Ondas de choque

El laudo arbitral que obliga a la cadena de radio Onda Cero a pagar una indemnizaci¨®n de 185 millones de euros al empresario asturiano Blas Herrero es una demostraci¨®n de las dificultades que tienen algunas f¨®rmulas empresariales aplicadas en los medios de comunicaci¨®n para amoldarse a los cambios bruscos en el mercado. El origen del conflicto es el contrato que firm¨® el empresario con Onda Cero cuando la cadena de radio era propiedad de Telef¨®nica, que obligaba a la emisora a pagar 18 euros por oyente de Kiss FM. Si la cantidad era manejable para el pagador con una audiencia de entre 100.000 y 200.000 oyentes, hacer frente al compromiso cuando la audiencia se ha disparado por encima de 1,3 millones equivaldr¨ªa a dejar a la compa?¨ªa con unos fondos propios negativos de m¨¢s de 160 millones de euros; es decir, la aplicaci¨®n del contrato ser¨ªa tanto como imponer la disoluci¨®n de Onda Cero.

Hay, por supuesto, procedimientos financieros para arbitrar una soluci¨®n que evite el mal mayor que ser¨ªa la liquidaci¨®n de la cadena. No es necesaria mayor insistencia en las p¨¦simas consecuencias que tiene para la informaci¨®n la desaparici¨®n de cualquier medio de comunicaci¨®n. Pero es dif¨ªcil disociar el problema de hoy de la ca¨®tica gesti¨®n de algunos medios de comunicaci¨®n que cayeron en la ¨®rbita de Telef¨®nica durante la primera legislatura del PP, bajo presi¨®n del Gobierno, y los subsiguientes problemas derivados de la obligaci¨®n de deshacer una madeja empresarial enredada en el poder pol¨ªtico. Onda Cero ha pasado por la propiedad de la ONCE, Telef¨®nica y ahora Antena 3, es decir, el Grupo Planeta, sin que hasta el momento se haya encontrado un modelo empresarial estable.

A pesar de que Blas Herrero sea el triunfador legal del laudo arbitral, no ser¨ªa un exceso que la negociaci¨®n no se diera por terminada con el resultado de ese arbitraje. La importancia de Onda Cero y de sus accionistas (hoy Antena 3) o ex accionistas (Telef¨®nica) as¨ª lo recomiendan.