La vocaci¨®n escondida de Mario Lacruz

"Lo primero que nos preguntamos", cuenta Max Lacruz, "fue cu¨¢ndo hab¨ªa escrito todo aquello. Y lo segundo, por qu¨¦ estando tan bien situado para hacerlo, no hab¨ªa querido publicar nada".

"Cuando me enter¨¦ de que hab¨ªan aparecido todos esos in¨¦ditos, me sent¨ª como una imb¨¦cil", dice Rosa Montero, a quien Lacruz edit¨® tres novelas en Seix Barral. "Yo hab¨ªa le¨ªdo sus dos primeros libros y me emocionaba su prosa ters¨ªsima, que parec¨ªa fr¨ªa pero escond¨ªa un volc¨¢n y nunca ca¨ªa en lugares comunes. Siempre le dec¨ªa: '?Por qu¨¦ no escribes m¨¢s?'. Y ¨¦l respond¨ªa: 'Es que no tengo tiempo, tengo una familia'. Nunca entend¨ª por qu¨¦ hab¨ªa dejado de escribir. Ahora veo que lo que hizo fue dejar de publicar. M¨¢s misterio".

La raz¨®n que reuni¨® ayer a Montero con Max Lacruz es que la obra escondida del editor ha empezado a ver la luz. Gaud¨ª, una novela (Ediciones B) es su primer t¨ªtulo p¨®stumo, y quiz¨¢ el pistoletazo de salida a la edici¨®n de otros muchos. Su hijo explic¨® ayer que la escribi¨®, en ingl¨¦s, hacia 1962, por encargo de una editorial estadounidense, despu¨¦s de haber hecho el gui¨®n de un documental (Gaud¨ª) sobre el arquitecto catal¨¢n. Finalmente, nadie sabe por qu¨¦, no la envi¨®, no la public¨®; simplemente, la guard¨® en el armario sagrado. Max la encontr¨®, la tradujo, esper¨® "a que pasara el A?o Gaud¨ª" y se la ofreci¨® a Santiago del Rey, responsable de Ediciones B, junto con un proyecto que "hubiera horrorizado" a su padre, pero que ya es real: la creaci¨®n del Premio de Novela Mario Lacruz, que se convoc¨® ayer y quiere seguir su ejemplo de "rectitud".

"La novela sobre Gaud¨ª es maravillosa, preciosa, amena, apasionada y potente; Mario reinventa un personaje t¨®pico", dijo Montero, autora del pr¨®logo a Gaud¨ª y jurado del premio con Juan Mars¨¦, Enrique Badosa, Rafael Borr¨¢s y Miguel S¨¢enz.

"Es la biograf¨ªa de una pasi¨®n creativa, del hombre que rompe moldes y se rompe a s¨ª mismo; dibuja un Gaud¨ª salvaje, a medio camino entre la destrucci¨®n y la creatividad", a?adi¨®. Y quiz¨¢ por eso sedujo a Lacruz: "Como ¨¦l, es una potencia que vibra, y quiz¨¢ tambi¨¦n tuvo miedo a perder a su familia, sus otros equilibrios. Quiz¨¢ Mario fue un domador de su propia creatividad. Quiz¨¢ el armario era la jaula donde encerraba a su propio le¨®n". Max: "No se entreg¨® del todo a su pasi¨®n y eso le hizo infeliz".