Doce a?os de c¨¢rcel para el hombre que roci¨® con ¨¢cido a su ex novia

La Audiencia de Alicante ha condenado a 12 a?os de prisi¨®n a Pedro Ruiz, procesado por rociar con un l¨ªquido corrosivo, posiblemente ¨¢cido sulf¨²rico, a su ex novia, Rosa Mar¨ªa Aragoneses, el 14 de febrero de 2002, un mes despu¨¦s de que ¨¦sta pusiera fin a su relaci¨®n. La sala castiga con la m¨¢xima pena al agresor al apreciar que actu¨® con alevos¨ªa y ensa?amiento. A causa del ¨¢cido, la mujer sufri¨® la desfiguraci¨®n de su rostro, entre otros da?os irreversibles.

Rosa Mar¨ªa Aragoneses, de 38 a?os, logr¨® salvar la vida tras la salvaje agresi¨®n; pero dos a?os despu¨¦s y tras 14 intervenciones quir¨²rgicas, tiene su rostro desfigurado, ha perdido un ojo y la agudeza visual en el otro y presenta graves secuelas psicol¨®gicas. Por todo ello, el tribunal obliga, adem¨¢s, al agresor a pagar a la v¨ªctima una indemnizaci¨®n de 325.000 euros.

De acuerdo con la sentencia, hecha p¨²blica ayer, el tribunal considera probado que el 14 de febrero de 2002 Pedro Ruiz Garc¨ªa, de 39 a?os, se dirigi¨® al Instituto de Ense?anza Secundaria (IES) n¨²mero 11 de Alicante, donde Rosa Mar¨ªa trabajaba como conserje, y all¨ª la esper¨®. Cuando ¨¦sta abandonaba el centro docente, el acusado se le acerc¨® por detr¨¢s y, tras felicitarle el d¨ªa de los enamorados, el encausado, "por sorpresa y sin que Rosa Mar¨ªa pudiera apercibirse ni hacer nada para evitarlo", le derram¨® sobre la cabeza un l¨ªquido corrosivo, que le fue cayendo por la cara y la espalda. Seguidamente, seg¨²n recoge el texto condenatorio, el encausado le roci¨® con dicho l¨ªquido en las piernas y abandon¨® inmediatamente el lugar.

En la vista oral del caso, celebrada en la Secci¨®n 1? de la Audiencia de Alicante, Pedro Ruiz se declar¨® inocente. El enjuiciado manifest¨® que la v¨ªctima fue quien trat¨® de golpearle con un bote, cuyo contenido desconoc¨ªa, y que ella misma llevaba. A causa del forcejeo, dijo el acusado, la tapa del frasco se abri¨® y el contenido se derram¨® sobre ella. Preguntado, entonces, por el juez porqu¨¦ no socorri¨® a la mujer, ¨¦ste contest¨® que no supo c¨®mo actuar.

A juicio del ministerio p¨²blico, Pedro Ruiz no acept¨® la ruptura, tras tres a?os y medio de relaci¨®n sentimental, y actu¨® "movido por la venganza". Sin embargo, Pedro lo neg¨®. "Al principio [cuando dejaron la relaci¨®n] duele, pero luego ya...", declar¨® entonces.

Sin embargo, su versi¨®n fue desmontada por la v¨ªctima y sus compa?eras. Rosa Mar¨ªa, protegida con gafas oscuras, narr¨® los acosos a los que era sometida, as¨ª como los problemas de celos que sufr¨ªa su agresor. Los episodios de acoso fueron corroborados por sus compa?eras del centro, quienes dijeron que la mujer corr¨ªa peligro. Y agregaron que aconsejaban a la mujer que tomara precauciones.

Adem¨¢s, seg¨²n declararon testigos, una hora antes de la agresi¨®n vieron en el centro escolar a Pedro Ruiz con una bolsa en la mano. Los peritos afirmaron, tras el an¨¢lisis de una prenda, que la sustancia que probablemente emple¨® el agresor fue ¨¢cido sulf¨²rico, de efecto "muy corrosivo e inmediato".

La sala castiga al agresor con la m¨¢xima pena recogida en el C¨®digo Penal por un delito de lesiones, al apreciar que Pedro Ruiz actu¨® con alevos¨ªa y ensa?amiento. Los magistrados aplican el agravante de alevos¨ªa (a traici¨®n y sobre seguro) al considerar probado que el enjuiciado actu¨® "por detr¨¢s y por sorpresa", sin que la v¨ªctima pudiera defenderse.

El fallo tambi¨¦n incluye la agravante de ensa?amiento. En base a la testifical de los forenses, quienes advirtieron que las heridas no eran uniformes, con secuelas en la cara y piernas, el tribunal tambi¨¦n apreci¨® el agravante de ensa?amiento (aumentar deliberadamente e inhumanamente el sufrimiento de la v¨ªctima) al considerar que el acusado, tras verter el l¨ªquido en la cabeza de la v¨ªctima, sacudi¨® el recipiente en sus piernas. En su escrito final de calificaci¨®n, la fiscal rechaz¨® que la agresi¨®n fuera un accidente, tal y como aleg¨® el enjuiciado. "Resulta curioso que la peor parte se la llevara la v¨ªctima", argument¨®. La v¨ªctima result¨® con quemaduras de segundo y tercer grado en cara, cuero cabelludo, torso, mano derecha y piernas.