Informar en medio de la confusi¨®n
?Qu¨¦ pasa en un peri¨®dico cuando al comenzar el d¨ªa se sabe que, s¨®lo a unos metros, ha habido un salvaje atentado terrorista con cientos de muertos y heridos? ?C¨®mo se pone en marcha una maquinaria informativa que entre prisas, desconcierto, contradicciones, falta de datos fiables, nervios y angustia, pretende ofrecer una informaci¨®n rigurosa? ?C¨®mo salvar los escollos de una terror¨ªfica realidad que puede conducir con facilidad a la truculencia o sensibler¨ªa? Esta Defensora piensa que quiz¨¢ les interese a ustedes, lectores, saber c¨®mo funciona EL PA?S en un momento as¨ª. C¨®mo se gestiona, contrarreloj y en medio de la incertidumbre, la informaci¨®n de un acto tan brutal, c¨®mo surge una edici¨®n especial en dos horas y c¨®mo se cambian los contenidos varias veces a lo largo del d¨ªa.
Pueden decir que ¨¦se es nuestro trabajo, lo mismo que el de los m¨¦dicos, polic¨ªas o bomberos en iguales circunstancias. Cierto. No se trata de ponernos estupendos, que dir¨ªa Valle-Incl¨¢n, sino de contarles c¨®mo trabajamos en momentos de confusi¨®n en los que son necesarias altas dosis de sangre fr¨ªa, al tiempo que una fuerte empat¨ªa con los que sufren. Porque cuanto m¨¢s sepan ustedes de nuestro funcionamiento mejor podr¨¢n valorar, y criticar, la informaci¨®n que llega a sus manos.
Alg¨²n lector ha reprochado a esta Defensora la crueldad de las fotos publicadas el pasado viernes, "un sufrimiento extra", o la dureza de la portada, que provocaba "repulsa". Lo puedo entender muy bien, pero la realidad es dura y la informaci¨®n no puede cerrar los ojos a los hechos. Y as¨ª lo explica la redactora jefe de fotograf¨ªa, Marisa Fl¨®rez. "Son im¨¢genes que no se hab¨ªan visto porque los autores estaban dentro de la estaci¨®n cuando a¨²n no se pod¨ªa pasar. Y, con todos los respetos, hab¨ªa que darlas. Se hablaba de cientos de muertos, de miles de heridos, y ten¨ªamos que informar de lo que estaba pasando. Llegaron en el ¨²ltimo momento, poco antes del cierre de la primera edici¨®n, y se decidi¨® publicarlas, aunque no en portada".
A las doce de la ma?ana la Redacci¨®n era un hervidero. Se preparaba una edici¨®n especial. Al margen de aportar una primera versi¨®n de los hechos, en estos casos se trata, m¨¢s que nada, de acompa?ar a los ciudadanos, de decirles que no est¨¢n solos en esos momentos dif¨ªciles y de desconcierto. Cien mil ejemplares que se vender¨¢n s¨®lo en Madrid y Barcelona, porque el complicado proceso industrial del peri¨®dico no permite llegar a tiempo al resto de Espa?a.
Ser¨¢n 72 p¨¢ginas, 21 de ellas dedicadas al atentado, con las primeras im¨¢genes de heridos y muertos. Un editorial que arranca en la portada y que, por las prisas, citar¨¢ en alg¨²n momento a "las v¨ªctimas mortales de ayer". Es la fuerza de la costumbre de referirse siempre al d¨ªa anterior. Los articulistas, Javier Pradera, Josep Ramoneda y Rogelio Alonso, han contado s¨®lo con una hora para escribir su art¨ªculo.
Llamada del presidente
El titular de portada a cinco columnas es contundente: Matanza de ETA en Madrid. ?En qu¨¦ se basaba EL PA?S para afirmar tal cosa si todav¨ªa el ministro del Interior no lo hab¨ªa confirmado? Muy sencillo. Al margen de distintas fuentes de Interior que as¨ª lo hab¨ªan asegurado, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hab¨ªa llamado al director del peri¨®dico, Jes¨²s Ceberio, para confirmar esta autor¨ªa.
