La CIA intent¨® que Al Qaeda no se instalara en Afganist¨¢n

En 1995, el Gobierno de Clinton determin¨® que Osama Bin Laden, entonces en Sud¨¢n, era un peligroso terrorista, pero las gestiones para neutralizarlo se estancaron ante las dificultades diplom¨¢ticas para acusarle, detenerle y extraditarle, seg¨²n la comisi¨®n que investiga el 11-S. Poco despu¨¦s, el l¨ªder de Al Qaeda se estableci¨® en Afganist¨¢n.

Para que Bin Laden no consolidara sus bases en Afganist¨¢n, se encarg¨® a Arabia Saud¨ª la negociaci¨®n con el r¨¦gimen de los talibanes en 1998. Fue el propio director de la CIA, Georges Tenet, el que negoci¨® directamente con los saud¨ªes. Estos dijeron que con una mezcla de "amenazas y posibles compensaciones", el mul¨¢ Omar, jefe de los talibanes, aparentemente habr¨ªa aceptado entregar a Bin Laden. Pero en una posterior reuni¨®n con los responsables de los servicios secretos de Arabia Saud¨ª y Pakist¨¢n, en septiembre de 1998, Omar se volvi¨® atr¨¢s.

Adem¨¢s de lo mencionado, la comisi¨®n detect¨® otros fallos en la relaci¨®n de los diversos gobiernos de EE UU y pa¨ªses como Qatar, Emiratos ?rabes Unidos y Pakist¨¢n, a la hora de presionarles para que colaboraran en la captura de destacadas figuras de Al Qaeda o grupos similares.