H?CTOR M. FIGUEROA BRAVO / Papeles despu¨¦s de muerto
H¨¦ctor Figueroa so?aba con una vida nueva en Espa?a, el pa¨ªs al que lleg¨® desde su Chile natal hace seis meses. No tuvo tiempo. "Ten¨ªa gran ilusi¨®n por sacar a su familia adelante, era hiperactivo, s¨®lo pensaba en trabajar para mejorar", cuenta Carlos Jeria Sep¨²lveda, su suegro. H¨¦ctor se hab¨ªa instalado en Vallecas con su mujer, Ang¨¦lica Jeria, de 25 a?os, su hijo Ignacio, de siete, y su suegro. Compart¨ªan un piso peque?o, pero eran felices. Nacido en Puerto Montt hace 33 a?os era un hombre jovial al que le gustaba salir a pasear con su mujer y no comer mucho antes de acostarse. Su suegro lo consideraba "un hijo". Se hab¨ªan conocido en el trabajo y a partir de esa amistad surgi¨® la relaci¨®n con Ang¨¦lica, su mujer. Suegro y yerno estaban acostumbrados al trabajo duro en la construcci¨®n. A diario cog¨ªan el tren en la estaci¨®n de El Pozo del T¨ªo Raimundo. El jueves fat¨ªdico, H¨¦ctor fue m¨¢s madrugador. A las 7:25 tom¨® el tren en la estaci¨®n, repleta de viajeros. La familia no sabe cuando muri¨®. Probablemente tom¨® el tren de las 7:41 que no lleg¨® a salir de los andenes. Carlos recuerda la ¨²ltima vez que vio a H¨¦ctor. Le habl¨® de la salud de Ang¨¦lica. "Estaba resfriada y ¨¦l le ofreci¨® un agua de lim¨®n".
En Madrid, H¨¦ctor Manuel Figueroa se hab¨ªa reunido con otros 20 miembros de su amplia familia y su objetivo era traer al barrio de Vallecas a todos los dem¨¢s. Para eso necesitaba un trabajo fijo, inalcanzable sin legalizar su situaci¨®n y obtener un permiso de residencia en Espa?a. Trabajaba como maestro enyesador en una obra cercana a Recoletos, a la que se dirig¨ªa la ma?ana de los atentados. H¨¦ctor deja herencia: su familia tendr¨¢ derecho ahora a la nacionalidad espa?ola. Su padre,Valdemar Figueroa,intenta llegar a Espa?a con la ayuda del gobierno chileno.-
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