La ¨²ltima p¨¢gina lleva una foto impresionante, firmada por Pablo Torres Guerrero, un fot¨®grafo profesional que no pertenece a la plantilla de EL PA?S. Un redactor de Deportes, Carlos Arribas, que vive enfrente de la estaci¨®n de Atocha, tras o¨ªr las explosiones lleg¨® en los primeros momentos a las v¨ªas del tren, cuando ni siquiera hab¨ªa polic¨ªas o bomberos. Le vio haciendo fotos en medio del caos general y le pregunt¨® para qui¨¦n trabajaba. La respuesta fue: "Para EL PA?S". Y Arribas se lo trajo del brazo al peri¨®dico. El fot¨®grafo viajaba, como todos los d¨ªas, en un tren que se cruz¨® con el del atentado. Se bajo y comenz¨® a disparar la c¨¢mara, "sin fijarme, sin mirar casi, por la impresi¨®n que ten¨ªa", dir¨ªa luego. Resultado, entre otras, una foto espectacular que ocup¨® casi toda la contraportada de la edici¨®n especial y que, valorada con un poco m¨¢s de calma, pasar¨ªa a la portada del peri¨®dico del viernes. Una vista general del tren y los heridos tirados en las v¨ªas, atendidos en los primeros momentos por otros pasajeros o vecinos voluntarios, que reflejaba el dramatismo, dolor y caos de la situaci¨®n. Fotograf¨ªa que, solicitada al diario, tambi¨¦n publicar¨¢n en portada peri¨®dicos de todo el mundo.
A las 13.00, cuando se cierra la edici¨®n especial, no hay muchos datos seguros. S¨®lo se sabe que hay m¨¢s de 170 muertos y 600 heridos. Se acuerda poner esa cifra y se revisan todos los textos para que no haya disparidades. En esta edici¨®n se anuncia el libre acceso a EL PA?S.es. Alg¨²n espa?ol residente en el extranjero se ha quejado a esta Defensora, a primeras horas de la ma?ana, por tener que pagar en un d¨ªa as¨ª.
La Redacci¨®n es un hervidero. Redactores de distintos suplementos -EPS, El Viajero, Tentaciones- han reforzado la plantilla, que tambi¨¦n cuenta con todos los alumnos del master de Periodismo de EL PA?S. Adem¨¢s de tensi¨®n se palpa la emoci¨®n. Hay muchas llamadas telef¨®nicas de familiares de desaparecidos que piden datos de hospitales, n¨²meros de tel¨¦fono, y relatan sus casos entre llantos.
En esos momentos se decide cambiar todo el suplemento Domingo, que est¨¢ pr¨¢cticamente hecho, ya que se cierra los jueves. Son 24 p¨¢ginas, con 18 de informaci¨®n, que se van a reconvertir en un n¨²mero especial monogr¨¢fico dedicado al atentado con un gran despliegue gr¨¢fico. El ministro del Interior acaba de anunciar que ETA es la autora del atentado. "A partir de ese anuncio del Gobierno nos pusimos en marcha con especialistas y analistas de ETA", explica Jos¨¦ Miguel Larraya, redactor jefe de Domingo. Pero cuando, sobre las ocho de la tarde, el nuevo n¨²mero est¨¢ casi acabado, el Gobierno anuncia la hip¨®tesis de Al Qaeda y hay que cambiarlo de nuevo. "Eliminamos los an¨¢lisis sobre la autor¨ªa de ETA y una doble p¨¢gina con sus mayores atentados de la historia, y cambiamos algunos art¨ªculos. Nos centramos en las v¨ªctimas y recuperamos parte del material del primer n¨²mero. Todo contrarreloj", dice Larraya. Se vuelve a empezar y se cierran las 16 p¨¢ginas poco despu¨¦s de medianoche.
Para entonces el subdirector Miguel ?ngel Bastenier, responsable de las relaciones internacionales del peri¨®dico, ha contestado por tel¨¦fono a 65 medios de comunicaci¨®n de todo el mundo -radios, televisiones y peri¨®dicos- que lleva apuntados cuidadosamente por nacionalidades. Han llamado de Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Alemania y Francia, pero tambi¨¦n de Turqu¨ªa o Bulgaria, adem¨¢s de muchos pa¨ªses hispanoamericanos.
Al terminar con la edici¨®n especial hay una reuni¨®n de la direcci¨®n con los redactores jefes para coordinar el trabajo del d¨ªa. Habr¨¢ 45 p¨¢ginas dedicadas a la masacre. El subdirector del peri¨®dico Vicente Jim¨¦nez, responsable de toda la informaci¨®n del atentado, no recuerda un despliegue similar para una noticia. "Est¨¢n trabajando en ella casi 100 periodistas, m¨¢s los alumnos del master. No puedo hablar d el 23-F, era demasiado joven, pero al 11-S le dedicamos bastantes menos p¨¢ginas". Tiene raz¨®n Jim¨¦nez. En el 11-S fueron 26 p¨¢ginas, y 12 en aquel 23-F que no puede recordar.
