Dos a?os de c¨¢rcel para tres de los agresores de un guarda en Sevilla

El Juzgado de lo Penal n¨²mero 8 de Sevilla ha condenado a dos a?os de c¨¢rcel a tres j¨®venes por la paliza a patadas, pu?etazos y con una muleta que dieron a un guarda de seguridad en el derby Sevilla-Betis del 6 de octubre de 2002 en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. El juzgado absuelve a un cuarto acusado, que introdujo la muleta en el estadio, pero no particip¨® en la agresi¨®n. El autor material de la misma ya fue condenado por el Juzgado de Menores.

La sentencia impone, adem¨¢s de la pena de c¨¢rcel, el pago de 6.000 euros de indemnizaci¨®n al guarda de seguridad Antonio Orrego por los da?os f¨ªsicos y morales derivados de los 89 d¨ªas que tard¨® en curar de sus lesiones: fractura de los huesos de la nariz y contusiones en todo el cuerpo.

El juez acept¨® en su integridad la petici¨®n de condena que plante¨® el fiscal en el juicio, cuando elev¨® su anterior solicitud de un a?o de c¨¢rcel al considerar que los acusados se confabularon para actuar "de forma conjunta y unitaria" y utilizar como "instrumento peligroso" la muleta que uno de ellos hab¨ªa introducido en el estadio haci¨¦ndose pasar por minusv¨¢lido.

El autor material de la paliza con la muleta fue enjuiciado en el Juzgado de Menores en 2003 y fue condenado a siete meses de reclusi¨®n en un centro de Almer¨ªa, pena que ya ha cumplido en su integridad.

Los condenados (D. R. T., M. A. F. S. y E. J. F.) pagar¨¢n el delito de lesiones con la c¨¢rcel y el de des¨®rdenes p¨²blicos con nueve meses de multa, con una cuota diaria de dos euros, lo que equivale a una sanci¨®n de 540 euros.

La sentencia considera que los tres condenados son coautores del delito de lesiones y actuaron de manera coordinada. La defensa intent¨® demostrar que las im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de televisi¨®n no permit¨ªan distinguir, en la confusi¨®n de la agresi¨®n, qui¨¦n de los procesados dio al guarda los pu?etazos que le rompieron la nariz, la principal lesi¨®n que sufri¨®.

El juez ha absuelto a S. F. O., quien introdujo la muleta en el estadio. El fiscal mantuvo para ¨¦l la misma petici¨®n de pena que para sus amigos por entender que particip¨® en "connivencia" y en el mismo grupo agresor.

El principal acusado, D. R. T., que lleg¨® a cumplir un mes de prisi¨®n preventiva por estos hechos, dijo en el juicio que no recordaba lo sucedido porque estaba "empastillado". El procesado E. J. F. sostuvo que ¨¦l cogi¨® al guarda por la cabeza, pero no lo hizo para facilitar la agresi¨®n de sus amigos, sino para "apaciguar la pelea y que no le pegaran m¨¢s".

El fallo sostiene, sin embargo, que la actuaci¨®n de los procesados "en un partido de alto riesgo y en un sitio de especial conflictividad [las gradas donde se colocan los hinchas m¨¢s violentos del Sevilla]" pudo agravar los hechos "de no huir r¨¢pidamente el vigilante".

El guarda, Antonio Orrego, personado como acusaci¨®n particular, solicit¨® en el juicio una indemnizaci¨®n de 24.000 euros por los d¨ªas que tard¨® en curar de la rotura de los huesos de la nariz y por los tres meses en los que estuvo en tratamiento psicol¨®gico. La sentencia la rebaj¨® a 6.000 euros.