El 'socialismo libertario' de Rodr¨ªguez Zapatero
El presidente espa?ol repite la expresi¨®n "Fuerza y honor" de la pel¨ªcula 'Gladiator'
El pensamiento pol¨ªtico del pr¨®ximo presidente del Gobierno espa?ol, el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se encuentra, posiblemente, m¨¢s cercano al llamado republicanismo del profesor australiano-irland¨¦s Philip Pettit y al patriotismo constitucional de J¨¹rgen Habermas, que a la tercera v¨ªa del brit¨¢nico Tony Blair. Rodr¨ªguez Zapatero ha hecho p¨²blicamente muchas m¨¢s alusiones a estas dos l¨ªneas de pensamiento que a las aportaciones de Blair y de su equipo, es decir, al pensamiento de la izquierda europea. El dirigente espa?ol ni tan siquiera ha acudido, pese a estar invitado, a alguna de las conferencias organizadas ¨²ltimamente por el New Labour brit¨¢nico.
Rodr¨ªguez Zapatero procede de una familia de tradici¨®n socialista -uno de sus abuelos fue un militar fusilado por las tropas de Franco- y le gusta aludir a algunos de los intelectuales de la II Rep¨²blica espa?ola, como Giner de los R¨ªos o Mar¨ªa Zambrano. En su primer discurso p¨²blico, tras ser elegido, por sorpresa, secretario general del PSOE, provoc¨® una cierta polvareda medi¨¢tica al hablar de "socialismo libertario". Y poco despu¨¦s, en una reuni¨®n de la Internacional Socialista, celebrada en Zaragoza en febrero de 2001, Zapatero quiso subrayar la obligaci¨®n del Estado de intervenir para evitar que los ciudadanos tuvieran que actuar bajo coacci¨®n, lo que es una de las ideas b¨¢sicas de Pettit.
El 'republicanismo' de Zapatero trata de los valores de la sociedad actual
Incluso en sus intervenciones en institutos de ense?anza media o colegios, el dirigente socialista espa?ol alude a estas ideas, encarn¨¢ndolas en el personaje de la pel¨ªcula Gladiator, como alguien que lucha por esos valores "republicanos". Como curiosidad, se puede rese?ar que, en su af¨¢n por conectar con los j¨®venes, que finalmente son quienes le han llevado a la presidencia del Gobierno, Zapatero ha terminado algunos de sus m¨ªtines electorales de esta campa?a con la extra?a frase "Fuerza y honor". Muchos de los asistentes no entend¨ªan de qu¨¦ hablaba, pero los m¨¢s j¨®venes reconoc¨ªan inmediatamente como la frase que en ocasiones pronuncia el protagonista de la pel¨ªcula.
El republicanismo al que alude el nuevo presidente del Gobierno no tiene nada que ver con la forma del Estado -Zapatero no pone en discusi¨®n, en absoluto, a la Monarqu¨ªa espa?ola-, sino que trata de los valores de la sociedad actual y del papel y la organizaci¨®n que deben tener y desempe?ar las instituciones democr¨¢ticas como garantes de la libertad de los ciudadanos. Se trata de una corriente de pensamiento m¨¢s vinculada al radicalismo franc¨¦s del siglo pasado y al liberalismo radical anglosaj¨®n que a la pura socialdemocracia alemana.
El programa electoral con el que se present¨® Rodr¨ªguez Zapatero a estas elecciones tiene una fuerte carga en este sentido, con ofertas bastante detalladas sobre c¨®mo democratizar las instituciones y c¨®mo profundizar el debate pol¨ªtico. Y en algunas de sus principales intervenciones ha dado la impresi¨®n de que concede mucha m¨¢s importancia a estos aspectos que a la posibilidad de realizar ofertas electorales en el campo de la econom¨ªa que sean distintas de las aconsejadas por la m¨¢s pura ortodoxia.
Rodr¨ªguez Zapatero encarg¨® la elaboraci¨®n del "programa econ¨®mico" a Miguel Sebasti¨¢n, un t¨¦cnico que ni siquiera pertenece al partido socialista y que procede del Servicio de Estudios de uno de los principales bancos espa?oles. Igualmente mantiene una buena l¨ªnea de entendimiento con el comisario encargado de los asuntos econ¨®mico-financieros de la UE, el espa?ol Pedro Solbes, que fue ministro en uno de los ¨²ltimos Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez.
Solbes protagoniz¨® entonces una pol¨ªtica econ¨®mica de gran ortodoxia. El PSOE, que en los a?os ochenta y noventa vivi¨® en una situaci¨®n peculiar porque apoyaba pol¨ªticas que desarrollaba su Gobierno pero que no asum¨ªa como propias, termin¨® por olvidar esa dicotom¨ªa y ahora parece muy poco probable que Zapatero tenga que enfrentarse a ning¨²n movimiento de su partido que le pida, en el cap¨ªtulo econ¨®mico, algo distinto de esta ortodoxia. La diferenciaci¨®n de la oferta socialista se realiza, mucho m¨¢s, en esos otros cap¨ªtulos mencionados.
El pensamiento de Zapatero est¨¢, probablemente, m¨¢s influido por Felipe Gonz¨¢lez en todo lo relacionado con la pol¨ªtica internacional y la construcci¨®n de Europa que en cualquier otro campo. El nuevo presidente del Gobierno comparte con Gonz¨¢lez la visi¨®n de la Uni¨®n Europea como un elemento imprescindible para la estabilidad mundial y para la prosperidad de Espa?a. Es verdad que el l¨ªder socialista llega al Consejo Europeo en unas circunstancias muy dif¨ªciles, con las negociaciones sobre la Constituci¨®n europea rotas, y que no bastar¨¢ con que flexibilice la postura del Gobierno. Necesitar¨¢ tambi¨¦n la comprensi¨®n y la flexibilidad del resto de la vieja Europa a la que quiere reincorporar a Espa?a.
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