Hip¨®tesis Al Qaeda
El redactor jefe Luis Mat¨ªas L¨®pez, que coordina tres p¨¢ginas, 10 redactores y 25 alumnos del master, intenta identificar a los muertos y hablar con los familiares. Adem¨¢s de la informaci¨®n del d¨ªa, han comenzado a trabajar en los perfiles de los fallecidos, que comenzar¨¢n a publicarse el s¨¢bado. Dos p¨¢ginas de aut¨¦ntico escalofr¨ªo. "Algunos lectores pueden pensar que es una intromisi¨®n inaceptable que en estos momentos de dolor preguntemos datos a los familiares de las v¨ªctimas. Pero creemos que el objetivo es noble, un homenaje a sus seres queridos".
A las 20.30, Mat¨ªas asegura que no van a publicar los nombres completos de los fallecidos, aunque tienen varios confirmados por los propios familiares. "Mientras no haya listas oficiales daremos s¨®lo los nombres de pila, queremos evitar la posibilidad de cualquier error", dice.
En esos momentos el sistema inform¨¢tico del peri¨®dico se estropea. Los nervios afloran, la escritura se interrumpe. Se forman corrillos en los que no faltan imprecaciones de todos los gustos. "Esto pasa de vez en cuando, el sistema se ha bloqueado, son s¨®lo unos minutos", dice un responsable del equipo inform¨¢tico. Pero media hora despu¨¦s el sistema contin¨²a bloqueado.
Entonces ya se sabe que un grupo ligado a Al Qaeda ha reivindicado el atentado en el diario Al Quds al Arabi, que se edita en Londres. El ministro del Interior afirma poco despu¨¦s que no se descarta esa hip¨®tesis de trabajo, ya que han encontrado una furgoneta con detonadores y una cinta con vers¨ªculos del Cor¨¢n. El presidente del Gobierno vuelve a llamar al director del peri¨®dico para ratificarle su convicci¨®n de que el atentado es obra de ETA. Pero la autor¨ªa del atentado no est¨¢ ya tan clara y es necesario volver a revisar todos los textos cuando la primera edici¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente lista. Se cambian los titulares. Se eliminan las siglas de ETA y se sustituye la autor¨ªa por un m¨¢s gen¨¦rico "matanza terrorista en Madrid". Hay que revisar tambi¨¦n las entradillas y las informaciones donde se daba como segura la participaci¨®n de ETA.
El equipo de Infograf¨ªa sigue retocando la doble p¨¢gina del gr¨¢fico que detalla el atentado. A lo largo del d¨ªa ha hecho ocho versiones diferentes, sin contar el de la edici¨®n extraordinaria. Algunos miembros del equipo han ido a las estaciones y hecho fotos personalmente para trabajar sobre seguro. Tienen el recuerdo cercano del 11-S, "pero en esta ocasi¨®n nuestros gr¨¢ficos no pueden tener el menor fallo", dice el redactor jefe, Tom¨¢s Ondarra.
Del titular de portada, mucho m¨¢s descriptivo, tambi¨¦n a cinco columnas, ha desaparecido ETA: Infierno terrorista en Madrid: 192 muertos y 1.400 heridos.
A las once de la noche se trabaja con los cambios de la edici¨®n de Madrid. Algunos familiares que en la anterior todav¨ªa no hab¨ªan encontrado a sus desaparecidos, saben ya que han muerto. Se refuerza la hip¨®tesis de Al Qaeda en la cr¨®nica principal, y en la de la p¨¢gina 18, y se mete una p¨¢gina entera nueva, la 19, con las "huellas espa?olas de Al Qaeda". El titular de portada no se toca.
Un lector de Segovia, Juan Jes¨²s Mart¨ªn Alonso, critica que el editorial de EL PA?S del viernes pusiera en duda la autor¨ªa de ETA. "Si el Gobierno nos est¨¢ enga?ando ya se descubrir¨¢ y pagar¨¢ muy caro su mentira, pero mientras debemos de confiar en nuestras instituciones". Este peri¨®dico crey¨® al presidente del Gobierno en sus dos afirmaciones al director. Pero la confianza tiene un l¨ªmite, la realidad.
Los lectores pueden escribir a la Defensora del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensora@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.