Gracias al tanatorio de la M-30
Mi madre muri¨® el 13 de Marzo; se nos muri¨® a mi padre y a m¨ª, entre los brazos, mientras la ase¨¢bamos. Muri¨® dos d¨ªas despu¨¦s de que la insensata locura de unos pocos matara y mutilara a cientos de personas en un tren igual al que yo tambi¨¦n utilizo todos los d¨ªas.
No, mi madre no muri¨® a causa de esos asesinos disparates; muri¨® despu¨¦s de meses de una l¨²cida y terrible agon¨ªa derivada de su enfermedad.
Los medios de comunicaci¨®n y los ciudadanos hemos hablado mucho en estos d¨ªas -con absoluta justicia- de la sacrificada acci¨®n de cuantos han intervenido en intentar paliar los efectos de la cat¨¢strofe inducida del 11 de Marzo de 2004. De personal de los servicios de emergencia, del de Renfe, de bomberos, de miembros de las Fuerzas de Seguridad, de conductores de ambulancia, de taxistas que ayudaron a evacuar heridos, de m¨¦dicos en activo y jubilados, de enfermeros y enfermeras, de celadores, de psic¨®logos, de traductores para los extranjeros, de los madrile?os que colapsaron los servicios de donaci¨®n de sangre, de quienes acudieron a manifestarse en todas las ciudades y pueblos de Espa?a. De todos los que hemos sentido como propia una tragedia que nunca debi¨® suceder.
Pero yo quiero darle las gracias a una persona -que estoy seguro que representa a un colectivo de los que no salieron en los medios de comunicaci¨®n-. Hablo del personal administrativo del Tanatorio de la M-30.
Cuando habl¨¦ con la persona que me indicaron para tramitar lo relacionado con el velatorio e inhumaci¨®n de mi madre, me atendi¨® una funcionaria con una delicadeza que era dif¨ªcil de entender sabiendo lo que probablemente ella habr¨ªa pasado en los dos d¨ªas anteriores. Con decenas de fallecidos en ese tanatorio; seguramente con cientos de familiares alrededor. Casi seguro con muy pocas horas de sue?o en el cuerpo. Seguro que con una sobrecarga laboral que puede no haberse compensado econ¨®micamente con justicia.
Aparte de su amabilidad, estoy convencido que se hizo cargo que mi madre hab¨ªa fallecido solo dos horas antes, y que mi lucidez no estaba precisamente en su mejor momento. No sabe como me ayud¨®...
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