KALINA DIMITROVA: Los novios b¨²lgaros (1) Iban a casarse el 16 de mayo

Kalina, b¨²lgara de 31 a?os, que trabajaba en un hotel, era un ejemplo de supervivencia. Su corta vida no fue f¨¢cil. Por eso se hizo fuerte. Se cas¨® muy joven en Bulgaria, pero al mes perdi¨® en un accidente a su marido y a su hermano. Tras el golpe decidi¨® olvidar y arriesgarse. Se vino a Espa?a hace tres a?os, porque una de sus mejores amigas, Carolina, ya hab¨ªa probado suerte y le iba bien. Se mud¨® varias veces de piso y trabaj¨® en diversos empleos. A?oraba su tierra pero era feliz en Madrid.

Iba a casarse el 16 de mayo con Andriyan. "Ya estaba todo listo. ?bamos a celebrar el banquete en un restaurante de Carabanchel", cuenta Fany, una prima del novio.

"A veces, cuando emigras, hay mucha soledad, por el idioma y la cultura", dice un amigo de la chica. Andriyan y su familia apaciguaron la soledad de Kalina, la acogieron en su casa y la trataron como a una hija. Cada ma?ana tomaba en Torrej¨®n el tren hasta Atocha. Todos los domingos iban a iglesias evangelistas "a compartir las experiencias de cada uno y a rezar".

"Siempre estaba dispuesta a ayudar, aunque fuese con una sonrisa", dicen sus jefas. Desde hace unos meses, arreglaba camas en el hotel Meli¨¢ Castilla, donde se gan¨® a todos sus compa?eros "con su trabajo serio y su mirada noble". Prueba de ello es que sus dos jefas se transformaron en amigas incondicionales. "Han estado desde el primer d¨ªa ayudando", cuenta Carolina. Kalina era rubia, menuda, de unos 50 kilos y 1,60 de estatura. Lo que m¨¢s le gustaba era bailar. Dej¨® huella en la gente que trataba. "Cuando ibas a una discoteca con ella te contagiaba las ganas de divertirte, siempre te hac¨ªa sentir a gusto". Vivieron juntos hasta que la muerte les separ¨®.-