MIGUEL ?NGEL PRIETO HUMANES / Lo m¨¢s opuesto a un 'trepa'

Miguel ?ngel ten¨ªa 37 a?os y era ingeniero de Telecomunicaciones. Estaba casado y era padre de una ni?a de dos a?os y otra de tres meses. Llevaba una vida apacible en Villaluenga de la Sagra, a 50 kil¨®metros de Madrid y a 22 de Toledo. Su pandilla de treinta?eros a menudo tomaba copas con la del padre, de 64 a?os. Tan aferrado se encontraba Miguel ?ngel al pueblo y tanto se volc¨® la gente con su muerte que Juan, el padre de Miguel ?ngel, no quiere desaprovechar la ocasi¨®n de agradecer a todo el pueblo, "desde el alcalde al p¨¢rroco, don Conrado", el apoyo recibido.

Su padre, Juan, reconoce que a veces le enervaba la aparente falta de ambici¨®n de su hijo. "Yo cre¨ªa que ten¨ªa pocas ambiciones, pero ahora me he sentido muy orgulloso de ¨¦l porque me he dado cuenta de que fue capaz de elegir y hacer lo que realmente quiso: estar con su familia". El padre intent¨® convencerlo alguna vez de que estudiase ingl¨¦s y prosperase en su trabajo. Pero ¨¦l regresaba a las siete de la tarde a casa y s¨®lo quer¨ªa revolcarse en la alfombra con las hijas. Le encantaba ba?arlas y vestirlas. "Todas las horas que hubiese perdido estudiando para sacar m¨¢s dinero no habr¨ªa disfrutado de su familia ni sus hijas de ¨¦l", reconoce el padre. S¨®lo se compr¨® un coche cuando se cas¨®, hace tres a?os.

"En pol¨ªtica, en principio pensaba de una forma, cuando era estudiante, y luego de otra. Y al final se estaba desenga?ando de todos. A ¨¦l le daba la impresi¨®n de que los pol¨ªticos nos estaban pidiendo mucho a cambio de subirse a un sill¨®n. Pero habr¨ªa ido a votar".

Le encantaba la jardiner¨ªa y ten¨ªa un patio lleno de flores. "?sta es la ¨¦poca en que sol¨ªa cambiar las macetas", recuerda el padre. En su casa se han quedado los regalos que le hab¨ªan comprado para el d¨ªa del padre: un disco de los Rolling y un libro sobre la historia de Roma.-