Ba?o de sangre

Es dif¨ªcil concebir una sacudida de mayor alcance que la cadena de atentados suicidas y ataques con morteros de ayer en Kerbala y Bagdad contra multitudes chi¨ªes en el d¨ªa m¨¢s santo de su credo, en los que de momento han perecido casi 170 personas. En la jornada m¨¢s sangrienta desde la ca¨ªda de Sadam Husein, los terroristas han conseguido extender hasta el paroxismo el clima de miedo que vive el pa¨ªs ¨¢rabe y marcar su impronta sobre el borrador constitucional aprobado la v¨ªspera por el Consejo de Gobierno iraqu¨ª.

Los asesinatos masivos de Irak encajan como un guante en los prop¨®sitos del fundamentalismo armado en general y de una organizaci¨®n como Al Qaeda en particular. Los atentados de la capital y la ciudad santa, y el que casi simult¨¢neamente caus¨® casi medio centenar de muertos en otro cortejo religioso chi¨ª, en Pakist¨¢n, no van contra las tropas de ocupaci¨®n o sus colaboradores interiores, ni son fruto de una resistencia armada m¨¢s o menos patri¨®tica. Son terrorismo qu¨ªmicamente puro, planeado y ejecutado con precisi¨®n, que busca un maremoto emocional capaz de lanzar una comunidad contra otra y de arrasar cualquier posibilidad de entendimiento. Algo que cada vez parece m¨¢s f¨¢cil de conseguir en lugar tan desmembrado como Irak, donde chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos est¨¢n m¨¢s interesados en consolidar sus respectivas posiciones que en establecer conjuntamente las instituciones b¨¢sicas capaces de iniciar el relevo de la potencia ocupante a partir de julio. Y donde la impaciencia por poner fin a la invasi¨®n se mezcla con el miedo razonable de la mayor¨ªa a que una retirada precipitada de EE UU deje al pa¨ªs ¨¢rabe abandonado a la anarqu¨ªa.

Construir en Irak instituciones leg¨ªtimas estables desde las ruinas actuales y conforme al calendario previsto por la Casa Blanca va a ser tarea tit¨¢nica, muy lejos de aquel ilusorio plan del presidente Bush para democratizar Oriente Medio. La carnicer¨ªa contra los mayoritarios chi¨ªes se ha producido precisamente la v¨ªspera de la firma, ahora aplazada, del texto constitucional interino propuesto por Washington, negociado contrarreloj y aceptado el lunes por los 25 miembros del Gobierno provisional iraqu¨ª.

La ley b¨¢sica que debe regir la transici¨®n iraqu¨ª hacia su plena soberan¨ªa representar¨ªa, de aprobarse, el documento m¨¢s progresista del mundo ¨¢rabe en su g¨¦nero, no s¨®lo porque consagra la libertad de expresi¨®n, asociaci¨®n y religi¨®n y prev¨¦ un poder judicial independiente y el control civil sobre los militares, sino, sobre todo, porque considera al islam -religi¨®n oficial- s¨®lo una fuente m¨¢s de la legislaci¨®n, no la ¨²nica. Algo t¨¢citamente aceptado por el ayatol¨¢ Sistani, fact¨®tum de los chi¨ªes, pero anatema para el tenebroso universo del fanatismo integrista.