El enano seductor

En Vivir rodando (Tom DiCillo, 1995), cine dentro del cine ambientado en la realizaci¨®n de una pel¨ªcula independiente americana, a alguien se le ocurr¨ªa la archirrepetida idea de que, ya que hab¨ªa que grabar una secuencia on¨ªrica, era imprescindible introducir en el sue?o la figura de un enano que ofreciese la atm¨®sfera necesaria.

Y es que, salvo contadas excepciones, los enanos han pasado por la historia del cine m¨¢s como elemento decorativo (casi como animales de feria a los que s¨®lo es posible mirar de soslayo) que como simples seres humanos.

Con una preciosa voz, una elegancia innata y una poderosa mirada, Peter Dinklage (gran actor) consigue enamorar (y la utilizaci¨®n del verbo es muy precisa) a no menos de cuatro personajes y a cualquier espectador que se acerque a esta historia de seres al margen, de sufridores natos que ponen en com¨²n su soledad en un inh¨®spito paisaje, la intersecci¨®n de las v¨ªas de un tren.

Presentada con muy buena acogida en el pasado Festival de San Sebasti¨¢n (donde consigui¨® el premio especial del jurado) y reciente ganadora del Bafta brit¨¢nico al mejor gui¨®n, The station agent es una pel¨ªcula independiente con todas las letras, con sus virtudes (sencillez, sinceridad, cercan¨ªa) y con el ¨²nico defecto que se le puede achacar: cierta sensaci¨®n de ya vista.

Soledad irremisible

En una entrevista reciente, Hal Hartley (Simple men), autor en horas bajas y uno de los gur¨²s del independentismo americano de las d¨¦cadas de los ochenta y noventa, afirmaba que este tipo de cine estaba "muerto". Puede que el diagn¨®stico sea algo exagerado, pero lo cierto es que muchos de los renovadores de aquella ¨¦poca casi han desaparecido del mapa, caso del autor de la frase, de Tom DiCillo, Allison Anders (?rea de servicio), Alexandre Rockwell (In the soup) o Lee David Zlotoff (La historia del spitfire grill).

Casi todos ellos ganaron premios en Sundance, ambientaron sus pel¨ªculas en la Am¨¦rica profunda, colocaron al frente de sus historias a personajes sin glamour aparente y establecieron que la soledad era el destino irremisible del ser humano moderno.

Todas estas caracter¨ªsticas (galardones en el festival de Robert Redford inclusive) las posee tambi¨¦n The station agent, pel¨ªcula revitalizadora del panorama independiente, que comparte numerosos puntos de uni¨®n con el cine de la espa?ola Isabel Coixet.

Seres al margen

McCarthy seduce con un enano que se dedica a ver pasar los trenes, con una artista carcomida por el pasado y con un vendedor ambulante de perritos calientes, gente de carretera secundaria, con dificultades para expresar sentimientos, seres al margen que salen a flote uniendo peque?as cosas. Como The station agent, cine al margen que triunfa gracias a peque?as grandes cosas: buenos di¨¢logos, certero retrato de personajes, sinceridad y delicadeza.