Candidatos en la intimidad
A todos los candidatos les gusta la buena mesa y un buen vino, salvo a Mart¨ªnez, que se conforma con ensalada, tapas y coca-cola
?Qui¨¦nes son esos se?ores que piden el voto de los ciudadanos? ?Qu¨¦ hace Te¨®fila Mart¨ªnez cuando se despoja del fular de combate? ?Confunde las palabras Chaves en la intimidad? ?Por qu¨¦ a Diego Valderas le gusta el cuero? ?Tiene Antonio Ortega otra pasi¨®n aparte de salir en los medios? La verdad es que en la intimidad, y seg¨²n cuentan quienes les conocen, los candidatos son gente moderadamente normal. Familiares, compa?eros de partido y amigos han repasado las man¨ªas y el car¨¢cter de los principales candidatos a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.
Manuel Chaves UN T?MIDO CIN?FILO
Chaves va al cine cada domingo. Le gusta el cine negro y los cl¨¢sicos americanos
Te¨®fila baila el pasodoble 'El vaporcito del puerto' y s¨®lo bebe coca-cola y agua
Manuel (Manolo para sus amigos), Chaves tiene una pasi¨®n: el cine. Cada domingo ve una pel¨ªcula. "Si no lo hace, explota. No puede quedarse en casa un domingo", relata un amigo de los tiempos de la tortilla. Le gusta el cine cl¨¢sico americano m¨¢s que el europeo, seg¨²n uno de sus mejores amigos, el socialista Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n. Entre Bergman y Billy Wilder, se queda con Wilder. Su pel¨ªcula favorita es ?rase una vez en Am¨¦rica, de Sergio Leone. Ve poco cine espa?ol. En su casa, acumula pel¨ªculas, sobre todo desde que, meses despu¨¦s de tenerlo en casa, descubri¨® que el DVD sirve para ver cine. Lee libros de pol¨ªtica internacional y novela negra. Uno de los ¨²ltimos que ha le¨ªdo es El muro de hierro, del historiador israel¨ª Avi Shalaim.
Chaves, de 59 a?os, pas¨® su infancia y adolescencia entre Ceuta, Melilla, C¨¢diz, Sevilla siguiendo los destinos de su padre, que era militar y con el que tuvo una relaci¨®n dif¨ªcil. De mayor ha vivido en Bilbao, Madrid y Sevilla. Es profesor titular de Derecho del Trabajo en la Universidad de C¨®rdoba aunque nunca ha ejercido. Ingres¨® en el PSOE en 1968. En 1976, fue elegido miembro de la Ejecutiva del Partido. Fue ministro de Trabajo entre 1986 y 1990, a?o en que gana la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.
Est¨¢ casado con Antonia Iborra, licenciada en Qu¨ªmicas. Tienen dos hijos, nacidos en 1974 y 1979. Con ella vive en su piso de unos 100 metros cuadrados situado en una salida de Sevilla.
Le gusta el deporte. De joven jugaba al baloncesto. Ahora, y despu¨¦s de que una lesi¨®n le impidiera correr, acude al gimnasio y tambien nada. Le gusta comer, a veces puede ser hasta compulsivo, pero se cuida.
Chaves asegura que sabe cocinar pasta fresca, pero ning¨²n amigo suyo la ha probado. Hace diez a?os dej¨® de fumar. Le gustan el vino y los licores. Si va a Italia vuelve con limoncelo. Su favorito es el William Pera. Cuando se suelta, baila desinhibido, aunque sus amigos dicen que es t¨ªmido.
Busca tener al menos un d¨ªa a la semana alejado de la pol¨ªtica. El domingo, seg¨²n sus ¨ªntimos, no lee prensa. Es fan del Betis. Los domingos, despu¨¦s del cine, hay tertulia frente a unas tapas y unas cervezas por Sevilla. Sus gustos musicales van los cl¨¢sicos del pop-rock: Leonard Cohen, Los Beatles, Bob Dylan y Neil Young. Canturrea, sin mucho tino, aunque con insistencia.
Le interesa la pol¨ªtica internacional. Sus amigos est¨¢n fuera del mundo de la pol¨ªtica. Entre los pol¨ªticos con los que tiene m¨¢s trata, est¨¢n Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, Concha Guti¨¦rrez, Felipe Gonz¨¢lez o Gaspar Zarr¨ªas. Con Alfonso Guerra no se relaciona.
