Armas
Tengo todav¨ªa grabada en la retina la imagen de ese ni?o guerrillero africano, un chaval de quiz¨¢ once a?os con una camisa m¨¢s grande que ¨¦l y un aparatoso fusil-ametralladora entre las manos. Ese cr¨ªo u otros ni?os como ¨¦l causaron una masacre hace un par de semanas en un campamento de refugiados en Uganda; metieron en las tiendas a los refugiados, en su mayor¨ªa mujeres, ancianos y ni?os, y les quemaron vivos. Si esos chavales se hubieran acercado al campamento con las manos limpias, las mujeres les habr¨ªan dado un par de bofetones y se habr¨ªan encargado de ellos. Pero ven¨ªan agarrados a sus armas, pose¨ªdos por ellas, y eso s¨®lo puede acabar en una org¨ªa de sangre. Hay 300.000 ni?os soldados en el planeta. ?Qui¨¦n les proporciona esas ametralladoras letales y car¨ªsimas?
Vivimos en un mundo en el que las armas est¨¢n totalmente fuera de control. Ahora mismo hay 639 millones de armas ligeras, una por cada diez personas. Son fabricadas en 98 pa¨ªses y cada a?o se ponen a la venta ocho millones m¨¢s. El 60% de estas armas est¨¢ en manos de civiles: bandas de gamberros, tipos enfurecidos por alg¨²n conflicto religioso o social, traficantes de droga, ladrones que antes no iban armados y ahora s¨ª, y, por tanto, matan... Toda arma de fuego es una promesa de muerte. Cada a?o fallecen m¨¢s de 500.000 personas por disparos de armas convencionales.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Francia, China, Rusia, el Reino Unido y EE UU) son responsables del 88% de las exportaciones de armas ligeras, esas armas que luego acaban en manos de locos, de s¨¢dicos, de ni?os. Y, por supuesto, el dinero que ganan Francia, el Reino Unido y EE UU por sus ventas de armas al Tercer Mundo es mayor que el que invierten en el desarrollo de la zona. ?No les parecen obscenos estos datos? Amnist¨ªa Internacional e Interm¨®n Oxfam han sacado una campa?a, Armas bajo control, que aspira a crear un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas. Espero que el sentido de la justicia y de la mera supervivencia (porque el mundo es cada d¨ªa m¨¢s peligroso) pueda imponerse a la avaricia de los vendedores. Es una campa?a larga; conviene que nos mentalicemos de la gravedad de la situaci¨®n y que nos preparemos para apoyarla.
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