El SPD cierra filas en torno a un nuevo l¨ªder para apoyar las reformas de Schr?der en Alemania

El Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) eligi¨® ayer, en un congreso extraordinario celebrado en Berl¨ªn y por una abrumadora mayor¨ªa del 95,11% de los delegados, al jefe del grupo parlamentario en el Bundestag Frank M¨¹ntefering, de 64 a?os, como nuevo presidente del partido, sucesor del canciller federal Gerhard Schr?der, de 59 a?os.

M¨¹ntefering y Schr?der aseguraron que se mantendr¨¢ el programa de reformas, en realidad recortes sociales, denominado Agenda 2010. A este programa, anunciado por Schr?der hace poco m¨¢s de un a?o y que empieza a entrar en vigor, se atribuye la ca¨ªda en picado del SPD en las elecciones regionales, en los sondeos y la deserci¨®n masiva de afiliados.

El congreso eligi¨® tambi¨¦n al diputado Klaus Uwe Benneter, de 57 a?os, como nuevo secretario general del SPD, un puesto clave para la gesti¨®n del partido, en especial durante las campa?as electorales que se avecinan, 14 hasta fin de a?o. Benneter, un amigo de Schr?der de sus tiempos de izquierdistas en las Juventudes Socialistas, consigui¨® un 78,74% de votos, muestra clara de que su popularidad queda muy por debajo del nuevo presidente.

Schr?der y M¨¹ntefering mostraron coincidencia absoluta ante los delegados. El nuevo presidente es lo que se denomina "un soldado del partido" y no parece que vaya a segarle la hierba bajo los pies al canciller desde la Casa Willy Brandt, donde est¨¢ la sede central del SPD en Berl¨ªn. M¨¹ntefe-ring apoyar¨¢, como lo ha hecho hasta ahora en el grupo parlamentario, al Gobierno de Schr?-der en la tarea de llevar adelante los recortes sociales previstos en la Agenda 2010. Aunque miembros de la misma generaci¨®n del SPD, la llamada de los nietos de Willy Brandt, que cumplen 60 a?os, y tienen un origen social similar, de familias proletarias que pasaron penalidades, son dos personalidades muy diferentes. Schr?der, hijo de una viuda de guerra que sac¨® adelante a sus hijos con lo que ganaba limpiando casas, estudi¨® Derecho y pertenece a la llamada generaci¨®n del 68, surgida del movimiento estudiantil de finales de los sesenta.

M¨¹ntefering, hijo de un obrero fabril, tuvo que dejar la escuela a los 14 a?os y se vincul¨® a la socialdemocracia a partir de las ideas de amor al pr¨®jimo producto de su formaci¨®n cat¨®lica. Frente al canciller medi¨¢tico Schr?der, con su brillante ret¨®rica para la televisi¨®n, M¨¹ntefe-ring opta por frases elementales para llegar al coraz¨®n de los militantes de base del SPD. Aficionado al f¨²tbol, recurre M¨¹ntefe-ring con frecuencia a met¨¢foras de ese deporte. Ayer pronunci¨® M¨¹ntefering ante los delegados una frase antol¨®gica: "La oposici¨®n es parte de la democracia, pero os digo una cosa, compa?eros, estar en la oposici¨®n es una mierda".

No hay alternativa ni vuelta atr¨¢s en el camino emprendido. As¨ª lo formularon de forma inequ¨ªvoca Schr?der y M¨¹ntefe-ring. Schr?der dijo: "Frank y yo os hemos puesto de acuerdo y mantendremos el rumbo emprendido. Lo que se decidi¨® no se cambiar¨¢". El SPD argumenta que los recortes son dolorosos, pero mucho peor ser¨ªa si la oposici¨®n llegase al poder. Tambi¨¦n alab¨® M¨¹ntefe-ring a Schr?der por su firmeza en la pol¨ªtica internacional, en especial ante la guerra de Irak, y se pregunt¨® qu¨¦ habr¨ªa ocurrido si la oposici¨®n democristiana hubiese estado en el poder.

En un momento de su discurso del SPD M¨¹ntefering advirti¨®: "Las cajas est¨¢n vac¨ªas, las del Gobierno federal, las de los Estados federados y las de los ayuntamientos". En esta situaci¨®n no se pueden hacer milagros y la econom¨ªa impone sus leyes de forma inexorable. Schr?der y M¨¹ntefering defendieron la justicia de los recortes sociales con el argumento de la necesaria solidaridad entre las generaciones. Los jubilados de hoy tienen que comprender que los recortes sociales que padecen beneficiar¨¢n a sus nietos. Schr?der lo expuso de forma palpable: "En 1960, 10 trabajadores en activo sosten¨ªan a un jubilado. Hoy hay tres trabajadores por cada jubilado, y dentro de 20 a?os, cuando nuestros hijos tengan la responsabilidad de sostener el seguro de vejez, habr¨¢ dos trabajadores por cada jubilado".