Un pacto de silencio selectivo

El Gobierno israel¨ª abri¨® la pasada semana un nuevo frente dentro de su particular guerra contra la Intifada palestina, cuyos da?os colaterales acumulados hacen cada vez m¨¢s inviable la creaci¨®n del Estado independiente que propone la Hoja de Ruta (plan de paz elaborado por el Cuarteto formado por EE UU, la UE, Rusia y la ONU). Numerosos efectivos del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa irrumpieron en tres bancos de Ramala y confiscaron, tras recluir a sus empleados y amenazar a sus directores, m¨¢s de 35 millones de shequels (unos siete millones de euros) correspondientes a 56 cuentas corrientes desde las que supuestamente se financiaban actividades terroristas. Adem¨¢s, el Ejecutivo hebreo continu¨® denunciando que el presidente palestino, Yasir Arafat, est¨¢ presuntamente implicado en dicha financiaci¨®n del terrorismo, hip¨®tesis que ya intent¨® demostrar hace a?o y medio mediante el llamado Expediente Arafat.

Las acusaciones de corrupci¨®n contra Arafat tambi¨¦n se examinan en Al Fatah

Pero el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, no parece estar actuando con el mismo celo contra las cuentas que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tiene en Suiza y en Egipto, sobre las que tambi¨¦n existe sospecha de que est¨¦n siendo utilizadas para desviar fondos hacia actividades diferentes de aquellas para las que le fueron donados por la comunidad internacional. A diferencia de los anteriores, este cap¨ªtulo de la corrupci¨®n no se ha convertido en arma pol¨ªtica arrojadiza contra la c¨²pula palestina. Aparentemente, Sharon no quiere atizar unas investigaciones que al final podr¨ªan venirse contra ¨¦l mismo, pues sacar¨ªan a la superficie las sinergias de intereses en empresas conjuntas como la del casino de Jeric¨®. A pesar de que lleve ya m¨¢s de tres a?os cerrado, el mayor paquete accionarial del Oasis pertenece a Casinos Austria. Su director general, Martin Schlaff, es amigo personal de Sharon y uno de los sospechosos de haberle entregado donaciones ilegales para financiar sus campa?as electorales. Schlaff tiene a su vez como socio palestino a Mohamed Rashid, el opaco asesor financiero de Arafat que traslad¨® sus negocios a El Cairo en la primavera de 2002 y que el pr¨®ximo mayo pretende abrir en Ramala el nuevo Tri Fitness, un gimnasio de lujo en el que ha invertido cinco millones de euros, a¨²n en una coyuntura de aguda crisis econ¨®mica. Seg¨²n un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), la ANP habr¨ªa desviado hasta 750 millones de euros a cuentas en el extranjero entre los a?os 1997 y 2003. De ¨¦stos, unos 8,3 millones habr¨ªan ido a parar a la cuenta corriente que la esposa de Arafat, Suha, tiene en Par¨ªs, donde reside desde poco antes de que estallara la Intifada. La Fiscal¨ªa francesa investiga ahora el origen de esas transferencias, que partieron de una cuenta suiza, para cerciorarse de que no forman parte de alguna donaci¨®n internacional. A esta acusaci¨®n de supuesta malversaci¨®n de fondos abierta en Francia contra el presidente palestino se unen otras imputaciones israel¨ªes que est¨¢n siendo investigadas tambi¨¦n por la Unidad Antifraude de la UE (OLAF).

De acuerdo a una informaci¨®n difundida por el diario alem¨¢n Die Welt, los inspectores europeos podr¨ªan terminar dando la raz¨®n al Gobierno hebreo respecto de la presunta desviaci¨®n de fondos por parte de Arafat hacia el Tanzim y las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa. Sin embargo, el delegado de la Comisi¨®n Europea en Jerusal¨¦n, Jean Bretech¨¦, solicita prudencia hasta que termine la investigaci¨®n. "Hay que esperar a que la OLAF presente sus conclusiones ante el Parlamento, lo que tendr¨¢ lugar de forma inminente", coment¨® Bretech¨¦ en una entrevista con este peri¨®dico. "No existe evidencia de que se haya utilizado dinero europeo para comprar armas o financiar atentados, y si la hubiera, habr¨ªamos parado la ayuda inmediatamente", insisti¨® este alto funcionario. Para Bretech¨¦, desde la incorporaci¨®n hace dos a?os del reputado ministro palestino de Hacienda, Salam Fayyad, se han hecho grandes progresos en las reformas econ¨®micas y financieras a las que obliga la Hoja de Ruta, logr¨¢ndose un gran nivel de transparencia en la gesti¨®n. Por este motivo, el ministro no daba cr¨¦dito cuando vio el atraco a mano armada que ten¨ªa lugar en los bancos de Ramala. Seg¨²n el jefe de gabinete de Fayyad, "si los israel¨ªes quer¨ªan neutralizar alguna cuenta, ten¨ªan que haberlo hecho a trav¨¦s de nosotros y de la Autoridad Monetaria Palestina", una de las pocas instituciones de prestigio dentro de la ANP.

Las acusaciones de corrupci¨®n que afloran en el entorno de Arafat est¨¢n siendo tambi¨¦n objeto de escrutinio por parte del movimiento Al Fatah, que constituye la doble columna vertebral de la OLP y de la ANP. La reciente dimisi¨®n colectiva de 400 de sus miembros encend¨ªa la luz de alarma dentro de una organizaci¨®n que se encuentra en un proceso de desintegraci¨®n paralelo al de la propia sociedad palestina. "Al Fatah, en su estado actual, nos est¨¢ conduciendo hacia un mayor tribalismo, conflicto interno y aflicci¨®n colectiva", denunciaron los dimitidos en una carta dirigida al rais. Esta renuncia en bloque le oblig¨® a convocar una reuni¨®n del Consejo Revolucionario, el pasado fin de semana en Ramala, y en la que se convocaron elecciones internas dentro del movimiento, as¨ª como presidenciales, legislativas y municipales antes de un a?o. Transcurridas las sesiones, el secretario general de Al Fatah en Cisjordania, Hussein al Sheikh, enfatiz¨® la necesidad de renovar a los dirigentes. "?sta es la ¨²nica f¨®rmula para llevar a cabo las reformas y terminar con la corrupci¨®n", indic¨®, a?adiendo que, seg¨²n los estatutos del movimiento, los comicios internos deben celebrarse cada cinco a?os, algo que no se hace desde 1988.

Las palabras de Al Sheikh reflejan la pugna por el poder que enfrenta a la vieja guardia que lleg¨® a los territorios desde su exilio en T¨²nez con las nuevas generaciones que se curtieron durante la primera Intifada y quieren tomar las riendas tras terminar la segunda.