La calle, su 'plat¨®' de campa?a

Carmen Alborch, ex ministra de Cultura con Felipe Gonz¨¢lez y cabeza de lista del PSOE por Valencia a las elecciones generales del 14-M con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha convertido la calle en su set de campa?a. Si los comicios se juegan en los plat¨®s de televisi¨®n, en los grandes medios, la candidata Alborch se deja estos d¨ªas la piel en parques, plazas, salas enmoquetadas, tarimas universitarias y palcos de teatro o campos de f¨²tbol. "Es m¨¢s f¨¢cil encontr¨¢rsela por la calle que verla por televisi¨®n", describe uno de sus colaboradores. Con c¨¢maras o sin ellas, Carmen Alborch ha salido estos d¨ªas en busca de los ciudadanos para proponerles un cambio pol¨ªtico en Espa?a.

De aqu¨ª para all¨¢ -lo de dormir poco para reponerse le ayuda estos d¨ªas-, Alborch reparte las 18 o 19 horas que est¨¢ despierta al d¨ªa entre los actos que prepara el partido, las reuniones del consejo de notables del PSOE, -m¨¢s frecuentes en precampa?a-, y las actividades que espont¨¢neamente le organiza un grupo de voluntarios que ya en precampa?a abrieron una p¨¢gina web (www.carmenalborch.net) para suscitar el debate ciudadano y darle calor a la candidata.

La ex ministra centra su discurso en la p¨¦rdida de libertades sociales con el PP

Sus colaboradores m¨¢s estrechos subrayan de la cabeza de lista por Valencia su naturalidad y credibilidad. "Es lo que parece. La gente puede pensar de ella que es extravagante, pero no impostada". Es uno de los candidatos / as m¨¢s reconocidos de esta campa?a, en parte por su faceta de escritora, lo que ha contribuido a popularizar su imagen entre el gran p¨²blico. La gente, un gran n¨²mero mujeres, la paran por la calle para pedirle aut¨®grafos sean o no votantes del PSOE. Si adem¨¢s anuncian su presencia con antelaci¨®n no es raro que la reciban con alguno de los dos libros que ha escrito -Solas y Malas- para que les estampe una dedicatoria personal. Los destinatarios de su campa?a no tienen edad, igual de c¨®moda se siente en un hogar del jubilado que recordando sus tiempos de profesora de Derecho Mercantil ante un auditorio joven.

"El gran activo de Alborch es su capacidad para escuchar, su cercan¨ªa a la gente, su autenticidad", agrega otro de los colaboradores que la sigue desde que entr¨® en pol¨ªtica como independiente de la mano del entonces consejero de Cultura, Cipri¨¤ Ciscar, que acompa?a a la ex ministra en la candidatura al 14-M como n¨²mero cuatro. La escritora Rosa Reg¨¤s lo sintetiza en la web: "Hay personas que despiertan en los dem¨¢s un profundo atractivo y una confianza plena, sin fisuras. Una de ellas es Carmen Alborch".

Si el primer rasgo de la campa?a de la notable del PSOE es la proximidad a la gente, el segundo es el contenido de su discurso pol¨ªtico, acentuado en los valores ciudadanos y en la cr¨ªtica a la "p¨¦rdida de libertades y derechos sociales durante la etapa de gobierno del PP". Es dif¨ªcil que cierre alguno de sus actos electorales m¨¢s concurridos sin apelar a la dignidad, la tolerancia o el di¨¢logo.

La de Alborch -tambi¨¦n la de los cabezas de lista de Alicante y Castell¨®n- es una campa?a netamente urbana y se desarrolla en Valencia ciudad y en el cintur¨®n metropolitano, donde los socialistas conservan todav¨ªa su hegemon¨ªa. Los socialistas reconocen el agujero de votos que tienen en las grandes ciudades -en las ¨²ltimas generales el PP aventaja al PSOE en 26 puntos, mientras en la provincia de Valencia la distancia se acortaba a 17-. Los abstencionistas, donde existe un gran n¨²mero de potenciales electorales m¨¢s cercanos a la izquierda que a la derecha, se estiman en el 25% o 30% del voto, y a este colectivo dirige Alborch sus llamadas a la participaci¨®n. "La pol¨ªtica marca toda nuestra vida, no dej¨¦is que otros la decidan por vosotros", les dice a los j¨®venes. "Ten¨¦is derecho a envejecer con calidad de vida, por derecho, no por beneficencia", defiende ante los mayores. La fortaleza de su discurso est¨¢ fuera de toda duda. Los potenciales electores de Carmen Alborch no tienen edad.

Es una contienda electoral at¨ªpica, sin debates y sin interacci¨®n entre los candidatos. Carmen Alborch y Eduardo Zaplana, cabeza de lista del PP, apenas se han visto en persona salvo en dos o tres actos -el D¨ªa de Andaluc¨ªa en la plaza de toros de Valencia, el palco de autoridades del Bernab¨¦u para presenciar el Real Madrid-Valencia y poco m¨¢s-. Cuando le preguntan por el tipo de campa?a que prefiere, la ex ministra responde que "para hablar de pol¨ªtica no es necesario atacar al adversario". Tampoco esconde su opini¨®n: "Tenemos una trayectoria y un talante muy diferentes". Alborch critica abiertamente la negativa de Zaplana a los debates electorales. "Rajoy no le deja", bromeaba recientemente la candidata del PSOE en una entrevista con la SER en Valencia. S¨®lo el pasado 29 de febrero, en el programa de radio que dirige Concha Garc¨ªa Campoy en Onda Cero, hubo oportunidad de imaginar c¨®mo ser¨ªa un cara a cara entre los dos cabezas de cartel. Cuando Garc¨ªa Campoy le pregunt¨® a Zaplana -que s¨®lo acept¨® participar unos minutos en el programa por tel¨¦fono- por qu¨¦ rehusaba el debate, el candidato del PP y ministro portavoz, tras una serie de vaguedades, acab¨® hablando de la coalici¨®n de los socialistas con Esquerra Republicana. "Le est¨¢n preguntando por un debate y usted nos plantea el tema de Esquerra Republicana", protest¨® Alborch. Minutos despu¨¦s, Zaplana le reprochaba a la candidata del PSOE "con qu¨¦ programa va a gobernar el partido socialista". Afirmaci¨®n a la que obtuvo una contundente respuesta de Alborch: "Lo tenemos editado, as¨ª que se?or ministro se lo podemos mandar, tantos ejemplares como quiera". Y acab¨®: "Lo estamos intentando trasladar a los ciudadanos; lo que pasa es que los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos no nos dan mucha cancha, la verdad".