El continuo 'remake'
No estamos hundidos -al menos del todo- en la pesadilla orwelliana: no hemos perdido la memoria y hoy es m¨¢s f¨¢cil que nunca bucear en los documentos del pasado. Aunque los partidos pol¨ªticos escamoteen en sus p¨¢ginas web los viejos programas electorales, hay miles de fuentes para refrescar las viejas promesas incumplidas.
Estos d¨ªas circulan por la red trozos de uno de los debates celebrados en 1993 entre Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Es una viva demostraci¨®n de que el humor nunca puede superar a la vida misma. Se ve, por ejemplo, a un Aznar preocupado por los problemas que los j¨®venes tienen para acceder a una vivienda: "?Por cu¨¢nto", se pregunta el hoy presidente del Gobierno, "se ha multiplicado el precio de la vivienda en los ¨²ltimos a?os, d¨®nde est¨¢n las viviendas de protecci¨®n oficial?".
En el mismo v¨ªdeo Aznar, m¨¢s joven que hoy pero igual de irritado, afirma cosas tan curiosas como que "ante una hip¨®tesis de intervenci¨®n armada (...) la pol¨ªtica de Estado exige conversaciones antes de tomar una decisi¨®n" o que hay "miles de trabajadores que, avergonzados de que su trabajo no sea valorado por la parcialidad de los dirigentes y la televisi¨®n, no pueden organizar ni siquiera un debate".
Cuando acabas de ver el v¨ªdeo, la sonrisa se te termina helando. Te das cuenta de que, en realidad, no se trata de un espect¨¢culo c¨®mico, sino deprimente, en el que los papeles se intercambian y, cada cuatro a?os, se vuelven a repetir las promesas que se incumplieron. La pol¨ªtica -especialmente en ¨¦poca de elecciones- es un continuo remake. Deben de estar mal de guionistas.
Ver a Aznar ech¨¢ndole en cara a Gonz¨¢lez la manipulaci¨®n de la televisi¨®n p¨²blica hace gracia, pero cuando te das cuenta de cu¨¢nto tiempo venimos hablando de lo mismo se te quitan las ganas de re¨ªr. El debate sobre las televisiones p¨²blicas es muy significativo, porque se trata de un problema cuya soluci¨®n s¨®lo exige voluntad pol¨ªtica. No hacen falta recursos ni una coyuntura econ¨®mica favorable como para hacer carreteras, mejorar la ense?anza o crear empleo. Sin embargo, cada vez que hay alternancia en el poder, se intercambian los papeles pero la situaci¨®n sigue siendo la misma: el poder sigue manipulando y la oposici¨®n criticando la manipulaci¨®n.
En su programa para las elecciones andaluzas del 14 de marzo, el PSOE-A repite una promesa de hace cuatro a?os: crear un consejo del audiovisual que, respaldado por una amplia mayor¨ªa parlamentaria, controle nuestra tele p¨²blica. Ya ven, otro remake. En estos casos el asunto se convierte en una cuesti¨®n de fe: ?qu¨¦ raz¨®n hay para creer que se van a cumplir ahora las promesas que se incumplieron hace cuatro a?os?
Eso s¨ª, al menos nos queda el consuelo de que en Andaluc¨ªa se innova: andamos escasos en inversiones en I+D, pero nuestras ocurrencias tienen ¨¦xito. Zapatero ha seguido la senda de Chaves y ha convocado un foro de notables para que estudie qu¨¦ televisi¨®n hay que hacer. Chaves ha dicho que har¨¢ aqu¨ª tambi¨¦n lo que diga ese foro.
?Qu¨¦ pasar¨¢?
La soluci¨®n dentro de cuatro a?os.
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