Ludmila Tcherina, bailarina

La bailarina cl¨¢sica francesa Ludmila Tcherina muri¨® el 21 de marzo, en Par¨ªs, a los 80 a?os.

Su verdadero nombre era Monique Tchemerzina y hab¨ªa nacido en Par¨ªs el 10 de octubre de 1924 inici¨¢ndose en los estudios de ballet con el profesor Alessandri; tambi¨¦n estudi¨® con Clustine pero sobre todo con la gran maestra Preovayenskaia, que le transmiti¨® el ¨¢nimo estelar del gran repertorio ruso. A los ocho a?os aquella preciosa ni?a rubia ya subi¨® a escena y su verdadero deb¨² profesional ocurri¨® en el Par¨ªs convulso de 1942 en el Romeo y Julieta de Serge Lifar, cuando contaba 20 a?os.

A continuaci¨®n bail¨® con gran ¨¦xito en la compa?¨ªa de Bor¨ªs Kniaseff en Marsella, de donde regres¨® a Par¨ªs a presentar unos espect¨¢culos con su marido, el bailar¨ªn Edmond Audran, de quien enviud¨® ante el tr¨¢gico accidente de ¨¦ste en 1951.

Ludmila Tcherina se convirti¨® en la estrella indiscutible de los nuevos Ballets de Montecarlo en el a?o 1946 con su interpretaci¨®n del Mephisto Vals. Era una gran amante del baile espa?ol y de los personajes dram¨¢ticos y pas¨® largas temporadas en Espa?a, donde ten¨ªa grandes amigos, entre ellos Antonio Ruiz Soler, Antonio, con quien hizo alguna que otra aparici¨®n esc¨¦nica y varias pel¨ªculas.

Invitada a Mosc¨² a finales de la d¨¦cada de los cuarenta y principios de los cincuenta hizo all¨ª unas memorables funciones de Giselle, dando tambi¨¦n un verdadero recital l¨ªrico con su versi¨®n de La muerte del cisne "a la francesa".

Hay que recordar su teatralidad y empaque en El martirio de san Sebasti¨¢n en la versi¨®n de Sparenblek, con quien trabaj¨® de nuevo en 1959 en el espect¨¢culo Los amantes de Teruel, que luego dar¨ªa lugar a la pel¨ªcula hom¨®nima que tambi¨¦n fue filmada casi ¨ªntegramente en suelo espa?ol.

Pero Ludmila Tcherina ser¨¢ recordada sobre todo por su papel cinematogr¨¢fico, aunque no protagonista, en Las zapatillas rojas, junto a Le¨®nidas Massine y Moira Shearer. Otro filme en el que se pudo disfrutar de su belleza y elegancia es Cuentos de Hoffmann.

Ya antes de su retiro a mediados de los setenta comenz¨® a aparecer en programas de televisi¨®n y siempre mantuvo una discreta y elegante postura como lo que era, una de las ¨²ltimas grandes divas del ballet del siglo XX.-