Arquitecturas "de boudoir"

?Qu¨¦ tienen en com¨²n los n¨®madas (Deleuze y Guattari), el vagabundo (Lyotard), el sospechoso (Foucault) y el par¨¢sito (Derrida)? Son figuras que se cuelan por los intersticios de las estructuras metaf¨ªsicas, que socavan sus cimientos a la b¨²squeda de un territorio m¨¢s all¨¢ de los nidos vigilados por la maquinaria del poder. El par¨¢sito (para-site), el que est¨¢ fuera de sitio, describe la mec¨¢nica deconstructiva que, como en el caso de Buster Keaton (One week, 1920) -la historia de un reci¨¦n casado que con grandes esfuerzos intenta levantar la casa prefabricada cuyos componentes, que han sido alterados y no coinciden con los del manual, le son enviados por tren como regalo de un antiguo pretendiente de su mujer-, carecer¨¢ de alternativa, pues se desarrolla como pura cr¨ªtica, como tenaz trabajo del intruso que se instala en un edificio y subvierte con su impertinente presencia la construcci¨®n de una patolog¨ªa urbana a trav¨¦s de su mirada caleidosc¨®pica.

Magdalena Correa (Santiago de

Chile, 1968) es ese par¨¢sito derrideano que pone a prueba la capacidad de percepci¨®n del espectador en un vagar casi esquizoide entre el exterior y el interior de un edificio ubicado en el puerto de Barcelona, el World Trade Center. Siete fotograf¨ªas en blanco y negro seleccionadas entre m¨¢s de 1.500 componen un viaje rizom¨¢tico por los rincones inh¨®spitos del proyecto de Pei & Partners, emplazado en la zona de embarque y desembarco de cruceros, y que dan como resultado esas rupturas de significante entre la arquitectura y su entorno: el edificio imita la forma de un buque de cemento y cristal anclado en la tierra, al borde del agua, pero es a la vez el espejo de una ciudad en continua transformaci¨®n, el depredador que usan las ciudades para contribuir desde su perspectiva a su destrucci¨®n. En este gran buque fantasma no hay presencia humana y el cristal act¨²a como membrana de cemento entre la intemperie y el interior del edificio. Movilidad n¨®mada del individuo reducido a cenizas frente a un espacio des¨¦rtico, estriado, donde se oye un enjambre bullicioso, invisible, que tiene su mejor met¨¢fora en una gran fotograf¨ªa sobre hule, colocada sobre el suelo de la galer¨ªa, como un gran cuadro barroco.

El concepto de espacio/territorio es dominante en toda la obra de Magdalena Correa. Su ¨²ltimo proyecto, El museo, ten¨ªa como modelo el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Santiago de Chile, un edificio neocl¨¢sico que para la artista supuso "un ejercicio de deconstrucci¨®n y reconstrucci¨®n" de sus formas. Puede que con estas paradojas podamos entender mejor qu¨¦ quiere expresarse con el nuevo "perfil borroso" que resultar¨¢ del Forum 2004, trasunto del sujeto "desle¨ªdo" frente a la filosof¨ªa de boudoir impulsada por la nueva especulaci¨®n cultural.