Sabonis sigue divirti¨¦ndose

"Vengo a divertirme y a seguir haciendo lo que m¨¢s me gusta: jugar al baloncesto". Con este prop¨®sito de intenciones se present¨® Arvydas Sabonis el pasado verano en su Kaunas natal para enrolarse de nuevo en el Zalguiris, club en el que a su condici¨®n de leyenda une la de propietario. Desoy¨® los ruegos que le llegaban desde Estados Unidos, implor¨¢ndole que siguiera all¨ª, en Portland, donde estuvo desde su llegada a la NBA en 1995, o en Dallas, desde donde le lanzaron una oferta de aspecto irrechazable.

La rechaz¨®. Cansado del ajetreo del baloncesto profesional estadounidense -"me hab¨ªa hartado de aquella vida"-, Sabonis opt¨® por echar un cable a su Zalguiris. Atr¨¢s quedaban los 12 puntos y 7,4 rebotes que promedi¨® en sus siete a?os en los Blazers. "Promet¨ª al Zalguiris que, una vez abandonada la NBA, jugar¨ªa con ellos un a?o y quer¨ªa hacerlo cuando a¨²n estuviera en forma, no qued¨¢ndome en el banquillo como un monigote. Quer¨ªa ayudarles". Y la ayuda ofrecida tiene los siguientes n¨²meros: 15,9 puntos y 10,3 rebotes por partido. Esos fueron sus argumentos en la primera fase de la Euroliga, que le valieron para ser nombrado jugador m¨¢s valioso.

Sabonis, que no el Zalguiris, sigue reinando en Europa, como acostumbraba a hacer antes de llevarse sus 2,20 metros a la NBA. Y lo hace balance¨¢ndose en su maltrecho tal¨®n de Aquiles y con 39 a?os a sus espaldas. "No sab¨ªa que en Europa se dieran estos premios", declar¨® a la p¨¢gina web del torneo, olvidando, quiz¨¢, que en 1995, cuando logr¨® con el Madrid su ¨²nica Copa de Europa de clubes, fue el MVP de la final.

Ayer comenz¨® la segunda fase de la Euroliga, en la que se col¨® el Zalguiris de rebote. Se clasificaban los cinco mejores de cada uno de los tres grupos y el mejor sexto, que result¨® ser el conjunto lituano gracias a que en la ¨²ltima jornada el Partiz¨¢n derrot¨® al AEK. El torneo ense?a a un pu?ado de favoritos, con el actual campe¨®n, el Barcelona, en primera l¨ªnea. Por despojarle de la corona luchar¨¢n, entre otros el CSKA, el Maccabi, el Panathinaikos y el Benetton, adem¨¢s de los otros representantes espa?oles: el Tau y el Pamesa. Ninguna opci¨®n parece tener el Zalguiris, cuyo acceso a esta fase cubre los objetivos. "Pero que nadie piense que vamos de cenicientas", matiza Sabonis, feliz de poder seguir viajando por Europa para escaparse cada vez que puede a Torremolinos, donde viven su mujer y sus tres hijos, Zygimantas (12 a?os), Tautvydas (11) y Domantas (7), que emulan a su padre en las categor¨ªas inferiores del Unicaja.

"Cualquier equipo del mundo le querr¨ªa, aunque s¨®lo fuera para jugar cinco o 10 minutos". Quien as¨ª se manifiesta es Don Nelson, t¨¦cnico de los Mavericks de Dallas, quien en octubre de 2003 le puso sobre la mesa una fant¨¢stica oferta (siete millones de euros por un a?o) que Sabonis rechaz¨®. "Est¨¢ en Lituania, semiretirado, divirti¨¦ndose. Pero ten¨ªamos que intentarlo", se lamentaba Nelson. Y divierti¨¦ndose sigue.