En privado tambi¨¦n se trabuca, como hacen ¨¦l y su gui?ol. "El problema es que est¨¢ hablando y ya piensa en la siguiente palabra". Le gusta su personaje de Los mu?ecos del gui?ol y no ve mucho la televisi¨®n.
Es austero, por naturaleza y por obligaci¨®n. Hace unos meses viaj¨® a Par¨ªs y se aloj¨® en un hotel de dos estrellas. No tiene toda la ropa cara que le gustar¨ªa. Aprecia un buen traje de marca.
Por encima de todo es militante del PSOE. "Es m¨¢s socialista que Pablo Iglesias", seg¨²n Gri?¨¢n. Tanto, que le duele m¨¢s una crisis interna en el partido que una derrota electoral. Gri?¨¢n no aclara si se refiere a una derrota electoral de Chavez o del partido en general.
Te¨®fila Mart¨ªnez LA MUJER CON PRISA
Dicen en C¨¢diz que Te¨®fila Mart¨ªnez no come, ni bebe, ni fuma, ni hace otra cosa que trabajar. Y tienen raz¨®n quienes lo dicen, seg¨²n su marido, Santiago Cobo. ?ste asegura que su mujer va por la vida a toda velocidad. "Es muy inquieta, considera que hacer una comida relajada es perder el tiempo", asegura. Cobo relata que la candidata popular apenas come y que eso es una fuente de conflictos: "Le basta con un poco de queso y unas patatas fritas. Come mal, un bocadillo de pie y no cena".
Aurelio S¨¢nchez, diputado del PP por C¨¢diz y amigo de Mart¨ªnez desde hace a?os, afirma: "Muchas veces est¨¢ en el despacho y a las tres y media, cuando alguien le recuerda que es la hora de comer, ella pregunta '?De qu¨¦ quer¨¦is las pizzas?". Es frecuente verla en un bar de C¨¢diz que se llama Bar terraza junto a su equipo. "Llega la ¨²ltima y por el camino pide un poco de lechuga y unas tapas. Luego es la primera en marcharse", seg¨²n un asiduo del bar. Su marido reconoce que tanta actividad (alcaldesa y presidenta del PP andaluz) hace que llegue tarde a muchos sitios.
Mart¨ªnez naci¨® en Santander en 1948. Con 23 a?os, en 1971, se cas¨® con el empresario Santiago Cobo, que tambi¨¦n es de Santander. Ambos se conoc¨ªan "desde siempre". Dos a?os despu¨¦s tuvieron su primer y ¨²nico hijo. Mart¨ªnez es "hija de un ferroviario", como le gusta decir, y arquitecto t¨¦cnico de profesi¨®n. Entre 1978 y 1981 vivi¨® en Venezuela, donde su marido dirig¨ªa un hotel.
A la vuelta se instalaron en El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz). All¨ª tienen acciones en dos hoteles y diversos negocios. Aunque es aparejadora, nadie salvo su marido recuerda alg¨²n trabajo suyo. Cobo afirma que ejerci¨® en Santander, Venezuela y antes de ser concejal. Su profesi¨®n la demuestra con un rotulador frente a un plano de C¨¢diz que tiene acristalado en su despacho. A la que puede, saca el rotulador y se pone a proyectar en el aire sobre el plano. En su despacho, rara vez hay aire acondicionado. Es muy friolera. De ah¨ª los jerseys que luce en C¨¢diz aunque sea agosto al mediod¨ªa.
Su vida pol¨ªtica comienza en 1977, cuando hace amistad con Rodrigo Rato en una cena coloquio en el Hotel Puerto Bah¨ªa, que regentaba su marido, llamada S¨ª a la Constituci¨®n. ?se era entonces el lema de Alianza Popular. ?se a?o se afilia a AP. Su amistad con Rato la mantiene hasta hoy. ?ste ha sido su gran valedor pol¨ªtico y quien propici¨® su ascenso en el partido. Rato fue diputado por C¨¢diz entre 1979 y 1982 con Mart¨ªnez como uno de sus ¨²nicos apoyos.
Es elegida concejal en El Puerto de Santa Mar¨ªa en 1983. El ayuntamiento lo gobierna entonces el Partido Comunista de Andaluc¨ªa. En 1985, gracias a una moci¨®n de censura conjunta del PSOE y AP, Mart¨ªnez pasa a ser teniente de alcalde y concejal de Urbanismo. As¨ª, la enemiga de cualquier pacto contra natura, el azote de los socialistas, debe su primer cargo al PSOE. Algo que ni a socialistas ni a populares interesa recordar. En 1987 es elegida diputada y en 1995 gana con mayor¨ªa absoluta la alcald¨ªa de C¨¢diz, entonces compr¨® un apartamento en C¨¢diz.
