Doce horas en una mesa, por algo m¨¢s de 50 euros
1.803.882 vascos votaron ayer en el Pa¨ªs Vasco. De ellos, 8.058 fueron adem¨¢s miembros de las mesas electorales en 836 colegios
La jornada de ayer tuvo unos protagonistas indiscutibles, los votantes. En las mesas electorales, otros ciudadanos cumpl¨ªan tambi¨¦n con su deber, haci¨¦ndose cargo del sufragio de sus vecinos. El presidente, los vocales y los interventores de los partidos pol¨ªticos, ten¨ªan por delante doce horas largas ante unas mesas y dos urnas, la del Congreso y la del Senado. Doce horas y una peque?a compensaci¨®n econ¨®mica, algo m¨¢s de 52 euros.
Las horas del d¨ªa discurren pl¨¢cidamente entre los vocales, el presidente y los interventores de PNV, PP y PSOE de la mesa electoral n¨²mero 4 de la secci¨®n 18, en el Colegio ?ngel Ganivet, en Vitoria. Los dos vocales y el presidente son novatos y aunque a ninguno le gust¨® la idea de pasarse el domingo entre papeletas de voto cuando les lleg¨® la temida carta adjudic¨¢ndoles su responsabilidad, ahora disfrutan de la jornada lo mejor que pueden. Jorge Agreda, de 22 a?os y estudiante de cuarto curso de Ingenier¨ªa Electr¨®nica, se toma de manera muy profesional su cometido. Incluso dej¨® de salir el s¨¢bado por la noche "para aguantar bien" el domingo al frente de la mesa. El libro de instrucciones se lo ha le¨ªdo dos veces, algo muy "poco habitual", asegura el interventor del PNV, Alberto Makazaga, que ya lleva ocho a?os supervisando la misma mesa.
"La verdad", confiesa Agreda, "es que cuando me lleg¨® la carta pens¨¦ ?vaya co?azo que me espera! Pero despu¨¦s te metes en el papel y pasan las horas. Lo m¨¢s duro fue no salir el s¨¢bado por la noche". Todo trascurre de forma natural y tranquila y por no haber no hay ni an¨¦cdotas.
Mari Carmen Burgos, de 44 a?os, es la primera vocal. Intent¨® buscar alg¨²n motivo para librarse de la cita, pero al final desisti¨®. "Es una experiencia m¨¢s y as¨ª hay que vivirlo. Hay un buen ambiente entre la gente de la mesa y eso tambi¨¦n es importante para llevar mejor una jornada tan larga". El vocal segundo, V¨ªctor B¨¢rcena, de 27 a?os y conductor de profesi¨®n, ten¨ªa previsto ir a esquiar. "Hombre, el cambio de planes es radical".
Las horas de la ma?ana han pasado r¨¢pido por el trasiego de ciudadanos. Entre las tres y las cinco de la tarde la afluencia es menor y aparecen los primeros s¨ªntomas de cansancio. El ¨²nico aliciente que queda es que den las ocho de la tarde y comience el recuento. Finalmente, en esta mesa arras¨® el PSE.
Sin viaje de novios
Yuraima El¨®segui (Venezuela, 1971), responsable de una agencia inmobiliaria, ha cambiado una hamaca bajo las palmeras de una ex¨®tica playa tailandesa por un aula en las escuelas Larramendi de San Sebasti¨¢n. Se cas¨® hace una semana y ten¨ªa previsto partir de inmediato de viaje de novios. Sin embargo, ayer estaba en la capital guipuzcoana: le hab¨ªa tocado presidir la mesa electoral del distrito 3 secci¨®n uno, en la que el escrutinio arroj¨® una amplia ventaja del PP.
"He estado toda la semana refunfu?ando", reconoce esta venezolana que vive en el Pa¨ªs Vasco desde 1980. "Pienso que podr¨ªa haberlo solucionado. Pero la verdad es que ni me molest¨¦. Lo sent¨ª como una especie de deber por estar en democracia y decidimos aplazar el viaje", explica. Pasan ya las 12.30 y la gente aprovecha la salida de misa o la excusa del aperitivo para acercarse a las urnas. Las colas son cada vez m¨¢s largas y en la mesa no pueden levantar cabeza. "Ma?ana, con agujetas. No hab¨ªa escrito de esta forma desde hace...", bromea Agust¨ªn Ruiz Munain, ingeniero y gerente de la empresa Krafft. En principio no le tocaba estar ah¨ª, tampoco a Rosa, casada hace 40 a?os y madre de tres hijos. Pero los vocales titulares no se presentaron a la constituci¨®n de la mesa y ellos ocuparon su lugar.
"Se?ora, no vale con la fotocopia del DNI. Necesito el original", le explica Yuraima a una se?ora de edad avanzada. "?No vale? Pues lo tengo guardado para que no me lo roben". La ma?ana discurre con normalidad con peque?os episodios como este, porque en esta mesa, en el centro de la ciudad, votan fundamentalmente personas mayores. "El precio de los pisos se ve tambi¨¦n en las urnas. Hay poco joven". Y poco cresp¨®n negro, y pocos comentarios sobre los acontecimientos los ¨²ltimos d¨ªas aunque, dice Ruiz de Munain, estos son unos comicios muy especiales. "Es un momento complicad¨ªsimo en todos los sentidos. Si eran unos los autores del atentado de Madrid era malo, si eran otros, malo tambi¨¦n, pero los de aqu¨ª, en el fondo, hemos respirado".
"Me duele el alma"
En la entrada de las escuelas Viuda de Epalza, en la calle Tivoli, de Bilbao, alguien ha pegado una cuartilla con un lazo negro a bol¨ªgrafo y la frase "Me duele el alma". Debajo, un cirio encendido. No es el ¨²nico recuerdo a las v¨ªctimas del atentado de Madrid. Alg¨²n votante se acerca portando un lazo negro en la solapa. Las horas transcurren con normalidad. En la mesa 2-35, en el primer piso del centro bilba¨ªno, ha votado esta ma?ana el ex lehendakari Ardanza. "Ven¨ªa acompa?ado de c¨¢maras de televisi¨®n y fot¨®grafos", recuerda el primer vocal, Ra¨²l, de 25 a?os.
?l y su compa?ero, el segundo vocal, Urtzi, de 21 a?os, han bajado cuatro veces por la ma?ana a llevarle las urnas a personas que no pod¨ªan subir las escaleras. Esa ha sido la an¨¦cdota m¨¢s rese?able de una jornada sin incidentes. "No esper¨¢bamos que los hubiera. Los ciudadanos estamos ya acostumbrados a votar", afirma el presidente de la mesa, Javier, de 59 a?os. Ninguno de los tres pudo disfrutar del buen tiempo que hubo ayer en Euskadi. "Yo, al fin y al cabo, como estoy jubilado puedo darme un paseo cualquier d¨ªa", indica el presidente, que m¨¢s tarde comunicar¨ªa que el PNV hab¨ªa sido el partido m¨¢s votado en su mesa.
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Eduardo Azumendi, Maribel Mar¨ªn y Marta Nieto.
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