Puente chapucero
Estoy indignado, lo reconozco y es desde este estado de ¨¢nimo, desde el que escribo estas l¨ªneas. El motivo de mi disgusto es el puente chapuza del barrio de Altzibar de Oiartzun, en fase de construcci¨®n; una aberraci¨®n urban¨ªstica seg¨²n el vecindario, cuya opini¨®n viene siendo corroborada por todas las personas expertas y no expertas que se han acercado a verlo sobre el terreno.
La cuesti¨®n es importante, pero no lo es menos la incapacidad que est¨¢n demostrando las Instituciones a la hora de dar una salida al problema, Tras los primeros momentos de perplejidad, el vecindario, al ver que el puente se les echaba literalmente encima, form¨® una comisi¨®n para hacer llegar su preocupaci¨®n a las instituciones e intentar reconducir el tema, presentando incluso propuestas alternativas.
La actual corporaci¨®n municipal, que ha heredado la situaci¨®n de la anterior, ha tenido una actitud prepotente e insuficientemente dialogante, con repetidas y manifiestas muestras de desconsideraci¨®n. Los vecinos del barrio de Altzibar han seguido durante m¨¢s de ocho meses intentando que sus propuestas sean tenidas en cuenta.
Todo el mundo reconoce que la obra es un disparate pero nadie se responsabiliza del coste del disparate. ?C¨®mo solucionarlo? Lo l¨®gico ser¨ªa derribar lo construido y hacerlo de nuevo, pero eso supone una mayor inversi¨®n que nadie quiere asumir y la salida que se le va a dar es un arreglo chapucero. El barrio no acepta la soluci¨®n y se enfrenta al Ayuntamiento, que en lugar de atender a razones, env¨ªa a la Ertzaintza, bajo cuya custodia pretende finalizar las obras.
Y aqu¨ª viene mi aut¨¦ntica preocupaci¨®n. Si las instituciones no son capaces de asumir sus errores con humildad y responsabilidad, si muestran tan poco respeto a la ciudadan¨ªa en cuestiones menores, ?qu¨¦ podemos esperar en asuntos de mayor calado? Porque esto demuestra que tienen interiorizada una sensibilidad que define como normal lo que en una cultura democr¨¢tica ser¨ªa anormal.
Los partidos pol¨ªticos, todos, tienen una deuda con este barrio. Mientras tanto, este monumento al disparate urban¨ªstico ser¨¢ la constancia de su inutilidad.
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