'Jud¨ªos imaginarios'

?Cuando hoy vote, la masacre del jueves no har¨¢ que olvide -todo lo contrario- una carta que le¨ª el martes y que me mand¨® una amiga por correo electr¨®nico, la violenta carta que un tal Vaderribas hab¨ªa enviado la semana pasada a un peri¨®dico de Madrid y que comenzaba as¨ª: "Vaya por delante que mi simpat¨ªa por vascos y catalanes es la misma, es decir, ninguna". Dicho esto, distingu¨ªa entre ambos pueblos y aseguraba que "un castellano recio siempre se sentir¨¢ m¨¢s identificado con el car¨¢cter rudo y batallador del vasco" que "con la falta de car¨¢cter, el acongojamiento, el rechazo al enfrentamiento y el amor por el dinero y no por lo propio que caracteriza a nuestros peculiares jud¨ªos".

Junto a la masacre de Madrid tambi¨¦n hay que recordar que hoy votamos, y que es muy llamativo que un peri¨®dico de un pa¨ªs democr¨¢tico publique una carta tan directamente racista. Sorprende en esa carta, por otra parte, que en un pa¨ªs de jud¨ªos semiinexistentes (o invisibles al menos durante varios siglos) los catalanes sean los jud¨ªos imaginarios, con todos los prejuicios reproducidos, uno tras uno, del antisemitismo (adoran el dinero, reh¨²yen el enfrentamiento, son unos acojonados, etc¨¦tera), sobre todo del antisemitismo de la Alemania nazi. Es, en el fondo, una muestra m¨¢s de la corriente antijud¨ªa que recorre Europa y a la que no se da la necesaria importancia.

En esta ¨²ltima campa?a electoral, los jud¨ªos imaginarios han sido uno de los centros del extra?o debate. Porque no hay que olvidar que ha habido una matanza en Madrid, pero que antes hubo toda una colecci¨®n de errores, y unos reportajes de rompe y rasga en televisi¨®n. El jud¨ªo imaginario que hay en m¨ª qued¨® pasmado el mi¨¦rcoles cuando vio c¨®mo el ministro Trillo, el conquistador de Perejil, entraba en un castizo mercado y era jaleado con entusiasmo por sus espont¨¢neos admiradores, unos regal¨¢ndole huevos y otros ofreci¨¦ndole ramitas de perejil y anim¨¢ndole en la lucha contra los musulmanes. Que el hombre que ha humillado los restos mortales de los militares del Yak-42 sea el h¨¦roe popular del mercado, explica en parte por qu¨¦ hoy podr¨ªan rozar (si es que no la alcanzan) una mayor¨ªa absoluta en su lucha contra los musulmanes, los vascos, y, dicho sea de paso, los jud¨ªos imaginarios.

Con matanza o sin ella, sigue siendo raro que, estando el 90% de los votantes contra la intervenci¨®n en Irak, no hayan decrecido apenas las posibilidades de ¨¦xito del gobierno que fue a la guerra a cambio de una mis¨¦rrima mano en el hombro en las Azores. En otros pa¨ªses con mayor tradici¨®n democr¨¢tica, el inmenso carrusel de mentiras que ha ido desplegando la aznadura habr¨ªa provocado la reacci¨®n de los votantes, conocedores de sus derechos pol¨ªticos y, por tanto, buenos descifradores de la manipulaci¨®n informativa. En la televisi¨®n p¨²blica se han cronometrado cu¨¢ntas horas aparec¨ªa un l¨ªder pol¨ªtico u otro, y se ha visto que las intervenciones estaban muy descompensadas. Pero no se han contabilizado del lado del Gobierno las apariciones, a lo largo de todo el a?o, de la extrema derecha, con sus cantaoras y alcaldes de Marbella ocupando los espacios que deber¨ªan haber sido culturales. En otros pa¨ªses, la tradici¨®n democr¨¢tica habr¨ªa tra¨ªdo con ella una severa respuesta contra la actitud del Gobierno (que nos ha tra¨ªdo estos lodos) y la demanda de serias explicaciones a por qu¨¦, por ejemplo, estamos involucrados en una guerra sin sentido. Pero la zafia cruzada contra vascos, moros y jud¨ªos imaginarios ha arrasado con todo y ahora nos movemos entre el estupor, Bin Laden y la p¨®lvora.