Espa?a e Irak /4

Leo que la alternativa es entre lo que te pide el cuerpo y la realpolitik, pero ni mi cuerpo me pide salir sin m¨¢s de Irak, ni quedarse es una cuesti¨®n de realpolitik.

Como tantas veces, las cosas humanas son complejas, llenas de matices y diferencias. Pero si somos responsables de algunos destrozos, ahora no podemos pedir perd¨®n y marchar sin m¨¢s, porque tenemos que responder por lo que hemos hecho. No podemos marcharnos sin m¨¢s y dejar a su suerte un pa¨ªs con los servicios destruidos y la paz social al borde, parece, de una guerra civil.

Es obvio que no podemos estar como fuerza de ocupaci¨®n ni a las ¨®rdenes de los Estados Unidos, porque ¨¦stos fueron a la guerra por su cuenta y riesgo y, encima, como se ha ido viendo, con mentiras en las razones aducidas.

Hay que construir una situaci¨®n distinta, donde la intervenci¨®n no sea unilateral por parte de un pa¨ªs y donde el objetivo real sea la preservaci¨®n de la comunidad pol¨ªtica y la reconstrucci¨®n de los servicios destruidos. No vale decir que fue el Gobierno anterior, porque, mal que nos pese, los a?os peligrosos, esos cuatro a?os de broncas, destrozos, no s¨®lo en Irak, y caras amenazadoras pertenecen a nuestra historia como otros a?os mejores que no quiero se?alar.

Hay que pedirle a Zapatero que nos explique exactamente la situaci¨®n: en calidad de qu¨¦ estamos, a las ¨®rdenes de qui¨¦n, de qu¨¦ destrozos somos responsables, qu¨¦ es lo que tiene arreglo y c¨®mo. No, el cuerpo no me pide irme para vengarme del Partido Popular, sino preocuparme por la suerte de los que ese Gobierno nos llev¨® a invadir. Y eso no es una cuesti¨®n de realpolitik, sino de justicia.