B¨¦lgica revive su etapa m¨¢s negra con el juicio del pederasta Dutroux
B¨¦lgica se dispone a revivir su pesadilla. Hoy comienza el juicio contra Marc Dutroux, el hombre que secuestr¨®, tortur¨® y viol¨® a m¨¢s de una docena de ni?as y dej¨® morir de hambre en su cautiverio a cuatro de ellas, generando la m¨¢s grande conmoci¨®n social de su pa¨ªs despu¨¦s de la II Guerra Mundial. El proceso se limitar¨¢ a juzgar a Dutroux como a un asesino en serie, un depredador aislado. Se ha retirado del sumario todo indicio de red mafiosa y cualquier implicaci¨®n pol¨ªtica de un caso en el que, cuando menos, se demostr¨® la escandalosa ineficacia de la justicia belga. Parientes de las v¨ªctimas y un amplio sector social considera una mascarada el proceso que ahora se abre y que puede condenar a perpetuidad al pederasta m¨¢s famoso de Europa.
Los sucesos datan de 1995 y 1996, cuando Marc Dutroux, un electricista en libertad condicional tras seis a?os de prisi¨®n por abuso de media docena de menores, secuestr¨®, tortur¨® y abus¨® de otras seis peque?as de entre 8 y 19 a?os de edad. Cuatro de ellas murieron en su cautiverio, mientras que las dos ¨²ltimas, Sabine Dardenne (12 a?os entonces) y Laetitia Delhez (15), fueron rescatadas con vida en agosto de 1996. Se espera que ambas comparezcan ahora ante el tribunal, que maneja un sumario de 440.000 folios y que escuchar¨¢ a cerca de 500 testigos.
Droga y somn¨ªferos
Junto a Dutroux, comparecen como acusados su ex esposa Michelle Martin, su compinche y toxic¨®mano Michel Leli¨¨vre, y un hombre de negocios, Michel Nihoul, que presuntamente le pagaba por los secuestros y le prove¨ªa de droga y somn¨ªferos con los que, a su vez, Dutroux adormec¨ªa a sus v¨ªctimas para mantenerlas bajo control.
El caso escandaliz¨® a B¨¦lgica porque, como demostr¨® la investigaci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria, para la polic¨ªa el principal sospechoso fue siempre desde el principio el propio Marc Dutroux. De hecho, la polic¨ªa estableci¨® una vigilancia especial en torno a este hombre ya en el verano de 1995, tras la desaparici¨®n de las dos primeras v¨ªctimas, Julie Lejeune y M¨¦lissa Russo (de ocho a?os), lo que no impidi¨® que siguiera actuando con total impunidad.
Ocho a?os despu¨¦s de aquellos sucesos, los padres de las ni?as muertas han debido renunciar a sus abogados para ejercer la acusaci¨®n particular y no arruinarse y amenazan con no acudir al juicio. Una plataforma llamada Observatorio Ciudadano mantiene que aquel cerco policial en torno a Dutroux actu¨® m¨¢s bien como cord¨®n protector. En 2001, la justicia decidi¨® abrir un segundo sumario al que enviar cualquier indicio de esa supuesta red pederasta que actuaba para toda Europa sirvi¨¦ndose de desaprensivos como Dutroux. Incluso sus abogados, Xavier Magn¨¦e y Martine van Praet, comparten esta tesis. Magn¨¦e asegura que ese segundo sumario no ha avanzado y que, tras ocho a?os de escasa investigaci¨®n, el juicio contra Dutroux no est¨¢ maduro.
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