Cobo reconoce que la actividad fren¨¦tica de Mart¨ªnez le impide leer con frecuencia. "Si llega a las dos de la ma?ana y se levanta a las seis, no tiene tiempo. Lo intenta y siempre biene alg¨²n libro en la mesilla, pero tarda mucho". S¨ª devora los documentos internos del partido. Ve poca televisi¨®n y va muy poco al cine.
Pese a que a veces da una imagen de mujer crispada, un socialista ex alto cargo del ayuntamiento de C¨¢diz, afirma que en el trato personal es cordial y agradable. "No es tan fiero el le¨®n como lo pintan", resume su marido. No es graciosa, pero tampoco muy seca. No cuenta chistes.
Le gusta la m¨²sica latina. ?ltimamente aburre a las ovejas con el disco L¨¢grimas negras, de Bebo Vald¨¦s y El Cigala. Tiene todos los discos de Carlos Cano. Alguna vez baila sevillanas, pero lo que m¨¢s le gusta es bailar el pasodoble. su favorito es El vaporcito del puerto, la comparsa que Paco Alba cre¨® en 1965. Pintaba, pero lleva a?os sin hacerlo. Tambi¨¦n ha abandonado los paseos por la playa, por seguridad y por exceso de trabajo. Suele llevar faldas largas. Viste de color marr¨®n o rosa. Todo el mundo la recuerda con el pelo rubio platino y con un fular al cuello. Lista para el combate, pol¨ªtico, claro.
Diego Valderas EL COMUNISTA ROCIERO
De Diego Valderas, dicen que es amable, cari?oso y muy trabajador. Este veterano comunista, nacido hace 47 a?os en Bollullos Par del Condado (Huelva), se hizo a s¨ª mismo. Hu¨¦rfano de padre y madre desde muy joven. Sin estudios superiores, trabaj¨® en el campo, en la construcci¨®n y repartiendo butano. Mont¨® un bar, que a¨²n regenta su esposa, Ang¨¦lica, a la que define como su gran compa?era de viaje.
Alcalde de Bollullos entre 1979 y 1994, cuando pas¨® a ser presidente del parlamento de Andaluc¨ªa. Tiene tres hijos y una nieta, Paula. En su pueblo es muy querido "Es un tipo muy amable, gran conversador. Con ¨¦l en el coche no hace falta radio", asegura un compa?ero de muchos viajes. Valderas, que fuma demasiado, no tiene carn¨¦ de conducir. Le gusta la comida de cuchara aunque no le importa usar las manos si es para coger unos langostinos de Sanl¨²car. Aprecia el buen vino y le gusta cocinar. No le preocupa la ropa y m¨¢s de una vez le han prestado una corbata en la puerta de un estudio de televisi¨®n.
Antonio Ortega ARROZ Y PATAPOLLO
Antonio Ortega es un pol¨ªtico singular que no tiene empacho en hablar de forma tan coloquial que espantar¨ªa a cualquier otro pol¨ªtico. Uno de los viejos andalucistas y amigo de muchos a?os, Juan Carlos Benavides, dice de ¨¦l que es "un buen compa?ero de tertulia y de juerga.
Muy conversador y erudito en temas sorprendentes".
El propio Ortega reconoce que como se divierte es con sus amigos en una tertulia despu¨¦s de comer. Conoce los sitios de Andaluc¨ªa donde se puede comer un buen arroz, su plato favorito junto a las sardinas. De postre, una copita de Ron Pampero con Coca-Cola. En muchos bares, la copa ha sido bautizada como Patapollo. "Patapollo es como se conoce el emblema del PA porque parece una pata de pollo, as¨ª que en algunos bares, si pides un Patapollo te ponen un Pampero con Coca-Cola", dice el propio Ortega. Fuma demasiado pese a que los m¨¦dicos han intentado prohib¨ªrselo.
Naci¨® en Linares en 1955. Entre Linares y Ja¨¦n estudi¨® Humanidades. Ingres¨® en el PA en 1976. Le gusta el f¨²tbol, y que antes acud¨ªa al campo del Linares. En octubre se cas¨® por segunda vez. Lo hizo con Manuela Serrano, que fue su secretaria en la consejer¨ªa de relaciones Institucionales. Tienen una hija. Su esposa est¨¢ embarazada de nuevo. Le gusta hacer chapuzas caseras con ¨¦xito dispar. Lee novela hist¨®rica.
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