El peor momento de la 'cuadra Blanquer'
Termin¨® Glory Alozie la serie de 60 vallas -termin¨® 5? y eliminada de entrada, la primera vez en su vida que pasaba tal trago-, se llev¨® la mano a la pierna, e inmediatamente empez¨® a explicarlo. "Tengo tendinitis en las dos piernas, aqu¨ª, en el culete
[t¨¦cnicamente, en la inserci¨®n de los isquios con los gl¨²teos], y no he podido hacer m¨¢s", dijo. "Ha sido una pena, pero he venido a probarme. Como es una tendinitis intermitente, que viene y va, pens¨¦ que pod¨ªa irme bien. As¨ª fui a Par¨ªs al Mundial pasado y termin¨¦ cuarta. Pero esto no es vida".
Alozie, de 26 a?os, ha sido, compitiendo como nigeriana y espa?ola, cuatro veces medalla de plata en Mundiales y Juegos Ol¨ªmpicos y campeona de Europa al aire libre y pista cubierta. Forma parte, como Yago Lamela, Concha Montaner y David Canal, del grupo de atletas entrenados en Valencia por Rafael Blanquer, legendario saltador de longitud que empez¨® a ganar fama y prestigio como t¨¦cnico a trav¨¦s del ¨¦xito sevillano de Niurka Montalvo en 1999. Desde entonces viaja con la aureola de gur¨² -algo m¨¢s que t¨¦cnico: tambi¨¦n consejero espiritual, motivador vital, hombre completo-, t¨ªtulo que pocos en el mundo del atletismo pueden lucir. Es un entrenador que alimenta las ambiciones de sus atletas, que ha trabajado por resucitar a Yago Lamela, a quien piensa convertir en uno de los mejores saltadores de la historia, que se siente arquitecto de grandes obras, un entrenador que ha sufrido en Budapest. S¨®lo una de sus atletas, Montaner, en longitud, se ha metido en una final. Los otros tres, atletas de ¨¦xito, han ca¨ªdo en series contribuyendo a la sensaci¨®n de fracaso del equipo espa?ol en Budapest.
"Pero ya lo dije antes de venir", explica Blanquer, que quiere lanzar un mensaje mesurado y argumentado. "Mis atletas tienen en la mente los Juegos y por eso han hecho este invierno una preparaci¨®n con m¨¢s volumen y menos calidad". La teor¨ªa Blanquer funciona as¨ª: dado que el trabajo del atleta es duro, aburrido y rutinario, de vez en cuando hay que competir para salir de la monoton¨ªa de los entrenamientos. "Y tienen que competir aunque no est¨¦n bien, competir est¨¦n como est¨¦n". Pase lo que pase. Aunque el atleta est¨¦ medio lesionado, aunque el atleta salga tocado moralmente, aunque se toque la imagen del deporte espa?ol. "Pero es que Yago, por ejemplo", contin¨²a Blanquer, "se muere si no sale a competir. Yago es muy grande, no tiene problemas mentales: despu¨¦s de no pasar a la semifinal no se ha metido en su caparaz¨®n, ha venido a la pista a ver a sus compa?eros, ha hecho vida de equipo, son heridas que se curan f¨¢cilmente. Y los que entienden se han asombrado. Los rivales saben c¨®mo est¨¢: su f¨ªsico es tremendo. Alguno podr¨ªa pensar cosas raras, pero va con agua bendita, y se nota en el tipo de musculatura que ha desarrollado".
?Y la imagen del atletismo espa?ol, que tan brillante parec¨ªa? En el ¨²ltimo Mundial de pista cubierta (Birmingham 2003) los atletas de Blanquer ganaron dos platas (Lamela y Alozie). "Pero esto de la pista cubierta no es m¨¢s que un subcampeonato", razona Blanquer. "El verdadero campeonato es Atenas. Hemos perdido una batalla peque?a, pero vamos a ganar la guerra".
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