Se va el caim¨¢n
Aunque el resultado hubiese sido el contrario, estos cinco ¨²ltimos d¨ªas seguir¨ªan siendo cinco d¨ªas hist¨®ricos. Recordar¨¦ los acontecimientos pol¨ªticos que han seguido a la matanza de Madrid con la misma intensidad con la que recuerdo la noche del 23-F. Hac¨ªa tiempo que no me pegaba a la radio con la desesperaci¨®n de estas noches. Hac¨ªa tiempo que no viv¨ªa la pol¨ªtica nacional con la pasi¨®n de estas horas. Y hac¨ªa tiempo que no me sent¨ªa tan hermanado con mis compatriotas. He llegado incluso a sentirme madrile?o, aunque s¨¦ que todo habr¨ªa sido exactamente igual en Palencia o en Huelva. Tambi¨¦n me he sentido almeriense cuando el s¨¢bado pasado un grupo de personas convocadas por nuestros tel¨¦fonos m¨®viles nos reunimos frente a la sede del PP para exigir toda la verdad. Los mismos que el d¨ªa anterior nos quer¨ªan en la calle nos miraban disgustados desde las ventanas de sus despachos.
Naturalmente, todos habr¨ªamos preferido que no hubiera sido as¨ª. Todos querr¨ªamos que la de ayer tambi¨¦n hubiera sido esa jornada electoral anodina y aburrida en la que se hab¨ªa convertido la cita electoral de los ¨²ltimos a?os. Todos habr¨ªamos preferido la misma abstenci¨®n y la misma indiferencia. Eso habr¨ªa significado que nada hab¨ªa alterado cuatro d¨ªas antes nuestro aburrimiento, que nada hab¨ªa disuelto el sopor que hasta el jueves pasado nos produc¨ªa nuestra democracia. Bendito ser¨ªa nuestro aletargamiento, si su permanencia significara que todos los muertos hab¨ªan bajado con vida del tren. Despertar del largo sue?o civil en el que nos han sumido los pol¨ªticos en las ¨²ltimas d¨¦cadas es una excelente noticia para todos. Pero si para conseguirlo hay pagar un solo muerto, yo prefiero seguir durmiendo.
Escribo esto a ciegas, sin saber qui¨¦n ha ganado ni c¨®mo. Pero no importa, porque lo verdaderamente importante ahora, el mayor motivo de alegr¨ªa para los espa?oles de izquierdas y de derechas, es que se va el caim¨¢n. Eso es lo ¨²nico seguro y lo ¨²nico importante. Haya ganado quien haya ganado, se va el gobernante m¨¢s da?ino que ha tenido Espa?a en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Y eso es bueno para todos, porque desaparece alguien que ha dividido y crispado todo lo que ha tocado. Conseguir en los ¨²ltimos minutos de tu mandato, tras la matanza, que tu pa¨ªs se divida truculentamente entre los que prefieren una autor¨ªa u otra es una proeza repugnante, que resume tu talante y la filosof¨ªa de tu pol¨ªtica.
?Recuerdan una de sus primeras frases, cuando al poco de tomar posesi¨®n la polic¨ªa captur¨® a unos cuantos inmigrantes, los amordaz¨® y los sac¨® del pa¨ªs en avi¨®n? Ten¨ªamos un problema, dijo, y lo hemos solucionado. Ahora que vamos sabiendo la verdad, temo por los marroqu¨ªes que viven en Andaluc¨ªa, en toda Espa?a. Algunos han sido reventados en el tren de Madrid. Pero no faltar¨¢ quien pase por alto este detalle y ceda, estimulado por cierta pol¨ªtica, a la cruel imbecilidad de identificar a todos los nacidos en Marruecos con terroristas de Al Qaeda. En este asunto como en tantos otros ten¨ªamos un problema y tras el paso del caim¨¢n por el Gobierno, lo tenemos doblado. Hoy es el primer d¨ªa sin ¨¦l. Enhorabuena a todos.
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