La Vital resume en 44 obras lo esencial del arte contempor¨¢neo espa?ol

El arte contempor¨¢neo espa?ol se puede revisar de forma exhaustiva, como hace el Artium, con cientos de obras que conforman una representaci¨®n ¨²nica de la creaci¨®n el ¨²ltimo siglo. Pero tambi¨¦n es posible la selecci¨®n exquisita de lo m¨¢s notable de los mejores creadores para mostrar con 44 obras un recorrido ¨²nico por las aportaciones generadas desde los a?os 50. ?ste ¨²ltimo es el caso de la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo de la Fundaci¨®n AENA que se presenta en la Fundaci¨®n Caja Vital hasta el pr¨®ximo 18 de abril.

La muestra que ayer se inaugur¨® en Vitoria recoge algunas de las m¨¢s de 1.400 obras que durante los ¨²ltimos 35 a?os han adquirido las compa?¨ªas que hoy forman Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA) y que gestiona la fundaci¨®n de igual nombre desde 1995. Estas pinturas y esculturas alegran la mirada de los viajeros de los 44 aeropuertos y otros edificios que gestiona la entidad.El recorrido comienza con una aproximaci¨®n breve al realismo de quienes conocen bien la abstracci¨®n, como Crist¨®bal Toral o Carmen Laff¨®n. Ambos apuestan por descubrir la belleza de lo cotidiano desde la mirada melanc¨®lica, bien a la soledad del viajero moderno desde sus equipajes en el ¨®leo del primero, bien a la intimidad de la costurera, en el caso de Laff¨®n.

La selecci¨®n pronto se adentra por los caminos que han marcado el arte del siglo XX y lo que se lleva del XXI. Del gran surrealista Joan Pon?, miembro del grupo Dau al Set con T¨¤pies o Cuixart, se presenta su Homenatge a Dali, muestra espl¨¦ndida de su gusto por la recreaci¨®n de mundos m¨¢gicos y ambientes fant¨¢sticos. Y muy cerca de ¨¦l, la aportaci¨®n de otro francotirador, Juan Barjola, con una de sus expresionistas "tauromaquias".

La lista sigue con una de las mejores obras de Eduardo ?rculo, el pintor por antonomasia del viaje: un cuadro de gran formato (como todas las obras expuestas) titulado ?poca extra?a, met¨¢fora de esa huida constante sin destino fijo que es la vida contempor¨¢nea. Hay quien prefiere las referencias a su realidad, caso de Javier Clavo, con una vista de Toledo, lectura posmoderna de El Greco, o de Venancio Blanco, quiz¨¢s el m¨¢s costumbrista de todos los presentes, con su escultura de un torero.

M¨¢s adelante, Palazuelo es el ¨²nico que repite: aporta una escultura y un ¨®leo, ejemplos impecables de sus preocupaciones por la geometr¨ªa, mientras Z¨®bel habla con Gerardo Rueda en un di¨¢logo entre dos formas atractivas de entender la abstracci¨®n. Di¨¢logo que se convierte en conversaci¨®n con las aportaciones de Luis Gordillo, ?scar Dom¨ªnguez o Dar¨ªo Villalba. T¨¤pies pone la voz solista con un cuadro imprescindible en su carrera: Ba?era (1975), pura rutina transformada en obra ¨²nica.

El ¨²ltimo tramo, tambi¨¦n el m¨¢s largo, est¨¢ dedicado a los que bien puede llamarse "contempor¨¢neos consagrados". Bajo la presencia dominante de Miquel Barcel¨® con su espl¨¦ndido Taula amb polp i calamar, se agrupan las obras de Cristina Iglesias, Soledad Sevilla, Pello Irazu o Jos¨¦ Manuel Broto. Son todas ellas referentes del mejor hacer de cada uno: por prestar atenci¨®n a dos de los representantes vascos sobresalen el mural serigrafiado en bronce de Iglesias, una espl¨¦ndida escultura en dos dimensiones, y Dreambox de Irazu, maqueta de hierro fr¨¢gil como los sue?os a los que se refiere.