense?anza que se imparte en la federaci¨®n de los que brindan los ayuntamientos, como, por ejemplo, el de M¨®stoles. "Nuestros requisitos son m¨¢s duros y los que aprueban s¨®lo pueden pitar partidos que dependan de la federaci¨®n de Madrid. Al principio arbitran categor¨ªas infantiles, juveniles y cadete, para ir ascendiendo hasta Primera Divisi¨®n", aclara.
"Los ¨¢rbitros de un cursillo municipal s¨®lo pueden pitar partidos dependientes de la liga local", agrega. Las clases de la federaci¨®n duran tres meses, exigen una cierta forma f¨ªsica a sus aspirantes y aceptan a chavales a partir de los 14 a?os previa autorizaci¨®n paterna.
"El 80% corresponde a alumnos de 17 a 22 a?os, entre los que tambi¨¦n hay chicas", dice Carcel¨¦n. Una vez superado este cursillo gratuito, el alumno ha de abonar las cuotas de mutualidad y el reconocimiento m¨¦dico anual. Recibir¨¢ entonces su acreditaci¨®n de ¨¢rbitro.
Adem¨¢s del diploma acreditativo y la posibilidad de arbitrar en la competici¨®n mostole?a, Giorgio Mariscotti aspira a que todos sus alumnos acaben el curso con un car¨¢cter m¨¢s formado. "Si te gusta y lo haces bien, saldr¨¢s con una personalidad m¨¢s fuerte y una buena dosis de diplomacia para dejar claro qui¨¦n manda en el terreno de juego, pero tratando de iguales a los jugadores", sintetiza.
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